El Propósito de la Libertad
Seguramente hemos escuchado o leído sobre la vez en que Moisés estuvo frente a una zarza que ardía en fuego y no se quemaba. Creo que sin lugar a dudas, Moisés podría decir que ese fue uno de sus días favoritos de toda su vida. Y me atrevo a decir esto, porque ese día Moisés habló con Dios. Ese día, Dios se presentó a Moisés como el “YO SOY”. Pero además de esto, que ya de por sí es bastante para cualquier persona, ese día el “YO SOY” le dijo a Moisés que había sido escogido por Él para llevar a cabo una misión:
Éxodo 3: 10
“Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.”
Dios, escogió a Moisés para esta misión por que según le dijo: “Ciertamente he visto la aflicción de Mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado su clamor a causa de sus capataces, pues estoy consciente de sus sufrimientos. Así que he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y para sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel…” — Éxodo 3: 7–8
Como acabamos de leer, el “YO SOY”, determinó que a través de Moisés va a liberar a Su pueblo de la aflicción y del sufrimiento en el que viven por causa de la esclavitud a la que están sometidos en Egipto. El Dios creador de todo el universo, el todopoderoso, el que sostiene todo lo que existe, ha escuchado y visto el dolor de un pequeño pueblo y decide cambiar su situación. Y aquí podemos ver dos cosas:
- El Señor está haciendo esto por un pequeño pueblo, que es Su pueblo.
- A parte de liberarlos de la esclavitud (que es un tremendo de regalo), también determina llevarlos a un sitio totalmente diferente donde vivirían en libertad, donde vivirían de una manera diferente. Sostenidos por Él y con Él habitando en medio de ellos.
Si nos quedáramos solo en este pasaje de la Biblia, cualquier podría pensar que el propósito de Dios al liberar a este pueblo de la esclavitud era simplemente que ellos vivieran mejor, que tuvieran más tiempo libre, que se sintieran bien, que no tuvieran necesidades, que comieran bien, que sus hijos tuvieran una mejor educación, y así. Es decir, podríamos pensar que Dios había decidido salvarlos por causa de ellos mismos. Pero cuando seguimos adelante en la historia, el mismo SEÑOR nos deja claro cuál es su propósito:
Éxodo 3:21
“…cuando hayas sacado al pueblo de Egipto ustedes adorarán a Dios en este monte.”
De manera que Dios ha decidido liberar a Su pueblo con el propósito final de que Él mismo sea adorado, de que El mismo sea quien reciba la gloria y la honra y la alabanza de Su pueblo, y de mientras hace esto le ofrece a su pueblo unos beneficios incalculables. ¿Cómo te parece la forma en que Dios hace las cosas?
Imaginemos por un momento que nosotros hacemos parte de un pueblo esclavizado, y somos sometidos a toda clase de maltratos, trabajos forzados, tratados como animales, mal nutridos y además de nosotros, están ahí nuestros hijos, esposas, hermanos, sobrinos y nuestros padres en esa misma situación. Sin ninguna esperanza de que las cosas cambien por nuestro propios medios. Y de pronto un Rey poderoso promete sacarnos de ese lugar y además llevarnos a Su país en condiciones completamente diferentes, para ser libres bajo su gobierno. No se tú, pero yo desde ese mismo día sería el fan número uno de ese Rey, lo seguiría en las redes, le daría like a lo que publique. De hecho, estaría pendiente constantemente de lo que tenga por decir y se ganaría mi admiración, mi agradecimiento y mi fidelidad para siempre. Además, hablaría de este Rey a mis hijos, a mi esposa, a todo el que no sepa de Él y de lo que ofrece.
Hay mucho por decir sobre esto, pero en esta publicación haré un esfuerzo por ser lo más resumido posible:
Todo lo que Dios hace, lo hace para Su gloria, para que desde la eternidad y hasta la eternidad sean conocidos sus atributos, sea admirado, sea exaltado y su gracia sea alabada.
Este Dios nos ofrece hoy (gratuitamente), a través de Su Hijo (Jesús), la libertad que ofreció en su momento a los israelitas en Egipto. Libertad que fue comprada a favor nuestro con la sangre de Jesús (por quién hizo, en quién hizo y para quién hizo todas las cosas). El propósito de Dios no es nuestro bienestar, el propósito de Dios es la Gloria de Sí mismo a través de lo que ha hecho en Jesús. El no hace las cosas para nosotros, Él hace las cosas para Él. Sin embargo, nosotros recibimos el beneficio de lo que Él hace. Y así todos ganamos, nosotros recibimos su gracia y Él recibe toda la gloria.
Y puede alguien pensar: “yo no soy esclavo!”, “no necesito una libertad distinta a la que ya tengo”. Y sobre esto, puedo decir que hemos estado viviendo tanto tiempo como esclavos que no notamos que lo somos, ya es parte de nuestra manera de vivir y de pensar, es nuestra naturaleza, y aquí es donde cabe lo que Jesús enseñó:
Juan 8:31–32
“Si ustedes permanecen en Mi palabra, verdaderamente son Mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”
Es imposible creer que hay una manera radicalmente diferente de vivir y pensar si no conocemos que existe, si los demás hacen y creen lo mismo que yo. Por eso necesitamos conocer la verdad, saber qué nos ofrece Dios a través de Jesús. Estoy seguro que una vez lo conozcas no querrás volver a vivir como lo hacías antes, y estoy seguro de que así como yo, te unirás a los muchos que hemos sido liberados y que ahora nos hemos hecho seguidores y embajadores del REY.
