The Singles Collection 2001–2011, Gorillaz
Parece mentira todo lo que consiguió Damon Albarn en la última década. En el documental Live Forever, estrenado hace casi diez años, el líder de Blur repasaba, desganado y sin ocultar el fastidio, su fracaso noventoso en esa lucha desigual que emprendió contra Oasis. Albarn se la pasa cabizbajo en la película y da a entender que se siente avergonzado de haber participado en esa batalla hoy ridícula. En aquel momento, Damon ya estaba en otra porque, más allá de que el documental sea contemporáneo a Think Tank (03) –único disco de Blur sin Graham Coxon–, él había recibido el nuevo milenio con un proyecto ambicioso que había concebido junto a su amigo Jamie Hewlett. Una banda virtual con miembros animados, rodeada de un sinfín de invitados y que le permitiera no tener que poner la cara jamás. Suena ladri, pero diez años después Gorillaz se convirtió en el éxito más grande de la variopinta carrera de Albarn. Antes de llegar a este presente consolidado de Gorillaz, Damon pasó por todos los lugares comunes de la estrella que abandona un grupo y queda sin rumbo: un disco pretencioso –Mali Music (02)– que se hacía cargo de un costado cercano a la world music; ese álbum de reunión de Blur grabado en parte en África; un disco solista grabado en los tiempos muertos de esa gira de reunión y la creación de dos supergrupos (The Good, the Bad & the Queen y Rocketjuice and The Moon).
Gorillaz transitó la década y creció sin renunciar jamás a ese sonido candoroso para niños que, en los mejores momentos, se mezcla con un discurso post apocalíptico de mirada ácida sobre el consumismo.
-
Pero ningún recorrido que pueda trazarse de su carrera en estos diez años muestra una evolución tan sana como este nuevo compilado. The Singles Collection 2001–2011 es una colección de los temas más conocidos de la banda que comienza con el dub aniñado de “Tomorrow Comes Today” y llega hasta el perfil pop más bolichero de la reciente “Doncamatic”, agregado en la redición de Plastic Beach. Gorillaz transitó la década y creció sin renunciar jamás a ese sonido candoroso para niños que, en los mejores momentos, se mezcla con un discurso post apocalíptico de mirada ácida sobre el consumismo. Tal vez Albarn nunca será feliz, pero como canta en “Clint Eastwood”, le alcanza para ponerse contento. / Nazareno Brega
-
GORILLAZ
The Singles Collection2001–2011
(EMI)