María Luque dibuja el presente nómade
La historietista rosarina está pasando por un gran momento: acaba de publicar la novela gráfica “Casa transparente” y expone sus obras en la muestra “Lejos de Internet”.
Por Juan Manuel Domínguez
Hay algo que sorprende de tu tratamiento de la imagen, del plano, y en la mezcla de autobiografía y alucinación de tus libros. ¿Cómo es tu acercamiento a la historieta en Casa transparente?
Casa transparente apareció para llenar el vacío que sentí después de terminar La mano del pintor. Las historietas se me volvieron un vicio y no puedo estar sin la compañía de un proyecto largo. Es como una rueda de vitalidad que me mantiene entretenida y de la que no quiero escapar. Para Casa transparente tuve que hacer un ejercicio de memoria porque lo dibujé varios años después de haber cuidado esas casas. Muchas veces dibujar te ayuda a ordenar el pensamiento o a entender mejor qué fue lo que viviste.
¿Dónde está el interés del género para vos?
Me encanta conocer la vida de los demás, soy muy curiosa de los datos mínimos y perdidos en las biografías de la gente. No sé dónde está el límite cuando lo que se cuenta es la vida propia. A veces me pasa que me da un poco de vergüenza y tengo la impresión de que los diálogos que dice mi personaje son un poco tontos y me asusta saber que después más personas van a leerlo y opinar sobre mi vida. Ese miedo por suerte se desvanece rápido y trato de que no afecte mucho a la hora de dibujar.
En Casa transparente vas cuidando casas de conocidos en distintas ciudades y aparece una problemática generacional: la dificultad de tener un hogar propio. ¿Qué era lo que te interesaba contar de tu experiencia “nómade”?
Sí, pienso que esa es una de las grandes preocupaciones de mi generación. Esos temas siempre surgen en las conversaciones, y vemos como algo imposible tener una casa propia. Incluso hasta es difícil alquilar cuando vivís en una ciudad que no es la tuya, te piden garantías y no tenés recibo de sueldo. Sé que hay muchas personas que, como yo, resuelven su vivienda de forma poco convencional. A veces es por elección, porque nos gusta viajar y cambiar de ciudades, y otras es por necesidad y porque no hay otra opción.
Tu dibujo tiene cierta sensata crudeza, que se puede ver en la forma en que pintás, en cómo queda el trazo de los colores en la página. ¿Por qué crees que ha sido un estilo un poco criticado?
Siempre va a haber algunas personas que digan que dibujo mal. No me importa mucho. Me pasa, cuando veo la obra de otros autores, que por lo general me atraen esos dibujos medio raros donde todo parece a punto de caerse. No me conmueve mucho la representación verosímil, no digo que esté mal, pero a mí no me emociona. Me gusta que en los dibujos puede pasar lo que yo quiera y no quiero que nada sea perfecto.
“Muchas veces dibujar te ayuda a ordenar el pensamiento o a entender mejor qué fue lo que viviste.”
¿Te sentís parte de una generación de artistas que ha impulsado una nueva historieta en la Argentina y que saltó a la vista con la antología Informe?
En los últimos años hubo una oleada muy grande de nuevos autores, no tengo claro si somos una generación o no. Me siento muy afortunada de estar viviendo este momento de tanta ebullición. La escena cambió mucho. Hasta hace unos años, por ejemplo, eran muy pocas las mujeres que hacían historietas acá. Y en los festivales era muy triste ver paneles llenos de hombres. Pienso en la cantidad de autoras que aparecieron en los últimos años, o en los festivales como Vamos Las Pibas, o Las Pibas Solo Quieren Dibujar, que nos muestran una escena desbordada de chicas que están empezando a publicar sus fanzines y que seguro en un tiempo también estarán publicando libros. Me emociona mucho poder ver todo eso.
María Luque
Casa transparente
(Sexto Piso)
Lo presenta el sábado 28 a las 20 en la Feria del Libro, Zona Futuro, junto a Power Paola, Santiago Tobón y Malena Rey.
> sextopiso.es
Lejos de internet
Hasta el 28 de abril de martes a sábado de 15 a 20 en Galería Mar Dulce (Uriarte 1490, CABA)
> galeriamardulce.blogspot.com.ar
