Reseña: Wonderful, Glorious, de Eels

Después de aquella catarata de discos hace un par de años, el Sr. E vuelve con Wonderful, Glorious, disco para el cual salió de la cueva y compuso con su banda. / Por Lucas Garófalo

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Mark Oliver Everett, más conocido simplemente como E, el hombre que sostiene las diferentes formaciones de Eels desde hace más de quince años, es el rey del disco conceptual. Quedó claro en su autobiografía Cosas que los nietos deberían saber (08): su vida puede leerse como una sucesión de tragedias y el único refugio que puede contenerlo es la música. A veces incluso hace tres álbumes de un tirón girando sobre el mismo tema (generalmente la muerte, o la vida, que es lo mismo), como sucedió en la temporada 2009/2010 con Hombre Lobo, End Times y Tomorrow Morning. Pero de tanto en tanto E tiene un buen día y se despacha con un álbum de canciones desconectadas por el simple placer de hacerlas. ¡Si hasta parece que lo estuviera disfrutando!

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Tras lograr armar un grupo más o menos estable para presentar su última trilogía, Everett por primera vez se animó a componer acompañado en lugar de encerrarse en una habitación. ¿Quién hubiera dicho que este ermitaño por excelencia algún día iba a juntarse a zapar con los amigos? En consecuencia, por momentos Wonderful, Glorious potencia el costado más pirotécnico, blusero y sucio de Eels, en temas cargados de fuzz cantados con su característica voz rasposa (Jon Spencer debe estar muriendo de envidia en este momento). Al mismo tiempo, como para demostrar que E sigue siendo quien tiene el control total sobre la banda, aparecen un par de baladas letales de esas que te parten el alma sin más armas que un arpegio tocado bien suave y una voz a punto de quebrarse.

Pero la mayor sorpresa de Wonderful, Glorious no está en lo musical, sino en que, a diferencia de casi toda su discografía, las trece canciones del disco tienen un ligero tinte optimista. ¿Trece canciones nada más? Parece poco para Eels. Quizás por eso la edición de lujo incluye otras trece a modo de bonus track en la misma sintonía. Genio inagotable.

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Eels
Wonderful, Glorious
(Vagrant)