Deléitate en el Conocimiento de Dios

Yohana Molina
Lumbrera
Published in
2 min readMar 4, 2021
Photo by Amy Tran on Unsplash

Por mucho tiempo estuve segura de conocer a Dios, pero no vivía de acuerdo a lo que dice su Palabra. Me definía como una mujer creyente, sin embargo, no abría la biblia, no me congregaba ni hacía parte de algún grupo pequeño en donde se estudiara y se meditara en la Palabra de Dios. Entendía que era suficiente saber que Dios existía y me amaba para decir que era creyente. Pero mi vida reflejaba lo contrario.

Hoy para mí es tan real entender que la Palabra de Dios no es sólo teoría. La Biblia es la verdad que necesito conocer para hallar a Cristo de manera constante y permanente. En ocasiones lo olvido, por eso es importante desarraigar de nosotros ver el conocimiento de la Palabra como una “herramienta que enriquece el intelecto espiritual” y arraigar la necesidad de conocer, estudiar y meditar las escrituras para aplicarla, vivirla, modelarla y enseñarla.

Dios ordena ser alumbrados por su Palabra (Salmo 119). Por esta razón no hay cristianos que no amen y no sean celosos en su necesidad de tener espacios para la lectura de la Biblia. Todo cristiano debe leer la Biblia, pues es la forma de deleitarnos en Dios de manera provechosa. Él se ha revelado a través de las Escrituras, escribió su carácter, su voluntad, cualidades, poder y perfección, claramente describe que le agrada, lo que le ofende, entre otras cosas.

Es de vital importancia el estudio de la palabra y que cada aprendizaje invada nuestros pensamientos. Es necesario que intencionalmente pasemos de la reflexión teológica a la reflexión práctica, tomando como modelo a Cristo. Porque cuando deseamos adquirir el verdadero conocimiento de Dios con la motivación correcta somos impulsados a ser renovados, a crecer en sabiduría cultivando una relación genuina con nuestro Creador. Entonces, nuestras vidas darán testimonios a los incrédulos de que Cristo es el Señor, porque como creyentes estaremos siendo ejemplo en palabra, conducta, amor, fe y pureza (1 Tim 4).

--

--

Yohana Molina
Lumbrera
Editor for

Hija de Dios, discípula de Cristo, esposa, madre, hija, hermana, tía, muchos títulos que no tienen precio. Para todo lo demás hay que estudiar