Martín Kohan analiza el lado B de la Revolución Rusa en “1917”

La Revolución Bolchevique examinada a partir del testimonio de personajes marginales es la propuesta crítica detrás de 1917, el nuevo libro de Martín Kohan, con prólogo de Eduardo Grüner.

Los Inrockuptibles
Los Inrockuptibles
3 min readDec 19, 2017

--

Por Diego De Angelis

Foto Patio Interno — La Tribu — Matías Castro

“Lo que más nos afecta de esa historia, puestos a pensarla, es que no ha terminado todavía”, escribe Martín Kohan, casi al comienzo de 1917, su nuevo libro de ensayos. Como señala con precisión el título, sirviéndose tan solo de la contundencia significante de una fecha, Kohan se ocupa de la Revolución Bolchevique, que este año cumple cien años.

Es justamente su carácter inconcluso, irresuelto, y por eso mismo problemático, lo que exige la necesidad –acaso la urgencia– de escribir y pensar sobre ella. Y, sin embargo, a contramano de la fascinación celebratoria y acrítica que suele provocar la efeméride –aquello que Eduardo Grüner identifica, en el prólogo de esta edición, como trampa ideológica–, Kohan persigue las tensiones y dilemas con frecuencia ensombrecidos por el discurso épico de los grandes protagonistas y acontecimientos. Propone, más bien, un desvío: contar desviadamente un tiempo histórico excepcional, registrar sus pormenores en conflicto mediante la lectura minuciosa de una serie de libros por fuera del canon bibliográfico soviético. No solo textos marginales de los propios líderes de la Revolución sino también, y con especial énfasis, relatos escritos por personajes secundarios que narran, desde ese lugar secundario, desde esa posición ligeramente desplazada del centro, episodios en su mayoría circunscritos a un ámbito privado, más cotidiano, pero que conquistan por contraste una nueva perspectiva sobre los sucesos importantes. Un punto de vista fronterizo que Kohan advierte inestimable para la narración de un evento revolucionario. Perspectiva que reconoce en uno de los breves ensayos que componen el libro –tal vez mejor sería definirlos como episodios de lectura por su profundidad reflexiva–, cuando escribe sobre Cartas desde la Revolución Bolchevique, de Jacques Sadoul, un militar enviado por Francia en pleno desarrollo de la Primera Guerra Mundial y que se encuentra en Rusia durante el estallido de la Revolución de Octubre. A partir de un acceso privilegiado a la cotidianeidad de Lenin y Trotski, Sadoul logra registrar no tanto las convicciones y las certezas de los dirigentes revolucionarios, sino más bien lo contrario: las disyuntivas y las contrariedades en la intimidad de la experiencia de transformación del orden social.

Kohan rastrea en los textos, “adornianamente”, los pliegues que le permiten descubrir desequilibrios, desacoples, divergencias. Como cuando percibe en Mi vida. Intento Autobiográfico, de León Trotsky, las marcas de un desplazamiento existencial inexorable: la esfera privada retrocede, tiranizada por la manifestación de la acción política. La posición desde la cual escribe su protagonista –la prisión o el destierro– suscita y revela la realidad de una doble y contradictoria identidad. La experiencia del revolucionario y, en simultáneo, la del escritor disciplinado que encuentra en la cárcel la tranquilidad necesaria para consagrarse al quehacer intelectual. En otro ensayo, Kohan se detendrá en Trotsky de Prinkipo a Coyoacán, las memorias de Van Heijenoort, secretario y guardaespaldas del conductor del Ejército Rojo durante su exilio forzado. La colocación favorecida del testigo revelará, más allá de una ostensible admiración, inquietantes diferencias políticas. En definitiva, la posición de un centinela que exhibe, por la condición circunstancial de su perspectiva, un punto de mira capaz de promover la narración crítica de un acontecimiento inconmensurable. El lugar, según Kohan, más adecuado para el escritor.

Martín Kohan
1917

(Godot)
88 páginas

> edicionesgodot.com.ar

--

--

Los Inrockuptibles
Los Inrockuptibles

El medio para los que hacen — Música, cine, libros, artes y más.