Poder decir adiós es crecer: la última temporada de “Love”

En la tercera y última temporada de Love, Judd Apatow sabe cómo despedirse y les da un cierre impecable a las idas y vueltas sentimentales de Mickey y Gus, dos treintañeros un poco perdidos.

Los Inrockuptibles
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4 min readApr 4, 2018

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Por Olivier Joyard

Saber cómo terminar una serie es un arte difícil. Los desafíos son satisfacer al público y, al mismo tiempo, a quienes la crearon, además de cerrar una historia cuya originalidad descansa en su capacidad de incorporarse a nuestras vidas sin una fecha de vencimiento. La invención de los finales de series es algo reciente en la historia del entretenimiento.

Durante décadas, cuando comenzaba una aventura narrativa, nadie sabía cuándo se iba a terminar. Lo imprevisible era parte del contrato. El cementerio televisivo desborda de series que duraron demasiado en la pantalla o, por el contrario, que se cayeron del aire por las exigencias de rating de algún ejecutivo malhumorado.

La ventaja de los cambios de esta época –provocadas por la llegada de las plataformas de streaming– es que ya no permiten ignorar que en algún momento las series necesitan un cierre. ¿Por amor al arte? No, para satisfacer los deseos de maratones de los usuarios. Darles una historia con un principio, un nudo y un desenlace coherentes es solo una cuestión de criterio rentable.

Netflix hizo caer este modelo el año pasado cuando levantó a mitad de camino dos producciones demasiado caras como Sense8 y The Get Down (la primera al menos tuvo su capítulo final). Love recibió un trato más amable. Su tercera temporada, que acaba de salir, fue escrita como si fuera la última. Esta decisión, de la que no reniega el productor principal, Judd Apatow, le otorga una amplitud inesperada.

Como recordatorio, esta comedia romántica en Los Ángeles sigue el romance de dos amantes desparejos. Mickey (Gillian Jacobs, ex Community) es la productora de un programa de radio, quizás demasiado linda para el poco agraciado Gus (Paul Rust, co-creador de Love), su nuevo novio, que sueña con escribir guiones. Ella asiste a reuniones de Alcohólicos Anónimos, mientras que él se las rebusca con su nula capacidad para las interacciones sociales.

Esta manera de estirar el tiempo le da a cada episodio de esta última temporada una fuerza particular, una tensión palpable, aun cuando la base de la serie no es mucho más que mostrar las banalidades de la vida cotidiana.

Durante las dos primeras temporadas la serie mostró el vínculo de Mickey y Gus como una especie de milagro en movimiento, una extraña atracción que pendía de un hilo, casi incomprensible si se miraba desde afuera. La generación de los treintañeros encontró, al lado de You’re the Worst y de las últimas temporadas de Girls (producida también por Apatow), una manera de sacar a la luz sus problemas colectivos y frustraciones sentimentales y sexuales.

Esta tercera temporada apuesta con descaro por la constancia. Al volver a ver a Mickey y Gus, nos damos cuenta de que nada o casi nada ha cambiado. Ellos siguen intentando aprender qué quiere decir amar a alguien sin que haya química. En un diálogo medio al pasar nos enteremos de que apenas se conocieron hace algunos meses.

Mientras que entre la salida de cada temporada hubo una espera de un año, la historia completa de Love se desarrolla en poco de más de seis meses. Esta manera de estirar el tiempo le da a cada episodio de esta última temporada una fuerza particular, una tensión palpable, aun cuando la base de la serie no es mucho más que mostrar las banalidades de la vida cotidiana.

En este contexto de urgencia ralentizado, cada comentario cuenta, incluso el más banal, cada enojo podría ser el último. Los mejores capítulos son esos en que los amantes descubren hasta qué punto, a esa edad en la vida, las debilidades de uno y otro empiezan a ser importantes. Acá es donde la serie reúne el trabajo más extenso de Judd Apatow, que siempre ha mostrado a personajes que viven un momento bisagra (los adolescentes de Freaks and Geeks a los 40: manual de instrucciones) y que no saben cómo liberarse de su antigua piel.

“Intentamos crecer”, dice Mickey en el último capítulo de la serie, falsamente tranquilo, dando a conocer así su propio manual de instrucciones, pero también el de la historia. Para Love, aceptar que sus personajes crecieron significa desaparecer. Un verdadero gesto de amor.

Love
Temporada 3 disponible en Netflix

> netflix.com

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