La “Poesía completa” de Fogwill muestra la otra cara del escritor de “Los pichiciegos”. Reseña

Los Inrockuptibles
Los Inrockuptibles
Published in
3 min readJan 20, 2017

Dicen sus hijos que Fogwill, mientras escribía, tarareaba siempre alguna pieza de música clásica. No tarareaba la melodía sino alguna de las notas: por lo general, la tónica, o en su defecto, la dominante. De ese modo se autogeneraba una especie de coraza de sonido que lo envolvía para abstraerse de todo, incluso de las demandas de sus hijos. Le resultaba imposible trabajar en silencio. Esa imagen se impone ahora al leer la Poesía completa de uno de los escritores más fascinantes y complejos de la literatura argentina reciente. Quizá en ese trance de escritura Fogwill procuraba rastrear en su interior el sentimiento que le revelara una voz particular, una música inesperada, una iluminación de sentido.

Fue reconocido por novelas como Los pichiciegos y Vivir afuera y más que nada por cuentos que se volvieron clásicos, como “Muchacha punk” y “La larga risa de todos estos años”, pero es en su poesía donde encontramos a otro y al mismo Fogwill. Un autor en proceso de construcción que, por momentos, se descubre en carne viva: como si estuviera desnudo en un rincón, como si fuera un hombre que tiembla. Ese es el Fogwill poeta: un autor que se libera de los “cálculos de efectos, temas, sílabas, tendencias y modelos de enunciación”, como dice en un verso, para pulir “un proyecto íntimo de conmover” y se dispone a oír “una voz parecida a la mía”.

Ser reconocido como poeta fue un anhelo secreto de Fogwill. Esta edición de su Poesía completa viene a reclamar ese lugar en la historia.

Este volumen plantea un movimiento: de los otros hacia él. Los cuatro poemas sobre voces que abren El efecto de realidad, su primer libro publicado en 1980 pero escrito entre los años 50 y 70, son el reconocimiento a poetas como Juan L. Ortiz, Neruda y Cavafis, de cuyas voces Fogwill se apropia para absorber algún rasgo de su maestría.

“El desencanto es esa música que me acompaña”, escribe en “Mayo francés”, y ese desencanto compone un grito desgarrador en “Libro de época”, donde Fogwill exige “una poesía ‘repugnante’ para una época repugnante”. No es casual que ese sea el único poema que se repita también en su segunda publicación, Las horas de citar: el único que Fogwill rescató de aquella serie inicial, quizá porque ese grito se volvía una denuncia hacia la dictadura. “Heme aquí: calado por la época/ y a resistir./ Pero siempre aparece una mujer a esta altura del poema./ Aunque esta vez lo evitaré: preferiría/ que apareciesen las mujeres que nunca más se encontrarán./ ¡Pido a los santos del cielo que aclaren mi entendimiento para/ mostrar ese agujero en un verso…!”

Fue reconocido por novelas como Los pichiciegos y Vivir afuera y más que nada por cuentos que se volvieron clásicos, como “Muchacha punk” y “La larga risa de todos estos años”, pero es en su poesía donde encontramos a otro y al mismo Fogwill.

Quien escribe es un Fogwill desconocido, incluso para sí mismo, oculto tras un “deseo de niebla” que le dicta “frases indescifrables sobre otro hombre”. En esa voluntad es donde Fogwill comienza a desenredar su “yo” y, aunque admita influencias (como las de Osvaldo Lamborghini o Gelman), advierte “pero sepasé que no soy un otro”. Esa construcción de una voz poética singular que persigue las palabras como si estuvieran en medio de un mar picado adquiere, a partir de Partes del todo (1990), una potencia inusitada. Fogwill la buscó toda su vida y llegó a consolidarse tanto en Últimos movimientos del Señor Fogwill como en Gente muy fea, un libro exhumado ahora de sus archivos. Ser reconocido como poeta fue un anhelo secreto de Fogwill. Esta edición de su Poesía completa viene a reclamar ese lugar en la historia.

-

poesia-completa

Fogwill
Poesía completa

(Alfaguara) 480 páginas

--

--

Los Inrockuptibles
Los Inrockuptibles

El medio para los que hacen — Música, cine, libros, artes y más.