“Terror 5”, de Federico y Sebastián Rotstein

Los Inrockuptibles
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9 min readJan 4, 2017

“Esta es una película con sustancia”, dice Sebastián Rotstein sobre Terror 5, su primera experiencia en dirección. Y es curioso porque, pese a lo explícito del nombre, ni él ni su hermano Federico, también responsable del proyecto, piensan en Terror 5 como en una película de terror sino como en una de “personajes en situaciones límites”. Decíamos: Terror 5 es su primera película, pero no lo parece. Ni por la técnica, ni por las actuaciones, ni por el complejo esquema de producción: el cine –sus formas y su fondo– le brota en un buen puñado de momentos, muchos más que en una primera película. Y por factura y acabado final, esta puede ser una de esas que contribuyan a afinar el romance con el público local.

En un presente auspicioso para este tipo de largometrajes (el INCAA apoya, el mercado Ventana Sur teje lazos, la prensa advierte y el público se acerca tímidamente), Rotstein considera que es momento de “dejar la adolescencia y pasar a la adultez” en materia de realización. Así las cosas, Terror 5 llega a las carteleras comerciales después de exhibirse con éxito en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, en Sitges, en La Habana y en Macao (China), donde fue prohibida tras considerársela pornográfica. “Hasta nos miraban raro”, bromea.

Aquí, los hermanos Sebastián y Federico Rotstein han resuelto una curiosa síntesis: aun con sus desniveles, conociéndola se desgranan nuevos mapas y viejos horizontes. En estas cinco historias vinculadas a un político corrupto y a una tragedia edilicia (la referencia obligada es República de Cromañón), canibalizaron su gusto por los films de horror y le metieron tortura, zombies, monstruos, serial killers, subtrama de runfla y un sádico componente snuff, probablemente el mayor de sus aciertos.

Pensada en un principio para ser una película coral de siete directores, bajo una idea de FARSA Producciones, los Rotstein buscaron su momento: claro, primero hicieron cortos (juntos dirigieron Liebre 105, que está gratis en la plataforma Odeon), guiones (Sebastián se despachó con Vientos de agua, Aquí no hay quién viva, 20.000 besos y La casa), podcasts (también hace Lettera 22, con Santiago Calori), dirección de videoclips (son obras de Federico “Más o menos bien” de Él mató a un policía motorizado, “Presente” de Spónsors y “Píntalo de marrón” de Los Peyotes), colaboraciones (asimismo es un habitual partenaire en las películas de Néstor Frenkel) y algunas otras cuantas cosas más.

Y es probable que, en todo este tiempo, en su compulsión cinéfila, se encontraran engullendo una película detrás de otra. De hecho, cada charla con ellos es un tendal de referencias cinematográficas, citas y escenas a recordar. Así que, tal vez y solo tal vez, muy posiblemente, estuvieron tomando envión para hacer el inquietante b-side de Relatos salvajes, el film con sexo, muertos vivos, bullying, gore y humor que –de verdad– el cine de género local se debía desde hace muchos, muchos años.

ENTREVISTA> ¿Por qué decidieron hacer una película episódica?

Sebastián Rotstein: Fue una decisión que vino del guión, que ya existía. En realidad, nunca la planteamos como una película episódica. La forma que tiene no es la forma del guión. Era la historia de un funcionario público enfrentando un juicio político y qué sucedía con otros personajes esa misma noche. Nos hicimos conscientes del concepto “episódico” después de ver Relatos salvajes. De hecho, el guión estaba pensado de forma tal que las historias funcionaban ordenadas una detrás de la otra. La primera iba a ser “la del telo”, porque al arrancar con sexo, con algo bien extremo, queríamos generar sensaciones que el espectador argentino no hubiera sentido antes.

¿Cuál es tu episodio favorito?

Las dos que más funcionan son “Señorita Virga” y “Terror total en telo”, dos historias que tienen el arco mejor transitado. Es donde encontramos la mejor forma de mostrar lo que está escrito, cómo está escrito y todo se potenció para mejor. Las otras tienen otras irregularidades. En realidad debería decir que están todas perfectas (risas). Esto es un “filma y aprende”.

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¿Por qué decidieron meter un componente político en la historia?

Porque el cine de terror puede hablar de eso sin ser tan obvio. Y aun siendo obvio, no ser demasiado obvio. Es una ventaja que se puede aprovechar siempre. El guión fue escrito en 2006, cuando había un enojo con lo que estaba sucediendo. Todavía flotaba la tragedia de Cromañón. Originalmente, la historia del político era un ajuste de cuentas por Cromañón, con adolescentes muertos en negligencia política. Luego lo cambiamos, por una cuestión de respeto. Después de ver Homecoming de Joe Dante, me di cuenta de que había que ser muy explícito en algunas cosas. Por eso, la historia del político en Terror 5 es muy explícita. Aprovechamos el guión para bajar línea fuerte.

¿Qué recepción tuvo con el público?

Bastante buena. Creo que, sin spoilear, el “momento snuff” de la película funcionó en Mar del Plata y en Macao, en China. Eso me tiene tranquilo. Terror 5 no es una película de crowd pleaser, de receta, porque es ambiciosa. Salís satisfecho por la factura, porque se ve bien, porque hay una calidad, pero en cuanto el contenido, es un bife muy ancho y es muy difícil de digerir. No vienen a felicitarte. Si manejáramos más tiempo en lo cotidiano, esta sería una película para ver dos veces: encontrarías más cosas de las que creés que hay. Los chinos nos miraban con miedo. En China estuvo prohibida, la censuraron. Porque el gobierno chino tiene un comité y Terror 5 fue calificada como “pornográfica”. Para el público chino éramos los “pornógrafos”. De hecho, ni estamos en el catálogo del Festival de Macao. De setenta películas que pasaron, tres fueron calificadas de pornográficas. La nuestra fue una de ellas.

“Si se hace una línea histórica hacia atrás, hay un bache desde Si muero antes de despertar hasta Alguien te está mirando. No hay tradición de género. No hay referencia argentina a la cual acudir.”

¿Qué referencias barajaron para su realización?

Cuentos de terror, de Enrique Carreras; Relatos salvajes, obviamente. Y Mala época, una que hizo la FUC a fines de los años 90, de historias conectadas en una noche de lluvia. Joe Dante y George Romero, por las temáticas; Brian De Palma, por la forma; William Friedkin, por el concepto de no considerar El Exorcista como una película de terror, sino como un drama: una mujer que no puede descubrir qué le pasa a su hija. Nosotros no consideramos Terror 5 como una película de terror per se. Creemos que es una película de personajes en situaciones límites y en ningún momento del rodaje o de la escritura pensamos “esto tiene que ser más terrorífico”. El terror es quien tenés al lado o lo que sacás de adentro. De la negación de la realidad, de ajusticiar a los docentes maltratadores o del bullying, y todo esto enmarcado en un contexto terroríficamente global. Es como la anécdota de Martin Scorsese dirigiendo a Paul Newman, en El color del dinero: Newman se hacía el gracioso y Scorsese le dijo “actuá la escena que la comedia viene sola”. Eso es lo que me gusta de los maestros.

¿Cómo armaron el elenco?

Queríamos reflejar una generación de actores del teatro que no tuvieran vicios. En el 70 % de los casos sabíamos con quiénes queríamos trabajar: Agustín Rittano, Juan Barberini, Julián Larquier, Gastón Cocchiarale, Nai Awada, Jorge Prado y Walter Cornás. Varios de ellos son de la factoría de El Pampero Cine, de El estudiante, de Historias extraordinarias. También queríamos que el concepto de casting sea como en Scream: actores desconocidos. Creo que para el terror ayuda no tener caras conocidas.

¿A quiénes les gustaría dirigir?

Nicolas Cage es un sueño descomunal mío y de mi hermano. Leonardo Sbaraglia es un tipo que cada vez me gusta más cómo labura. Oscar Martínez, los actores de cine… También, quisiera seguir desarrollando algunos vínculos con actores de Terror 5. Estamos trabajando algo para Larquier, algo para Cocchiarale y algo para Rafael Ferro.

¿Cuándo tiempo trabajaron en el guión?

Desde que lo empecé a escribir al día de hoy, pasaron cerca de ocho años. Desde que nos sentamos a reescribir hasta que se filmó, habrán pasado unos dos años. Era un proyecto que no íbamos a dirigir ni mi hermano ni yo. Nació de otra forma y no prosperó. El guión me quedó a mí y quedó cajoneado cinco años hasta que supimos que podíamos hacer algo con esto. Originalmente era una propuesta que me hizo FARSA Producciones, a través de Hernán Sáez. Se llamaba Terror 7 y el concepto eran siete directores del under (Daniel de la Vega, Mad Crampi, Paulo Soria, Pablo Parés, Ramiro y Adrián García Bogliano, Sebastián De Caro y el mencionado Sáez), con equipos técnicos de siete personas. El guión original era más festivo, no tan lúgubre. El original era “más FARSA”.

“No consideramos Terror 5 como una película de terror per se. Creemos que es una película de personajes en situaciones límites y en ningún momento del rodaje o de la escritura pensamos ‘esto tiene que ser más terrorífico’.”

¿En qué sentís que evolucionaron desde su corto Liebre 105 a hoy?

No sé, no lo tengo muy en claro. En el corto estuvo todo mucho más controlado que en Terror 5. Con mi hermano aprendimos que en las situaciones donde no sabíamos cómo filmar teníamos que confiar en el instinto y en los accidentes. Eso lo sacamos de un documental sobre Sam Fuller: “uno tiene que estar preparado para los accidentes”.

¿Cuánto influyó en el acabado de la película el hecho de que ustedes hayan trabajado en casi todos los rubros del cine y la televisión?

Muchísimo. Fue fundamental. Entre mi hermano y yo cubrimos toda la columna vertebral de la película: guión, montaje y dirección. En la experiencia previa, mi hermano manejó muchos sets. Yo tengo experiencia manejando actores. Esa convivencia hizo que el trabajo estuviera bien repartido –previo trabajo de nosotros solos hablando mucho sobre la película para que en el rodaje seamos hombres de acción y no de palabra.

¿Cómo ves al cine de terror en la actualidad?

Por un lado, en lo nacional, estamos en una oportunidad histórica. Con el INCAA apoyando, hay que tomarlo muy en serio. Hay que hacerse adulto. En lo internacional, me parece que hay mucha más basura y las perlas pasan más desapercibidas. Acá Actividad paranormal es un éxito descomunal y No respires pasó casi sin pena ni gloria. La oportunidad de elegir qué querés ver hace que al cine actual lo armes vos, con las películas que vos quieras ver. Si sos presa del panorama actual es porque básicamente no estás eligiendo qué ver, estás eligiendo que otros lo hagan por vos.

¿Por qué decís que el panorama actual está ante una oportunidad histórica?

Porque el INCAA está dando la posibilidad de apoyar estas películas. Creo que si se hace una línea histórica hacia atrás, hay un bache desde Si muero antes de despertar hasta Alguien te está mirando. No hay tradición de género. No hay referencia argentina a la cual acudir. Ahora se instaló esto de que “el cine argentino de género está cada vez mejor”. Creo que no se está produciendo en la taquilla. Pero para lograr eso, este es un momento histórico porque el apoyo está.

¿Qué falta para que el público termine de acercarse?

Creo que falta que haya una factura más acabada. No tiene que ver con el contenido, porque es más imperceptible. Tiene que ver con sentir que están viendo “una película de cine”. Aun las menos interesantes, como Cuando las luces se apagan, tienen un acabado donde el espectador no duda de la guita que pagaste por el acabado de la película. Pensá que la entrada para ver Rogue One: Una historia de Star Wars vale lo mismo que para ver Terror 5. Se logra haciendo cada vez más films, se adquiere con experiencia. Se vienen algunas fuertes como Amateur, de Sebastián Perillo, que técnicamente tiene cosas muy logradas, o Hipersomnia, que está mal que lo diga porque soy su guionista, pero me sorprendió mucho cuando la vi terminada. Hay que seguir produciendo películas para ir mejorando. La valija de Benavidez es otra de ellas, está recontra lograda. La vi en México y me pareció muy buena. Tiene un buen guión, cuenta una historia seria y es arriesgada.

¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Estuvimos en el Festival de Macao presentando, además de Terror 5, otro proyecto que necesita una pata oriental, específicamente japonesa. Es una película que se llamaría O, que es la historia de un ingeniero japonés que viaja con su hijo a Buenos Aires a diseñar una línea de subterráneos para solucionar el problema del tránsito, pero en realidad escapan de un pasado oscuro y siniestro. “O” es la línea de subtes que viene a diseñar y tendría forma de O. Además, andamos reescribiendo un guión de comedia. Y otro muy pequeño que estamos tratando de coproducir con México de drama, comedia y suspenso.

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Terror 5
De Sebastián y Federico Rotstein
Estreno: 5 de enero 2017.

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