Retrato: Iair Said

A Iair Said lo mordió un perro. Un día, allá por 2010, estaba yendo en bicicleta a su trabajo como recepcionista de un estudio de danza, un grupo de canes lo siguió y uno lo atacó. Resulta que si te muerde un perro tenés que pasar por un proceso médico bastante engorroso. Esa misma tarde empezó a cranear 9 vacunas, el corto que protagoniza y dirige. “Los médicos me hablaban como si me hubiese mordido un perro por día; yo tenía miedo de morir, y obvio, para ellos es algo muy habitual. Pensaron que para mí también era normal y así me trataban.” Con 9 vacunas recibió, según cuenta, más reconocimiento del esperado: viajó a Emiratos Árabes, Francia, Estados Unidos, Grecia, Turquía, Brasil, ganó el BAFICI e incluso vendió el corto a algunos canales de tevé.

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En cine actuó en Acá Adentro (Mateo Bendesky, 2013) y Mi primera boda (Ariel Winograd, 2011), entre otras. También participó de Eléctrica, la creación más reciente de Esteban Menis (Lloro de Felicidad) para UN3, el canal online de la Universidad de Tres de Febrero, que ya planea su segunda temporada. Por estas semanas reestrenó Pangea, la obra de Ana Katz en la que actúa, y también se lo puede ver en la pantalla de El Trece al lado de Araceli González en Guapas, la ficción que ahora comandan los guionistas de Farsantes. En los proyectos que encara, Iair suele interpretar personajes con un manejo raro del cuerpo; torpes, desproporcionados, que se muestran incómodos y tímidos pero, a la vez, verborrágicos y con poco control sobre sus actos. Es alto y el resto del mundo parece quedarle fuera de escala. “No conozco bien mi cuerpo, me supera. Odio el deporte y el ejercicio físico, por eso no sé manejarme. Soy inseguro, alto, me choco con los techos.” Con veintiséis años y casi dos metros de altura, el mundo pareciera quedar a sus pies.

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Pangea, de Ana Katz.
Jueves a las 20.30 en Timbre 4, México 3554.