Efecto El Salvador: Cómo está cambiando el escenario de minería de Bitcoin
Que Bitcoin se convirtiera en moneda de curso legal en El Salvador es un hecho inédito y, como tal, puede también tener consecuencias inéditas. Al mismo tiempo, los esfuerzos de China para prohibir la minería de criptomonedas llevó a un éxodo de mineros de la región. El escenario de minería está cambiando, y la oferta de electricidad barata, regulaciones e impuestos favorables de los gobiernos, e infraestructura disponible serán críticos a la hora de ver cómo se desarrollará en los próximos meses.
Por qué la decisión de El Salvador tiene sentido
Hace veinte años, en 2001, el gobierno de El Salvador (ES) decidió dejar de emitir su propia moneda nacional, el Colón, y estableció al dólar estadounidense como la moneda oficial. El objetivo era alcanzar estabilidad macroeconómica, detener la inflación y evitar la devaluación.
Sin embargo, el tipo de cambio fijado por el gobierno no fue proporcional al valor de cada moneda, causando pérdidas significativas entre la población, que vio sus ahorros y salarios afectados. Además, siendo incapaces de definir su política monetaria, el país perdió maniobrabilidad, dependiendo exclusivamente de las decisiones de la FED.
Eventualmente, la generación de empleos se vio afectada también. La falta de posibilidades llevó a que los jóvenes buscaran nuevas oportunidades en el exterior, principalmente en los Estados Unidos. Aquellos que no pudieron emigrar tuvieron que enfrentar terribles consecuencias financieras.
En ES, cerca del 70% de la población carece de acceso al sistema bancario. Estas personas tienen enormes dificultades para acumular riquezas o incluso cubrir los gastos de vida. De esta manera, las remesas del exterior son la principal fuente de ingresos de alrededor del 25% y significan el 16% del PBI. Por supuesto, los grandes ganadores en este escenario son los bancos y las compañías de pagos, que cobran altas tarifas por sus servicios.
En ese contexto, aparece el Bitcoin: la red monetaria más descentralizada y eficiente de la historia. Una herramienta invaluable para una economía como la de ES — y, francamente, el resto de los países latinoamericanos. Con ella, la gente se ha liberado de las ridículas comisiones de los bancos y servicios de pagos. Ahora, la inclusión financiera requiere solo de una conexión a internet.
El Salvador legaliza al Bitcoin como moneda de curso legal: Repercusiones
Gracias a los esfuerzos de Jack Mallers y el Presidente de ES, Nayib Bukele, Bitcoin es ahora moneda de curso legal en un país soberano. El proceso que conocemos como hiperbitcoinización bien podría estar dando sus primeros pasos.
Strike, la empresa de Mallers, fue fundamental a la hora de montar la plataforma para que Bitcoin pudiera ser una moneda líquida y convertible en el país. A través de la red Lightning y la asociación con instituciones financieras y distribuidores de efectivo, las personas pueden convertir el balance de su billetera en efectivo en varias ubicaciones.
Como si eso no fuera suficientemente épico, Bukele ya anunció proyectos para construir una operación de minería de Bitcoin usando energía geotérmica obtenida de volcanes.
Parece que fue ayer cuando una nueva ola de FUD ambiental que ya habíamos visto años atrás inundó las redes sociales, lideradas principalmente por Elon Musk. El CEO de Tesla inició una discusión sobre la emisión de carbono y el uso de combustibles fósiles en la minería de Bitcoin.
Sin embargo, los anuncios del Presidente le dieron un abrupto final. Bukele disipó el FUD, poniendo a su vez a su país en el centro de la comunidad de Bitcoin y de las criptomonedas en general. Ahora, surge un nuevo debate: ¿Qué efectos tendrá en ES la adopción del Bitcoin como moneda de curso legal?
El Efecto El Salvador
La energía geotérmica volcánica es limpia, renovable y sustentable, ya que tiene prácticamente cero impacto ambiental y no conlleva ningún peligro a la capacidad de generaciones futuras de usar sus propios recursos. Además, reduce la dependencia de combustibles fósiles y recursos no renovables, llevando a ahorros significativos, tanto energétcos como financieros.
Estos, sumados a los demás beneficios anunciados por el Presidente — eliminación de impuesto a las ganancias de Bitcoin y a la propiedad, residencia permanente inmediata para emprendedores — rápidamente ganaron la atención de inversionistas y operaciones de minería. Muchas personalidad del mundo Bitcoin y cripto han ya mostrado interés, visitado el país, o incluso reunido con Bukele. Al mismo tiempo, las búsquedas en Google por “Propiedades en El Salvador” se ha disparado a máximos históricos globales.
No es ninguna coincidencia que, luego de que el congreso de ES aprobara la “Ley Bitcoin”, y viendo los efectos positivos de la adopción del Bitcoin, muchos líderes políticos de otros países de la región, como Paraguay y Colombia, hayan anunciado que estaban trabajando en propuestas similares.
Sin dudas, la noticia fue el empujón que los mercados emergentes necesitaban para lanzar nuevas iniciativas para llevar las industrias de las criptomonedas y la blockchain a sus naciones.
Estado actual del escenario de minería de Bitcoin
El timing no podría ser mejor para todos estos proyectos e iniciativas. China, el hogar de cerca del 70% del poder computacional usado para minar, llamó a detener actividades de alto consumo de energía, detonando un éxodo de mineros del país como nunca antes.
Ahora, ES y el resto de los mercados emergentes tienen una oportunidad única para quedarse con una importante porción del hashpower global. El que tengan éxito o no dependerá de cuatro factores:
- Acceso a electricidad limpia y barata.
- Regulaciones gubernamentales amigables.
- Bajos impuestos.
- Infraestructura de minería disponible.
Por supuesto, debido a todo lo que ya mencionamos, ES parece ser la apuesta más segura ahora mismo. Pero nada garantiza que otros actores puedan aparecer con fuerza y robarles el protagonismo.
Oportunidades y limitaciones de la migración de hashpower
Nos encontramos frente a una situación que nunca antes habíamos experimentado. Y eso es algo bueno.
La redistribución del hashpower favorece a la descentralización y, a su vez, mejora la seguridad y eficiencia de la red. Además, como digimos antes, estas iniciativas ayudan a disipar y desacreditar el FUD ambiental que ha aquejado al Bitcoin por años. Sin mencionar que bajar el costo de las operaciones de minería potenciará el hashrate y la eficiencia de la red. Por supuesto, no podemos dejar de mencionar la principal razón detrás de todos estos esfuerzos: mucha gente de economías inestables tendrá acceso al Bitcoin y al sistema financiero.
Sin embargo, existe un lado negativo a toda la situación. Aunque es buena para la descentralización, la fragmentación de la minería cripto a través del planeta reduce las potenciales ganancias para los mineros, dificulta a los pequeños actores a escalar sus economías, y reduce el acceso del mercado al poder computacional.
Por otro lado, si un país como ES está ofreciendo tan buenas condiciones para la minería, podría ser solo una cuestión de tiempo hasta que cambiemos una centralización por otra. Para que el hashpower pueda volverse tanto descentralizado como accesible, y rentable para pequeños mineros, necesitamos converitrlo en un activo líquido e comerciable.
Eso es lo que Titan apunta a proveer: un protocolo descentralizado y trustless para acceder, distribuir, comerciar y gestionar hashrate desde cualquier lugar del globo, desacoplando el control del poder computacional del lugar geográfico en el que se encuentra.
Conclusión
El escenario de la minería está cambiando cada hora y, aunque podamos intentar adivinar, no está claro cómo será dentro de algunos meses. Lo que sí está claro es que, mientras la situación evoluciona, será más complicado para pequeños mineros acceder al hashpower y mantenerse rentables.
En Titan creemos que la adopción masiva de Bitcoin en todo el planeta es una cuestión de tiempo. Para que eso paso, necesitamos soluciones innovadores que permitan a cada persona a acceder, distribuir, comerciar y gestionar hashrate. De ese modo, podemos asegurar la descentralización y democratización de la minería de Bitcoin, sin importar donde, cuándo y por quién sea realizada.