The xx en Buenos Aires: “Necesitábamos salir de nuestra pequeña burbuja”. Entrevista

Los Inrockuptibles
Los Inrockuptibles
Published in
11 min readMar 21, 2017

Afines de los años 2000 descubríamos a The xx, tres jóvenes londinenses escuálidos, que evocaban una versión enferma y anoréxica de The Cure. El trío tocaba de forma minimalista, limitado por sus competencias y su pobre arsenal: un teclado viejo, guitarras cuyas cuerdas no servían, programaciones balbucientes.

El sonido era estrecho, ahogado, pero las intenciones ya eran vastas: cruzar un pop bien tímido y melancólico con la embriaguez del clubbing, del two-step triunfante en aquel entonces en la noche londinense. Entre abandono, renuncia y hedonismo, el primer disco, XX (2009), imponía una estética desolada pero curiosamente eufórica. Una música de crisis pero llena de esperanza.

Coexist (2012), un segundo álbum que quizá salió demasiado pronto, se encargará de confirmar las intenciones, sin animarse todavía a romper un molde tan pacientemente modelado. Romy Madley Croft (guitarra y voz) y Oliver Sim (bajo y voz) se conocían desde el jardín de infantes, y se encontraron con Jamie xx Smith (programaciones, ritmos) en la primaria: pese a que los tres imaginan hoy cambios y liberaciones, lo cierto es que el trío es prisionero de esta larga amistad, con todo lo que implica: lo no dicho, las costumbres, los compromisos.

“Cuando empezamos I See You, nos dimos cuenta de que nunca habíamos estado tan alejados, afectiva y geográficamente.” (Oliver)

Será necesario el éxito, como solista y en giras, del tímido Jamie xx para que la banda, inmovilizada por esta ausencia y debilitada por un duelo familiar, finalmente se haga algunas preguntas. Alejados geográfica, humana y quizá incluso musicalmente también, los tres londinenses aprovecharon ese largo silencio para ajustar las diferencias y los malentendidos.

De este período de confusión, dudas y desocupación, The xx (leé esta entrevista de 2012) salió maduro y con más ideas. El trío, al cambiar considerablemente sus costumbres y al salir de su garage londinense para grabar con perspectiva internacional, se escapó de un sonido que había quedado demasiado estrecho para su escritura, dejó que el pop penetrara en las tinieblas y descubrió la embriaguez del lirismo.

Influido por las huidas solistas de Jamie xx, el disco I See You podría ser uno de los más importantes del año, ya que –como Bon Iver o Kanye West, por ejemplo– The xx busca y encuentra otra manera de tocar la música popular en relación con su tiempo y su tempo diabólico, con sus vertiginosos cambios de humor.

Una música pop liberada, emancipada, que hará bailar y soñar al mismo tiempo. Las fronteras entre los géneros se vuelven cada vez más inciertas en The xx, banda fascinante, igual de fría que antes pero sin embargo sensual, que acá nos habla como nunca de sus reglas internas, de las angustias propias de la creación y de la Velvet Underground.

ENTREVISTA> Hay una sensación de liberación en I See You. ¿Es así?
Oliver: Cuando hicimos Coexist, pensamos mucho en qué era lo que al público le gustaba de The xx, nos aferramos a lo que sabíamos hacer. Esta vez nos soltamos mucho más, aunque, claro, no podíamos escaparnos de nuestro sonido, de nosotros mismos.
Jamie xx: Aunque no estuvieran escritas, había reglas estrictas sobre lo que estaba autorizado y lo que no en una canción de The xx. Una de las reglas era que las canciones tenían que poder ser tocadas en vivo, sin bandas ni músicos adicionales. Pero esta vez no tuvimos eso en cuenta, decidimos dejar para más adelante el tema de la música en vivo. Por ejemplo, Stella de Warpaint toca la batería en una canción. Eso da nuevas ideas.
Romy: Antes de que se volviera un dogma, habíamos empezado a sonar “minimalistas” de pura casualidad: la falta de medios, la timidez, la incompetencia… Hacíamos lo mejor que podíamos. En este disco, no descartamos ninguna idea, llevamos a nuestra propia música la libertad de las canciones solistas de Jamie. Ya nada es muy esto o muy lo otro para The xx.

¿Cómo ven su carrera?
Oliver: Me suelo sorprender. Me asombraba y me sigue asombrando que a tanta gente le guste nuestra música. Un día, en una gira, paramos en un restaurante en la ruta en pleno desierto de Texas y estaban pasando nuestro primer disco. Sé que hay cocineros y modistas que trabajan escuchándonos. Esa gran mezcla de público y de utilización de nuestra música me alucina.

¿Qué es lo que da lugar a esa intimidad con su música?
Sin duda viene de la relación que tengo yo mismo con la música que me gusta, siempre muy cargada emocionalmente. También se relaciona seguro con el tipo de relación que tenemos nosotros tres, que es muy íntimo. Hablamos de eso con Romy cuando escribimos las letras, queríamos contar nuestras experiencias pero que al mismo tiempo el público pudiera proyectarse. Por esa razón nunca se trata de un tiempo, de un lugar, o de un género. Cuando conocemos a los fans, nos preguntan mucho por nuestras letras, se las apropian. No nos hablan nunca de nosotros ni de nuestra vida, y está perfecto así.
Jamie xx: El público siente la honestidad de nuestra música, la proximidad de tres personas que vivieron y vencieron todo juntas, ya que para alcanzar la luminosidad de I See You hubo que vivir en la oscuridad, entre las sombras. El disco refleja ese camino.

¿Su amistad sufrió el éxito y las giras?
Oliver: Conozco a Romy desde hace veinticuatro años y somos amigos con Jamie desde hace dieciséis. Así que claro, hubo momentos complicados. Cuando empezamos I See You, nos dimos cuenta de que nunca habíamos estado tan alejados, afectiva y geográficamente. Jamie estaba de gira, Romy pasaba la mayor parte de su tiempo en Los Ángeles, yo estaba en Londres… Fue un período muy duro para mí. Sin discusiones, sin la menor pelea, por primera vez sentía que nuestros caminos se separaban.
Romy: Después de haber pasado varios meses lejos, teníamos que volver a acostumbrarnos a vivir juntos. Al principio no fue fácil. Tenía en mi mente imágenes de los otros que ya no eran acertadas. Pero rápidamente rectificamos esos errores de juicio y nos acordamos de que éramos amigos íntimos antes de ser miembros de una banda. Solíamos dar por sentada nuestra amistad y la descuidamos. Terminamos necesitando espacio y tiempo. Solo que ese “tiempo” duró demasiado.

[youtube]https://youtu.be/Rh2uNrIgGf4[/youtube]

¿Siguen escribiendo cuando no están juntos?
Oliver: Siempre lo hicimos. Romy y yo siempre escribimos letras cada uno por su parte, Jamie nos suele hacer escuchar beats, loops.
Jamie xx: Aunque sean mis mejores amigos, siempre siento ansiedad, incluso pánico, cuando les presento nuevas ideas. La opinión de los otros cuenta muchísimo en esta banda.
Oliver: Lamentablemente, la comunicación no es el punto fuerte de The xx. No nos decimos todo, nos mantenemos en el statu quo, en lo no dicho… Terminamos por creer que nos conocíamos tanto que muchas cosas podían prescindir de las palabras. No es así. Hicimos mucho esfuerzo por enfrentar esa timidez y finalmente encontrar las palabras para expresar lo que sentimos. El silencio es el mejor medio para equivocarse, interpretar y extrapolar.
Jamie xx: Nos esforzamos por ser más honestos, menos diplomáticos unos con otros. Siempre fue difícil separar la banda de nuestra amistad.

Entre lo no dicho, ¿había cierto tipo de celos frente al éxito de Jamie como solista?
Oliver: Estaba seguro de estar celoso, me había convencido de eso. Fue una experiencia muy rara ir a verlo a sus recitales, escuchar nuestras voces mientras que con Romy estábamos en el público. Estar celoso sería prohibirle ese placer, esa libertad: no sería justo. Y básicamente estoy orgulloso de él, de su éxito. Incluso haberlo visto en escena me motivó para relanzar The xx cuando estábamos en punto muerto.
Romy: Estaba celosa en el sentido de que lo extrañaba. Gracias a él y a sus conciertos, finalmente comprendí que tenía una necesidad imperiosa de estar en el escenario. Le reprochaba haber frenado el avance del nuevo disco pero hoy me doy cuenta de que sin su carrera como solista yo nunca hubiera tenido todo ese tiempo para dedicárselo a las nuevas canciones. Y a mi vida privada.

“Podríamos haber salido de la crisis con nuestro disco más triste y sombrío, pero fue al revés.” (Jamie xx)

¿Les devolvió la energía con sus DJ-sets?
Oliver: Cuando tocamos con The xx en recitales, Romy y yo estamos tan concentrados en nuestros instrumentos que no miramos nunca detrás a ver qué hace Jamie en el fondo del escenario. Y ahí, en sus recitales como solista, lo vi en el escenario por primera vez, totalmente liberado.
Jamie xx: Necesité mucho tiempo para divertirme. Desde la parte de atrás del escenario podía ver a Oliver y a Romy volverse cada vez más presentes, más cómodos. Mientras que yo me sentía pesado, torpe. Me di cuenta de que ellos actuaban a veces un papel, que eran buenos, presentes, comunicativos, incluso cuando no tenían el corazón puesto ahí. Ahora, en la gira, estaremos los tres en un pie de igualdad.

Su música siempre fue atmosférica. En I See You, se vuelve más concreta, más pop casi.
Oliver: Jamie estuvo de gira durante mucho tiempo; con Romy tuvimos mucho tiempo para pensar en este disco. Dialogamos muchísimo sobre lo que queríamos expresar… Poco a poco, fuimos tomando confianza en nuestra escritura. Ya no sentí ganas de disimularme detrás de imágenes y de metáforas. Y además, nos encanta la música pop, su lado tan directo… nunca es un placer culpable: es solamente un placer.
Jamie xx: Hace algunos años no nos hubiéramos animado a un disco tan expresivo, abierto, optimista. Es el destino el que lo quiso así: podríamos haber salido de la crisis con nuestro disco más triste y sombrío, pero fue al revés.
Romy: Desde el principio, quería canciones más rítmicas, más dinámicas. Ya habíamos avanzado en esa dirección en los últimos recitales. Nuestras influencias pop fueron lentamente apareciendo en la superficie. Se relaciona también con una mayor competencia en cuanto que músicos y cantantes, gracias a la experiencia en el escenario. Hoy controlo mucho mejor mi voz que al comienzo. Ya que antes de The xx nunca había cantado en público, ni siquiera en el coro de la escuela. ¡Hoy canto hasta en mi casa! Vivo esta liberación también con la escritura, que ya no es críptica. Por primera vez, me impuse escribir letras positivas sobre el amor. Ya no sobre la separación, la ausencia… Fue un verdadero desafío escribir sobre la felicidad sin caer en lo cursi. Pero tenía una gran ventaja: ya no tengo muertos en el placard. Estoy liberada de toda oscuridad.

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=blJKoXWlqJk[/youtube]

¿De dónde viene la idea de la caja como espejo?
Romy: Crecí sola con mi papá, quien tenía una extraña costumbre: durante la cena, ponía un disco en el tocadiscos y escuchaba en silencio. A menudo era algo de The Velvet Underground. “I’ll Be Your Mirror” fue una influencia constante para nuestro nuevo disco. Cómo un amigo puede volverse un espejo, ver en vos cosas que vos mismo no ves… Esa canción me hizo pensar en mi papá, en mi infancia, en la amistad dentro de la banda también. La letra dice “Please put down your hands ’cause I see you”, y de ahí el título del disco, I See You

¿Cambiaron su forma de trabajar?
Oliver: Ya no hay un método único. Durante mucho tiempo, fijamos límites, reglas, porque nos gustaba hacerlo. Necesitábamos barreras para concentrarnos. Ahora liberamos todo. Claramente no nos aportó serenidad, tuvimos altos y bajos, pero ahora que salimos de esa masacre, estoy feliz con lo que ese cambio produjo. En mi vida personal, en mi vida como músico, la pasé mal durante la fabricación de este disco. Por eso esa necesidad consciente de hacer canciones más felices, más optimistas.
Jamie xx: Nunca escuché hablar de un gran disco que haya nacido de la felicidad sin ningún trauma de por medio… Acá hubo abismos, el disco es fruto de una lucha sin piedad contra la impotencia… Necesité el influjo de Romy y de Oliver, sin ellos solo haría porquerías. Felizmente, canciones como “I Dare You” nos volvieron a colocar en el camino correcto. Estábamos en Islandia, muy felices, muy aliviados. Era la primera vez que podíamos salir de mi garaje y grabar en verdaderos estudios: Reikiavik, Texas, Los Ángeles, Nueva York, Londres… Necesitábamos salir de nuestra pequeña burbuja. Habíamos probado todo, hay muchas versiones de cada canción. Mi trabajo puede ser muy fastidioso. En el fondo, soy un nerd que hizo su laburo. Por ejemplo, no puedo escuchar una canción: la disecciono. Con las letras no, me importan menos. Pero quiero comprender el sonido, me fascina ese misterio. Como con James Blake: no lo entiendo y me fascina.
Oliver: Varias veces pensamos que el disco estaba terminado. Pero no podíamos evitar volver, probar de nuevo otra cosa, patear la línea de llegada. A veces fue muy frustrante. Al punto de que le suplicamos a nuestro mánager que nos impusiera una fecha límite. Y cuando llegó esa fecha ¡aparecieron un montón de ideas nuevas, frescas y locas!
Romy: Gracias a un software muy simple como Garage Band, le tomé el gusto al trabajo en el estudio. Pude grabar sola maquetas bastante complejas, canciones enteras que le envié a Jamie. Él estaba feliz de no tener que rellenar los blancos. Como yo me sentía culpable de componer canciones más pop, con secciones rítmicas y arreglos, me fui a escribir para otros, para artistas pop, en Los Ángeles. Así, co-compuse verdaderas canciones pop, rodeada de productores y de músicos de estudio, que se apoyaban en mí para las melodías vocales… Están intentando darles mis canciones a grandes estrellas (sonrisa)… Este método de trabajo, en el que tengo que improvisar en medio de desconocidos, al principio me angustió y luego me desinhibió. Aprendí mucho en término de melodías, de estructuras. Mi forma de cantar en I See You estuvo marcada por esa experiencia. Sobre todo una canción como “Dangerous”, vivaz, bailable, y optimista, que marcó el tono del disco. El clubbing siempre formó parte de nuestra vida cotidiana. Así que es normal que esa música irradie a la nuestra. Me encanta esa mezcla entre la euforia de los ritmos y la melancolía de las canciones.

“Hasta hace cuatro años, en un recital parecía que me habían obligado a subir al escenario. Pero al final de la gira de Coexist empezamos a cambiar, a tomarle el gusto, a estar más en confianza.” (Romy)

¿Cambiaron sus funciones con el paso de los años?
Oliver: Romy y Jamie están hoy mucho más cómodos, más en confianza. Romy, por ejemplo, se involucra mucho más en todo lo visual. Jamie sigue siendo el amo del estudio, pero nunca se transforma en dictador. A mí me encanta escribir y tocar, algo que durante mucho tiempo fue doloroso; no sé qué fue lo que me motivó a aguantar durante tantos años. Tocar en el escenario se volvió algo placentero hace poco.
Romy: Lo mismo me pasó a mí. Hasta hace cuatro años, en un recital parecía que me habían obligado a subir al escenario. Pero al final de la gira de Coexist empezamos a cambiar, a tomarle el gusto, a estar más en confianza.

¿Escribir ayuda?
Jamie xx: Este disco me sirvió como purga, me liberé de emociones que me pesaban. Como no hablo mucho en la vida cotidiana, explotaría si no pudiera expresarme con la música.
Oliver: Este disco fue una terapia violenta para mí. Recibí mucha información por parte de Romy cuando vi sus letras. Cosas que yo no sospechaba y que ella me confesó.
Romy: Como detestamos los enfrentamientos y los conflictos, los mensajes pasan a través de las canciones. Acá, por primera vez, hubo explicaciones de los textos, ya que escribimos juntos. De repente nos volvimos más honestos los unos con los otros. Escribir siempre me ayudó… Cuando era chica, era muy introvertida, tímida, poco femenina, andaba en skate y dibujaba. Pero ya tenía el chip de la escritura gracias a la poesía. Le hice escuchar el disco a mi familia y me quedé con ellos en la habitación. Parecían encantados. Pero cuando les hice escuchar Coexist, al escuchar las letras mi tía me dijo: “Romy, ¿me tengo que preocupar por vos?”.

-

The xx - I See You

The xx
I See You

(Young Turks)

> thexx.info

En vivo el viernes 31 a las 20.30 en el Main Stage 2 del Lollapalooza (Hipódromo de San Isidro).

> lollapaloozaar.com

--

--

Los Inrockuptibles
Los Inrockuptibles

El medio para los que hacen — Música, cine, libros, artes y más.