Magnetizados: sellos que editan casetes
Más allá de los likes, el conteo de downloads, los posteos promocionados y las estrategias para sobresalir, aunque sean unos instantes en el océano sonoro de internet, existen sellos que eligen conscientemente permanecer afuera, editando de forma old school y a cierta distancia de las redes sociales. Cómo es sostener una decisión analógica en la era más digital de todas.
Por Javiera Pérez Salerno
La que nació en los años 80 probablemente sea la última generación que conoce a la perfección la ciencia de manejar una doble casetera y a la que el sonido mecánico del rewind le genere una huella mnémica. También es la que en los noventa, ya bajo el halo plateado del CD, recibió de lleno la influencia del do it yourself de la mano de la escena hardcore y punk porteña. Algo de esas dos líneas iniciáticas se juntan y conviven en el gesto de editar solamente en casete, de manera artesanal y con una circulación paralela al vértigo de la red.
“Crecimos escuchando punk y hardcore y hay todo un espíritu vinculado a ese movimiento en el casete, en el formato. Para mí, el casete es el formato de iniciación.” (Blas Finger / Doblemoral Discos)
Por un lado está el formato: existe una cierta mística en rescatar el viejo sonido de la cinta magnética y en volver a pensar una obra con un recorrido de dos lados. Pero también, una postura que implica recuperar algo espiritual de la vieja forma de consumir música: no ir en la búsqueda del que escucha, si no esperar a que llegue solo, magnetizado por el interés, el coleccionismo o la curiosidad.
“No hacemos cosas con el propósito de llegar a más gente”. Noe Valdéz Vera es DJ, productora y parte fundadora de Fungi, su propio sello de electrónica experimental y “ruiditos”, como ella dice. “Nos gusta que sea un secreto, algo escondido sucediendo en la ciudad”. Fungi tiene redes sociales actualizadas pero una propuesta muy concreta y poco mainstream: la de descubrir experimentos sonoros y a veces, hasta convertir en músicos a personas que aún no saben que lo son.
“Me gusta que el formato guarde una relación con la idea de buscar cosas. Hoy tenés todo servido en las redes, no hay que buscar nada. Bueno, esto no lo encontrás ahí. Tenés que investigar, que hacer tu propia arqueología. Yo lo mamé así.” (Elio Martínez / Wild Tapes)
“No queríamos que lo digital se lleve puesto todo, queríamos tener cosas, somos coleccionistas, nos gusta el formato físico”. Blas Finger cuenta la génesis de Doblemoral, su sello con Pablo Spretz que tiene doble base, en México y Argentina. “Los dos teníamos compacteras tiradas, hechas mierda, dos o tres bandejas que no andan y, a la vez, caseteras que funcionan todavía. La opción fue el casete: algo simple, rápido, que tiene cinta, que es analógico, que todavía se puede oír.”
“Vos le decís analógico, yo le digo ‘casete’”, dice Elio Martínez, al frente de Wild Tapes, su sello de surf, garage y rockabilly. Sus casetes se consiguen en los shows de cada banda, y que no estén colgados en ningún lugar de la web es casi una postura política. “Si lo querés conseguir, lo conseguís. Si lo tenés en la plataforma digital escuchás una canción, otra… y yo quiero que la gente escuche el casete entero”.
“Es un proyecto casi anticomercial y por eso que le llegue a pocas personas no lo vivimos como un fracaso”. (Noe Valdéz Vera / Fungi)
Si bien el precio subió en los últimos meses, editar casetes todavía es barato en la Argentina, algo que permite que lo comercial no quede en el centro de la escena. Las pequeñísimas tiradas de cincuenta copias, el boca en boca o mano en mano y el amor por el arte de tapa son parte de una mínima estrategia off-line de circulación. Cada casete, numerado como obra, se convierte, además, en una pieza única que muchas veces también funciona como promoción e intercambio. Parece que hay vida más allá de Internet, solo hace falta enfocar la mirada y descubrirla.
FUNGI, de Noe Valdéz Vera y Pablo Tomasín
“Desde Fungi nos gusta ir con una propuesta concreta, que el artista la flashee libremente. Le proponemos producciones a gente que nos llama la atención, buscando qué podemos captar. Siempre nos gustaron las cosas que no les gustan a los demás y cuando empezamos a hacer el sello no sentimos la necesidad de tener un montón de atención o ser mainstream. Es un proyecto casi anticomercial y por eso que le llegue a pocas personas no lo vivimos como un fracaso”. Fungi tiene un bandcamp donde se pueden descargar los discos en alta calidad de manera gratuita, pero la forma de producir está totalmente centrada en la producción en cinta. El ensamble, por ejemplo, es totalmente artesanal y lo hacen ellos mismos. “Hacemos los casetes uno por uno: de la compu al mixer, de ahí a una casetera y de ahí a la grabadora que es una Pioneer súper fiel. No queremos que los haga otro. Cada tapa está diseñada por un artista diferente. Como son poquitos, están numerados”. Fungi prepara el lanzamiento de su cuarto lanzamiento para septiembre de este año, un set de Vera Shiitake.
DOBLEMORAL DISCOIS, de Blas Finger y Pablo Spretz
“Crecimos escuchando punk y hardcore y hay todo un espíritu vinculado a ese movimiento en el casete, en el formato. Para mí, el casete es el formato de iniciación”, dice Blas Finger sobre el formato que eligieron para Doblemoral. Pero entre aquella iniciación, los compilados caseros y el presente pasaron cosas: la revolución digital. “La posta está en el cruce de tecnologías: digital y analógico. Estamos grabando en digital con nuestras computadoras, usando sintetizadores o máquinas de ritmos digitales, hacemos másters digitales. Pero una vez que se hace la replicación de la cinta se genera una compresión en el audio, una rusticidad, un color, que tiene que ver con lo analógico. Así que hay una mística en editar casetes, claro que sí”.
WILD TAPES, de Elio Martínez
Elio Martínez tiene una gran tradición fanzinera. Atravesó los 90 y los 2000 llevando adelante el zine Cosa Salvaje que aún mantiene en formato online. Gracias a eso fue receptor de mucha música nueva, por lo que convertirse en productor fue algo natural. “El sello lo empecé hace dos años y medio. Llevamos editados unos ocho o nueve casetes, centrados en lados b, rarezas o lives bien grabados. La edición no se encuentra en plataformas digitales porque no nos interesa”. Es que además del casete, Wild Tapes también quiere recuperar una forma de transmisión. “Me gusta que el formato guarde una relación con la idea de buscar cosas. Hoy tenés todo servido en las redes, no hay que buscar nada. Bueno, esto no lo encontrás ahí. Tenés que investigar, que hacer tu propia arqueología. Yo lo mamé así.” Entre sus ediciones en k7, Wild Tapes cuenta con varias bandas de surf y garage nacional y también con material extra de bandas como Los Protones, de Perú, Jesse y los Sheena lovers de Uruguay o los Great Munzini & The Astonishing Sotos de Brasil. “Las próximas ediciones son Satan Dealers y Tormentos, dos gustos que me voy a dar y con eso estoy hecho.”
Para conseguir los casettes: Cosa Salvaje Zine en Facebook.
