Reseña: “Palabra desorden”, de Arnaldo Antunes

La poesía concreta del brasileño Arnaldo Antunes, reunida en la antología bilingüe Palabra desorden, pone en crisis las definiciones y la referencialidad de las cosas. / Por Carlos Gradin

Los Inrockuptibles
Los Inrockuptibles
3 min readApr 13, 2014

--

-

¿Qué son un mono, un grillo, una piedra, una persona? Después del diccionario, y después de agotar los intentos de mostrarlos, o darlos a entender mediante gestos o dibujos, incluso después de buscarlos en las galerías de fotos de Google, todavía seguiremos dudando. La poesía de Arnaldo Antunes habla de esa fisura. Habla del viejo asombro de nombrar el mundo. O mejor, lo recrea. Los poemas, escribió, son “pequeños oasis contaminando el desierto de la referencialidad”. Y ahí están los suyos, reunidos en la antología Palabra desorden, para hacerse cargo del desfasaje. No lo sufren, no son testimonios de un desgarro inaprehensible, como el que subyacía a los poemas de Artaud, a sus panfletos contra Dios y a su respiración siempre suspendida o por quebrarse. Traslucen calma. Son breves momentos de perplejidad en los que las palabras, en pocos pasos, llegan al borde de la página y se detienen, como recogidas. Y ahí quedan, a la espera, mientras el libro continúa. “Las cosas tienen peso, masa, volumen, tamaño, tiempo, forma, color, posición, textura, duración, densidad, olor, valor, consistencia, profundidad, contorno, temperatura, función, apariencia, precio, destino, edad, sentido. Las cosas no tienen paz”, sostiene un famoso poema, musicalizado por Caetano Veloso y Gilberto Gil. Otro, titulado “Persona”, enumera: “Cosa que acaba. Trozo que tiene fin. Sujeto. Que no dura, que se extingue. Mengua”. Más adelante, “Líquido que evapora. Basura que se arroja”. Las definiciones de Antunes parecen destinadas a transmitir un sentido a una forma de vida jamás vista en la Tierra. Parecen ensayos de un Pictionary de palabras, en los que un jugador intenta nombrar una porción del mundo, pero, ¿qué rasgos de la idea de persona sería necesario destacar cuando hablamos con alguien cuyo lenguaje ignoramos, lo mismo que su lugar de origen, su manera de ver y sentir, o su historia?

“Los poemas de Antunes constatan la enormidad de lo que se escurre entre las palabras. Y crean suspenso a medida que avanzan. Nunca concluyen, parecen capaces de seguir rondando un muestrario de mínimos pliegues en los que se asienta la imposibilidad de la lengua.”

“No hay palabra para decir dos cuerpos acostados, o una mano tomando un puñado de tierra, o dos manos dadas con algo de tierra entre ellas.” Los poemas de Antunes constatan la enormidad de lo que se escurre entre las palabras. Y crean suspenso a medida que avanzan. Nunca concluyen, parecen capaces de seguir rondando un muestrario de mínimos pliegues en los que se asienta la imposibilidad de la lengua. De cualquier lengua. Tratan de agotarla envolviéndola en pequeñas paradojas e incongruencias, como en un murmullo oído en un parlante apagado. La seguridad que infunden se desvanece antes de tiempo. Y la decepción que producen es apenas modesta. Los poemas se suceden revirtiendo el callejón sin salida de los anteriores, para prometer otra vez una verdad impronunciable. Es casi una función de mímica.

Arnaldo Antunes es brasilero y, además de poeta, músico, integrante de Os Titas en los años ochenta, de Tribalistas después, y hoy también solista. Heredero del movimiento de la poesía concreta de su país, sus poemas usan la tipografía y el diseño gráfico como medio expresivo. Los versos y las frases saturan las páginas, o se despedazan y difuminan. Las palabras se cortan y acoplan. La edición bilingüe, con selección y traducción de Reynaldo Jiménez e Ivana Vollaro, es una excelente introducción a su obra.

-

Palabra desorden

Arnaldo Antunes
Palabra desorden
(Caja Negra) 208 páginas

Traducción de Reynaldo Jiménez e Ivana Vollaro

Foto prensa Alejandro Laszlo

--

--

Los Inrockuptibles
Los Inrockuptibles

El medio para los que hacen — Música, cine, libros, artes y más.