Reseña: “Wig Out at Jagbags”, lo nuevo de Stephen Malkmus

Lo nuevo del ex Pavement y su banda, Wig Out at Jagbags, se queda en el savoir faire para perder un poco de aquella rebeldía de otras décadas. / Por JD Beauvallet

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Era una música que se cagaba en todo, un rock que embarraba el legado de los Beach Boys y The Fall por el simple placer de pegarle una cachetada, por la alegría cruel de romper las armonías en un vómito de ruido blanco. Era un sabotaje encantador, un regocijante derroche de envergadura, eso era Pavement, una manera totalmente impertinente de maltratar el talento, de plantear algunas preguntas incómodas, de cuestionar las recetas del pop. Al sabotear el rock con un estilo melódico muy por encima del promedio del pop ruidoso, Pavement sacudía con ligereza y gracia los hábitos y los logros, invitaba a la disonancia, a la distorsión. Ahí donde Sonic Youth le había impuesto al rock el ruido blanco y los desarreglos, Pavement –incluso más que los Pixies o Weezer, sus evidentes compañeros de armas– se encargó de degradar y de embarrar al pop. Así como el personaje de The Loneliness of the Long Distance Runner se rehusaba a atravesar la línea de llegada y a coleccionar las medallas, Stephen Malkmus se detuvo a menudo en el límite del oro, del éxito. Pero nunca atravesó la línea: una carrera entera al servicio de sus fantasías sonoras y extravagantes, de sus transgresiones melódicas.

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Una carrera basada en el rechazo, terco. Una música así, heterodoxa, insolente, destructiva, se construye contra la nostalgia. Sin embargo, hoy es justamente la nostalgia la que manda en este sexto álbum solista. Y es una lástima que aquel poder, que aquella desconfianza que quería modificar todas las actitudes, haya virado al “saber hacer”, al oficio, a la trayectoria. Sin embargo, el mal alumno eterno no se transformó en funcionario del rock. Todavía le quedan algunos bellos golpes bajos en stock, fulgores a la altura de “Rumble at the Rainbo”, “Lariat”, “Cinnamon and Lesbians” o de la loureediana “J Smoov”. Pero no es suficiente, y eso es lo que entristece: nunca nos habíamos imaginado que la malicia y la amenaza se volverían en Stephen Malkmus un simple oficio. Que les deje eso a los pequeños, a los mezquinos: él es demasiado grande para rebajarse a esta razón.

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Stephen Malkmus & the Jicks
Wig Out at Jagbags
(Ultrapop)