Tumaranké, el smartphone como herramienta de inclusión social
Mediamorfosis vuelve a Buenos Aires los días 30 y 31 de agosto y, en su nueva edición, el foro sobre nuevas tecnologías y narrativas trae este documental en el que un grupo de migrantes menores no acompañados cuentan su propia historia.
Por Pablo Jaulin
Tumaranké empieza con un guiño a la foto de John Stanmeyer que ganó el World Press Photo Of The Year 2013: imágenes de jóvenes migrantes apuntando al cielo con sus celulares, como si buscaran señal. Pero algo cambió desde esa foto; ya no es solamente la cámara del reportero la que nos muestra esta realidad. Los migrantes, menores y –en este caso– sin acompañantes, llegan a Europa con sus smartphones. Son ellos mismos los que filmaron y dirigieron Tumaranké.
Tumaranké significa, en idioma bambara (hablado por 6 millones de personas en África), “viajero que deja su país en busca de un futuro mejor”. En los últimos 3 años llegaron a Sicilia 70.000 migrantes menores. Lo único que llevaban encima era un smartphone.
“En 2016 estábamos en el medio de la emergencia migratoria más grande que conocimos, con miles de menores de edad llegando solos a las costas de Sicilia”, cuenta la italiana Camilla Paternò, una de las productoras de Tumaranké y coordinadora del proyecto Re-Future, uno de cuyos resultados es este documental. “Lo que primero nos marcó fue la respuesta de la sociedad civil, que se movilizó para sacar a esos menores de los centros de retención en los que permanecían más allá del límite legal de 30 días, en general sin papeles y sin ir a la escuela. Pero lo que nos llamó fuertemente la atención fue que esos migrantes no traían nada, salvo un smartphone. A veces no tenían ni siquiera zapatos. Era una migración digital.”
Los migrantes, cuenta Camilla, usan los smartphones para conectarse con los que dejaron atrás o con quien los espera en algún lugar de Europa. Pero también los usan, como los adolescentes de cualquier país, para postear contenidos sobre el rapero que les gusta o una selfie en algún momento feliz del viaje.
“Necesitábamos poder oír las voces de estos chicos sin filtros. Nuestra tarea era ayudarlos a contar sus historias, porque ésa es la única manera de salir del anonimato que las palabras ‘refugiado’ o ‘migrante’ traen a la mente.” (Camilla Paternò)
“Conocíamos al director Andrea Caccia, que ya había realizado dos films participativos con adolescentes en colegios secundarios, enseñándoles cómo narrar sus experiencias con smartphones”, dice Paternò. “Diseñamos juntos un taller especial para estos chicos, sumamos un productor de sonido y un director de fotografía al equipo y definimos un calendario: dos talleres por semana durante 8 meses. Habíamos leído un artículo sobre una abogada, Carla Trommino. Ella fue la que introdujo la noción de tutores legales para estos casos de migrantes menores no acompañados. Le pedimos hacer estos talleres con su ONG AccoglieRete.”
Sumando voluntades de productoras y ONGs, obtuvieron subvenciones del Ministerio de la Cultura de Italia y fondos de fomento regionales. Accedieron también a una subvención del programa Creative Europe, prevista para proyectos que ayudarán a la integración de los refugiados. La apuesta central era que un smartphone podía convertirse en una herramienta para generar inclusión social. “Para eso teníamos una condición básica”, dice Camilla, “necesitábamos poder oír las voces de estos chicos sin filtros. Nuestra tarea era ayudarlos a contar sus historias, porque ésa es la única manera de salir del anonimato que las palabras ‘refugiado’ o ‘migrante’ traen a la mente.”
Los participantes eran originarios de diferentes lugares de África, la mayoría casi no hablaba italiano, acababan de llegar y estaban desorientados. Durante el taller, no hubo directivas ni temas predefinidos a la hora de filmar. “Queríamos que se sintieran completamente libres, que hablaran de lo que les interesara. Pienso en Lamin, un chico de 17 años que hizo un video, justo después de ir a un taller de fotografía, en el que desaparece lentamente en la oscuridad hasta que sólo se ven sus dientes brillando. ¿Eso era una sonrisa o qué?”
Nuevas narrativas
¿Puede una herramienta democrática y accesible como un smartphone romper la burbuja de las redes sociales y contar una historia a un público amplio? Tumaranké es un caso, junto a muchos otros, en los que el video funciona como plataforma hacia una representatividad social más grande. Lo que le da una luz particular a este documental es que estos chicos migrantes están, sobre todo, agradecidos. Agradecidos y lúcidos: unos se filman después de comer un sándwich (“de carne de caballo”), otros esperan el colectivo sin saber si va a pasar (“como cuando estábamos en el desierto…”), otro lee una carta de agradecimiento a los italianos y las italianas. En Tumaranké están hablando con la sociedad que los recibe.
Damian Kirzner, director de Mediamorfosis, eligió presentar Re-Future porque muestra cómo una narrativa creativa, pensada para una tecnología que ya está disponible, puede potenciar la transmisión de un mensaje. “Es interesante ver cómo estas personas, a las que seguramente les falten herramientas para moverse en Italia, son alfabetizadas transmedia, tal vez más que los docentes de la escuela a donde van a aprender italiano.”
“La pregunta es cómo hacer que estos grupos, tanto en sus vidas como en las aulas, puedan usar estas herramientas para expresarse y para aprender.” (Damián Kirzner)
El documental ya fue proyectado en varios festivales en Italia y hay varias proyecciones previstas en los próximos meses en Francia, Suecia, Turquía y en Buenos Aires. Con la integración como objetivo, la salida en salas está bien encaminada, además de proyectos de difusión en canales universitarios y en las escuelas.
Pensándolo desde el otro lado, ¿pueden los medios hoy en crisis –económica y de legitimidad– generar una nueva narrativa más inclusiva a partir de esta herramienta poderosa? Damian Kirzner dice que eso ya está pasando. “Estas experiencias pueden tener un lugar en los medios masivos, en primer lugar porque son noticias, ya se están levantando como noticias. Pero lo más importante de Tumaranké es que nos muestra que los grupos excluídos pueden crear obras colaborativas, creando y contando sus propias historias. La pregunta es cómo hacer que estos grupos, tanto en sus vidas como en las aulas, puedan usar estas herramientas para expresarse y para aprender.”
“El formato es replicable”, dice Camilla. “Cualquiera con algún conocimiento de filmación y de pedagogía puede hacer esto. Podés cambiar la duración de los talleres, los ejemplos, el equipo educativo, el tipo de historia que contás… El celular puede ser una herramienta que sirva a la inclusión social.”
Camilla Paternò dará su charla El smartphone como medio de integración — Tumaranké el 31 de agosto a las 17.30 en el Salón Auditorio.
Tumaranké se proyectará el 30 de agosto a las 15 en el Salón 2.
Mediamorfosis
30 y 31 de agosto de 9 a 19 horas en el C3 — Centro Cultural de la Ciencia (Godoy Cruz 2270, CABA).
Las entradas están disponibles en Eventbrite.
