Conocimiento: Un Asunto de Vida o Muerte
El diagnóstico definitivo de la humanidad ha sido revelado. Y lo interesante es que los descubrimientos han sido publicados desde hace varios miles de años y, sin embargo, su certeza es indiscutible:
Jeremías 4:22
“Porque Mi pueblo es necio,
No me conoce;
Hijos torpes son,
No son inteligentes.
Astutos son para hacer el mal,
Pero no saben hacer el bien.”
Podemos notar en esta declaración, que hay una relación directa entre nuestro conocimiento de Dios y la manera en que vivimos. Pues según podemos leer en este pasaje, aquel que no conoce a Dios, no sabe hacer el bien, de hecho, su astucia es usada para hacer el mal. Y para Dios, nuestro creador, esto implica ser necio, torpe y bruto (no ser inteligente).
Job 28:28
«Y dijo al hombre: “El temor del Señor es sabiduría,
Y apartarse del mal, inteligencia”.»
El gran problema de nuestro mundo, la gran calamidad de la humanidad es la falta de conocimiento de Dios. Ese desconocimiento hace que no podamos ver quién es Él y quiénes somos nosotros delante de Él. Por esta razón lo hemos rechazado y algunos lo siguen rechazando, por nuestra ignorancia.
Es como aquellos que no tienen conocimiento de arte o de cine y consideran que las mejores obras de arte son absurdas o sin sentido y que las películas que han ganado un Oscar son malas (algo que me a mí me pasa con frecuencia).
Juan 1:9–13
“Existía la Luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre.
Él estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de Él, y el mundo no lo conoció. A lo Suyo vino, y los Suyos no lo recibieron. Pero a todos los que lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en Su nombre, que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios.”
Jesús, el Hijo de Dios, por medio de quien fueron creadas todas las cosas, estuvo entre nosotros y su creación, su propio pueblo, no lo logró reconocer. Ese es el gran problema. Dios ha manifestado su existencia a través de lo creado (incluso nosotros mismos) y de forma plena en la persona de Jesús. Pero muchos no han logrado darse cuenta, no lo han conocido. Y este problema tiene consecuencias eternas.
Juan 17:3
“Y esta es la vida eterna: que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.”
La ignorancia sobre Dios conducirá a una eternidad indeseable, mientras que a través conocer a Dios podemos realmente alcanzar la vida eterna, y podemos asegurarlo porque nuestro conocimiento de Dios nos ayudará a entender:
- Que hay una eternidad, con Él o fuera de Él.
- Que nuestro pecado nos condena a vivir la eternidad sin Él.
- Que necesitamos un mediador entre Dios y nosotros.
- Que sin ese mediador no tenemos ninguna esperanza de reconciliación con Dios.
Si conoces a Dios, ninguna de estas afirmaciones (eternidad, pecado, mediador, reconciliación) va a inquietarte, y permanecerás lejos de la vida eterna y a las puertas de la condenación eterna.
Hechos 17:26–28
»De uno solo, Dios hizo todas las naciones del mundo para que habitaran sobre toda la superficie de la tierra, habiendo determinado sus tiempos y las fronteras de los lugares donde viven, para que buscaran a Dios, y de alguna manera, palpando, lo hallen, aunque Él no está lejos de ninguno de nosotros. Porque en Él vivimos, nos movemos y existimos…”
Dios quiere que lo conozcas, y envió a Jesús para mostrarse de forma total a su mundo. La vida, muerte y resurrección de su Hijo es el deseo de Dios de ser conocido y de otorgar perdón ilimitado a su mundo. Dios ha hecho todo lo necesario para ser conocido, ser amado y ser adorado por su creación.
Conocerlo es un asunto de vida o muerte, no pierdas más tiempo.
