Reseña: “The Art of the Steal”, de Jonathan Sobol

Kurt Russell, Matt Dillon y Terence Stamp conforman un reparto de veteranos de lujo para un film de robos a toda velocidad. / Por Javier Diz

Los Inrockuptibles
Los Inrockuptibles
2 min readMay 18, 2014

--

-

Es posible que hayan sido muy pocos en el mundo los que vieron A Beginner’s Guide to Endings (2010), la primera película de Jonathan Sobol, en la que este joven director canadiense debutaba con una comedia –escrita por él mismo– sobre hermanos a quienes les quedaba poco tiempo de vida, y en la que Sobol exhibía una energía y un ingenio –al borde del cancherismo, a veces– de esos que tienen los que salen a comerse el mundo.

Todavía es muy pronto para decir que el tipo es un gran director, pero con The Art of the Steal confirma, al menos, que tiene pasta e ideas para destacarse -y llegar a ese nivel en el que se manejan presupuestos descomunales.

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=UbqvELZ1-P8[/youtube]

Como su primera película, esta también es una historia entre hermanos (y, atención, otra película de su autoría: punto para Sobol). En este caso, Crunch y Nicky, que alguna vez fueron parte de una banda de delincuentes, hasta que Nicky buchoneó a Crunch para salvar su pellejo y lo mandó en cana varios años. La película los encuentra cuando este sale de la cárcel, resentido, pero dispuesto a aceptar la participación en la reunión de la banda para un nuevo, último y multimillonario golpe.

El realizador canadiense utiliza todos los recursos visuales que tiene a mano (textos impresos en la imagen, pantallas divididas) y un montaje frenético que, además de darle un ritmo feroz al asunto, de paso distrae a todo aquel que sospecha que algún que otro detalle no cierra demasiado en este jueguito de engaños que, obviamente, esconde un par de trampas al estilo de American Hustle o Nueve reinas (la película termina siendo más tramposa que sus personajes). Lo interesante de The Art of the Steal es la combinación entre el artificio pirotécnico de su estilo visual con la templanza que transmiten sus protagonistas. Y acá el dato, la clave del asunto: Crunch y Nicky son Kurt Russell y Matt Dillon, dos tipos que respiran cine (Russell, sobre todo) en cada gesto, en cada mirada –desconfiada uno, turra el otro–, y que logran que, a pesar del circo, la película funcione alrededor de ellos, solamente porque no podemos dejar de mirarlos, como si la pantalla los extrañase (algo similar ocurría con el propio Russell y Kevin Costner en 300 millas al infierno, otra propuesta similar aunque más delirante). Jonathan Sobol completa su equipo de veteranos (en su debut tenía a Harvey Keitel y J.K. Simmons: otro punto para él) con Terence Stamp, quien conserva su agraciada cara de culo mientras dice las líneas más graciosas de toda la película. Con ellos hay afano.

-

The Art of the Steal
De Jonathan Sobol
Con Kurt Russell y Matt Dillon

--

--

Los Inrockuptibles
Los Inrockuptibles

El medio para los que hacen — Música, cine, libros, artes y más.