No nos cansemos de hacer el bien

Yohana Molina
Lumbrera
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4 min readApr 19, 2020

Santiago 4: 4 Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace le es pecado.

Existen evidencias en nuestras vidas que denotan si andamos en el Espíritu. Evitar las obras de la carne y hacer las obras del espíritu es una de estas evidencias. En Gálatas 5, el apóstol Pablo enseña sobre las obras de la carne y el fruto del espíritu, pero esto no termina ahí, la biblia contempla pasajes enteros y testimonios de las manifestaciones y consecuencias de vivir en la carne o experimentar el vivir en el espíritu.

Vivir en la carne nos lleva a ver La Palabra de Dios expresada en la biblia como una lista de cosas que se pueden o no hacer, pero vivir en el espíritu nos señala las cosas que se deben hacer .

Andar en el espíritu se refiere a las virtudes de la vida en santidad que son consecuencia de cultivar en nosotros el fruto del espíritu, permaneciendo en el amor de Jesucristo.

El fruto del Espíritu Santo es evidente en todo creyente que pone en práctica su fe. Un creyente que sabe que ha sido redimido, un creyente que ha resucitado con Cristo, es un creyente que anhela con su vida anunciar las virtudes de aquel que lo llamó a su luz.

Gálatas 6:1 nos indica como una señal de tránsito que:

No seamos tentados a pecar por la altivez al momento de restaurar al hermano

Hagámoslo con mansedumbre, recordando siempre la misericordia con la que Cristo nos trató cuando estuvimos en esa posición, esto es, lejos del camino, de la verdad y de la vida.

La mansedumbre es un fruto del Espíritu Santo, restaurar al hermano con mansedumbre es una evidencia que vivimos por el espíritu. No satisfagas el deseo de tu carne queriendo ser juez y condenar a tu hermano (esposo, hijos, hermanos en Cristo, padres, compañeros de trabajo, etc.) sin antes llevarlo al camino del verdadero arrepentimiento y a una verdadera entrega a Cristo. No significa que no haya lugar a disciplinarle, pero la disciplina debe ser aplicada intencionalmente, con bondad, para que tu hermano vea a Cristo restaurarle y no condenarle

Juan 3:17 porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

No seamos tentados por el egoísmo al momento de darnos

Gálatas 5:13 con amor nos regala el mensaje de libertad pues dice

A libertad fuisteis llamados para que sirvamos por amor los unos a los otros, Porque la ley de Cristo es que Ames a tu prójimo y yo al mío con la misma pasión con la que nos amamos.

Volviendo al capítulo 6 de Gálatas : una manifestación de esto es sobrellevar las cargas los unos por los otros, bendecir a nuestros maestros. Los versículos del 2 al 10 de este capítulo nos enseñan que debemos estar atentos a las necesidades de nuestra comunidad.

Dejar de vivir para mí y sumarnos a la gran misión de contribuir con nuestras vidas a que el reino de Jesucristo avance”.

Nuestro andar en el espíritu nos lleva a ser usadas para ayudar a las personas en oración, en palabras de afirmación, en edificación, consuelo, ánimo, fe y presencialmente en apoyo físico, económico, entre otros. No porque necesitemos acumular obras, sino porque esto agrada al Señor.

Sin acepción de personas todos necesitamos ser cuidados, ser amados y Juan 15:13 nos dice que nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos como lo hizo Cristo.

No nos cansemos de hacer el bien a todos incluye a las autoridades y si tú eres autoridad, no te canses de hacer el bien a tus subalternos tal como lo hace Cristo: Su autoridad es el Padre y Cristo se sujeta a él y le obedece, sus subalternos somos cada uno de nosotros y nos dio la dádiva perfecta “su vida por mi pecado”.

No nos cansemos de hacer el bien a nuestro prójimo: sobrelleva sus cargas.

No nos cansemos de hacer el bien a nuestros padres, maestros, pastores: hagámoslos participes de las cosas buenas, esto es honra y Efesios 6:1 Pablo nos enseña que debemos hacerlo “porque esto es justo”.

No nos cansemos de hacer el bien a nuestra familia de la fe porque es el cuerpo de Cristo.

Los cristianos experimentamos cansancio físico por las actividades que son para el deleite propio, pero la palabra nos insta a que no desmayemos ni nos fatiguemos a una vida espiritual, personalmente no me quiero relajar porque quiero perseverar en que la ciega de mi vida y la de mi prójimo sea la vida eterna al lado de mi Creador y salvador, no viviendo bajo la ley, sino bajo la gracia y misericordia. Me glorío en el Señor Jesucristo que entregó su vida para justificar a aquellos que creen en él.

Yo lo creo, por eso lo vivo y traigo en mi cuerpo sus marcas, ¿y tú, qué marcas llevas?

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Yohana Molina
Lumbrera
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Hija de Dios, discípula de Cristo, esposa, madre, hija, hermana, tía, muchos títulos que no tienen precio. Para todo lo demás hay que estudiar