Ziad Doueiri muestra las tensiones del mundo árabe

“El insulto”, nominada a los últimos Oscar, cuenta cómo puede agrandarse un conflicto mínimo entre un libanés cristiano y un refugiado palestino.

Por Serge Kaganski

Con este largometraje, nominado al Oscar como mejor película extranjera, Ziad Doueiri no se va a ganar ningún amigo en Líbano ni en el mundo árabe. El insulto cuenta cómo un conflicto insignificante entre dos vecinos, un libanés cristiano y un refugiado palestino, termina en un intercambio que se pone cada vez más acalorado, hasta llegar a los golpes de puño para terminar con la intervención de la Policía. Y todo esto por una tubería que pierde agua… La película intenta evidenciar que esta falta de sentido se produce por la acumulación de muchas razones, cuyos orígenes violentos tienen que ver con la historia de los protagonistas y de los países de los que provienen.

En la visión internacional de la mayor parte de la historia del Líbano, los palestinos son víctimas y los cristianos libaneses, los opresores. Sin embargo, Doueiri tiene la audacia de recordar que los cristianos también fueron masacrados y que los palestinos cargan con la mancha de asesinos de civiles. A pesar de que esta postura es minoritaria en el mundo árabe, la película no es absolutamente maniquea, ya que le da lugar a todos los argumentos contradictorios de esta visión. Es una lástima que el estilo de Doueiri no sea tan sutil con respecto a este propósito y que exhiba una insistencia demasiado excesiva, con primeros planos tautológicos, música machacante y una puesta en escena que tiende de manera evidente a buscar el objetivo de mostrar el camino a seguir para arreglar las cosas.

El insulto
De Ziad Doueiri
Con Adel Karam y Kamel El Basha