Despedidas

Laura Llopis
los relatos de la maga
3 min readMay 15, 2018

Recomendación musical: Despedida — Izal

Ilustración de Joey Guidone

Llevaba meses pensando en escribir un mail de despedida. Lo primero que hago por las mañanas es meditar. Desde hace días por las noches también. Hago listas de Spotify compulsivamente. Algunas solo tienen una canción. Tengo libretas por personas, en las que les escribo todo lo que no me atrevo a decir. Cada vez las uso menos. A veces me da pereza ir a ver a mi madre. Luego me siento culpable y la llamo a deshoras. Mi madre ha dejado de cocinar. Dice que ya está harta, que prefiere comer cualquier cosa. Mi plato favorito es el arroz con acelgas. Cuando elijo restaurante siempre reservo japonés. Me gusta andar descalza, pero odio mancharme los pies. Soy de perros aunque tengo una gata. Mi perro se llamaba Orson. Le dije adiós muchas veces antes de decirle adiós por última vez. Mi novela favorita siempre fue Rayuela. Ahora no sé cuál es mi novela favorita. La Maga es el mejor personaje del mundo. Mi gata es La Maga. De pequeña tenía un bote lleno de canicas con el que jugaba a todas horas. Me las compraba mi padre aunque a mi madre no le hacía ninguna gracia, decía que un día pisaría una y se mataría. Mi padre siempre gastaba bromas. Entonces no me reía de ellas, ahora las añoro. Leo tres o cuatro libros a la vez. Algunos me los dejo a medias. No tengo mejor amiga, ni mejor amigo. No podría decidir quién es. Escribo mucho en post-its y notas en el móvil. Hace mucho tiempo que no me enamoro. Quizá porque en pocos años me enamoré muchas veces. Libreta roja: hoy he estado a punto de besarte en la boca, me pasa desde hace meses cada vez que nos vemos. Llevo tres días escuchando la misma canción. Los cromosomas tienen toda la información genética de una persona. Cuando miro a algunas personas me imagino sus cromosomas. Me mareo en las curvas, también en los barcos. Tengo una chaqueta de mi padre guardada en una caja en el altillo del armario. No me gusta, no la usaré nunca, pero no puedo desprenderme de ella. Mi hermano me enseñó a atarme los zapatos, a buscar en el diccionario y a nadar. Ahora estamos lejos. Microsoft dice que en 10 años acabará con el cáncer. Cuando voy a un concierto me extraña que personas tan diversas estemos en el mismo sitio, a la misma hora, haciendo lo mismo. A veces me pregunto cuánta gente estará haciendo el amor en este momento. Libreta azul: Anoche te dije que te quería pero hace tiempo que dejé de hacerlo. El cerebro tiene 85.000 millones de neuronas. Se comunican entre sí a través de miles de autopistas complejas. Comunicarse es difícil. Mi madre está preocupada por mí, creo que nació preocupada por mí. En cambio mi padre era más de dejarme volar y curarme las heridas de guerra después. Escribo el mail con todo el amor que puedo, no sería capaz de hacerlo de otro modo. La Maga siempre me pide comida a las mismas horas, es feliz con la rutina. A veces medita conmigo. Libreta roja: creí que este duelo había concluido hace tiempo, pero se abre una y otra vez, soy incapaz de despedirme de ti. Los hombres de 40 nada tienen que ver con las mujeres de 40. No sé nada de vinos y no me importa decirlo. Hay gente que se regodea en los recuerdos como falsa terapia. Los divorcios se redujeron con la crisis. Libreta azul: los dos sabemos que esto está acabado, pero ninguno se atreve a plantearlo. La publicidad no le importa a nadie, a veces ni siquiera a los que la crean. La historia es algo que ha hecho muy poca gente. Nadie ve Sálvame pero es el programa más visto. Todos queremos ser nuestra mejor versión pero es difícil conseguirlo cuando uno vive solo. La música tiene el poder de cambiar el estado de ánimo. En la universidad me enamoraba de mis profesores. Dicen que ahora se lleva mucho lo de ser sapiosexual. Libreta azul: tardé tres años en dejarte atrás, tres años que ahora sé que perdí. Muchos dicen que si pudieran retroceder no cambiarían nada, yo cambiaría muchas cosas. Libreta roja: por mucho que intente lo contrario, siempre te quiero. Cuando le di a enviar al mail sentí alivio. Por fin una despedida que estaba bien.

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