Top 5: Regresos sin gloria
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5) Small Faces
Playmates
(1977)
Después de sacar Ogden’s Nut Gone Flake (1968) en una bonita edición, los Small Faces decidieron madurar. Tres se fueron a armar los Faces (se iban a llamar “Las calzas de Rod Stewart” pero lo cambiaron a tiempo) y Marriott se juntó con Peter Frampton para hacer Humble Pie, que musicalmente suena como un pedazo de vacío con muchas venas. Luego de unos años, vuelven a ser los caras pequeñas, y sacan este disco que, por el título, sugiere que estaban armando un musical para Carlos Paz.
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4) The Vaselines
Sex with an X
(2010)
Hay que admitir que es muy difícil volver al ruedo después de una estigmatización global gracias a Kurt Cobain. El caso de Daniel Johnston es más fácil, ya que jamás se enteró quién era el rubio deprimido que usaba su remera (las ventajas de estar psíquicamente desordenado). Sex with an X es tibio, como un termotanque de departamento en la playa: mucha espera para solo cinco minutos de ducha intensa (la metáfora mas cuartetera que se nos podría ocurrir). Lo que no tiene salvación es la tapa: no pedimos que salgan con pulóveres verdes, pero ¿hacían falta esas camperas de cuero de Av. Córdoba al fondo?
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3) Happy Mondays
Uncle Dysfunktional
(2007)
Si bien la mayoría de estos casos son discografías impecables con retornos innecesarios, el caso de los Happy Mondays es diferente. Su último disco en estudio fue… Yes Please! (1992), punto clave en la caída del imperio madchesteriano (por no decir malísimo), pero bueno, tampoco podíamos pedir mucho después de 730 días party people. Tres años más tarde (sonido de arpa), Shaun revivió con uno de los mejores retornos de la historia musical: Black Grape. Es por eso que le pusimos mucho cariño a la vuelta de Happy Mondays, pero el disco es tan genérico como un playmobil sin accesorios.
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2) Pixies
Indie Cindy
(2014)
“Dale Kim, copate y grabemos un disco”, dijo Black Francis. “No hay trato”, dijo Kim (un chiste sutil, porque no todo es explosión). A Joey Santiago ni le preguntó porque es su mascota. “Ya vas a querer volver cuando todos digan ‘qué bueno el disco que sacaron los Pixies con la marplatense que tocaba con Corgan’”, le gritó Black a la puerta cerrada y llamó a Gil Norton, el productor de toda la vida. “Hola, ¿Gil? Che, fijate si tenés algún DAT con cosas que quedaron afuera de Trompe Le Monde… ¿Sí? ¡Genial! Mandámelas por correo que se las llevo a un pibe de Mercado Libre que me lo pasa a wav y lo editamos, le ponemos ‘Indie algo’ y es un golazo.”
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1) The Stooges
The Weirdness
(2007)
Stooges /Fun House /Raw Power. Un podio envidiado por muchos, el triángulo de las Bermudas (de cuero), la trifecta de Detroit, el número mágico. Todo hasta que les llegó la peor enfermedad que padece la música, especialmente el rock “crudo”, ese mal despiadado que no perdona ni deja rastro de dignidad alguno: el viejazo. Esta enfermedad no solo ataca la parte auditiva de las víctimas sino la visual: la tapa de The Weirdness es PLATEADA (el famoso lujo de mal gusto: ver el tramo final de la discografía de Los Redondos). El único ganador de todo esto es Mike Watt (creador del hardcore progresivo, saque usted sus conclusiones) que se dio el gusto de ser un Stooge por unos años.
