“Mi ex es un espía” refresca un género dormido

Mila Kunis y Kate McKinnon son dos amigas envueltas en una trama de espionaje repleto de humor. Estreno.

Por Juan Manuel Domínguez

Si hay un género que se puso demasiado fértil en muy poco tiempo es el de la comedia de espías. Mi ex es un espía se suma a esas filas con la misma intención que lo había hecho Spy: una espía despistada: además de una alteración al talle 007, permite una fuerte impronta femenina en el ADN con demasiada testosterona del género.

En Spy la gracia era Melissa McCarthy, la bombástica oronda que supo detonar la comedia física iracunda (con su correspondiente cuota de white trash). Aquí el modelo es la buddy-buddy –pero no tanto– y es allí dónde está el verdadero truco de Mi ex es un espía. Aquí hay dos protagonistas, Mila Kunis, primera dama de la comedia soez (que la usa como camuflaje y como amplificador de esos modos), y Kate McKinnon, última creación de esa isla del Dr. Moreau cómico que es Saturday Night Live, que mostró sus modos de absurdo ultracool en Cazafantasmas (película que la redujo a un ralentí y una caricatura, antes que una fuerza cómica corrosiva).

Ellas son amigas, las mejores, y la trama de un ex novio que es un espía y la correspondiente aventura que implica agencias, viajes por Europa, agentes, persecuciones en motos, casi torturas, disparos (hay una divertida cantidad de muertos para una comedia) y engaños no repercute en esa condición. Ni la usa como truquillo de guion (la famosa escena en la que dos amigos se pelean y luego se vuelven a unir). No hay vueltas de tuerca entre ellas y eso no es un spoiler: la película, como dijimos, ni lo plantea. Su amistad incondicional es el factor más cálido y más feroz del film. En un mundo donde las películas de espías ya no pueden existir de la forma en que las comedias las piensan, o las fosilizan, Mi ex es una espía decide ser una película con dos amigas destruyendo esos conceptos, logrando algunas secuencias distintas (no memorables: vale aclarar, ambas pelean con un guion que no las aprovecha) y salpicando de novedad a un género que pide a gritos licencia para reciclarse.

Mi ex es un espía

(The Spy Who Dumped Me)
De Susanna Fogel
Con Mila Kunis y Kate McKinnon