No eres tú, soy yo: Breve ensayo de una ruptura laboral

Luciana Rengifo
Mas Mujeres en UX Chile
5 min readJun 15, 2023

Crónica de la ruptura

Hoy es 31 de mayo y es el último día que estaré en la organización donde estuve trabajando por año y medio. No fue decisión mía, fue de ella.

La noticia llegó a mí hace aproximadamente dos semanas y quiero recordar ese momento, para compartir mi historia, recapitular cómo estoy llegando a este día y acompañar de algún modo, a más personas que están pasando por una situación similar.

Aquel día, recibí una cita de reunión por parte de la organización. Mi mente barajó distintas posibilidades porque la cita no tenía descripción de los motivos. En la reunión me comentaron que por un cambio de estrategia, en el área donde trabajaba se realizarían cambios. Estos incluían la despriorización de algunos roles, entre ellos el mío.

Sentí que me decían: ¨No eres tú, soy yo. Debemos hablar¨

Terminó la reunión, me quedé en silencio, sorprendida. Me puse a llorar. Sentí miedo. Es la primera vez que me ocurre esto ¿Y ahora qué pasará?

Salí con Bruna, mi perrita. Caminé a su ritmo: pausado y lento. Respiré, pensé en mi familia y mis amigos, ese refugio emocional que me acompaña de manera incondicional.

También pensé en que no soy la primera ni será la última persona en atravesar esta situación. Es decir, busqué evidencias para comprender que lo que estaba ocurriendo no es catastrófico ni imposible de remediar.

La caminata me hizo bien, me dio paz.

Sé que un despido significa perder un ingreso económico. Sin embargo, acepté que esta situación es la que tengo ahora y lo único que puedo decidir es cómo quiero pasar este momento y qué puedo hacer para intentar cambiarlo.

Plan de contingencia

Esta situación generó en mí, momentos de tristeza y ansiedad; pero también de introspección y de búsqueda por recursos que me faciliten estar a flote. Les quiero contar algunas cosas que hice (estoy haciendo):

1. Agradecer

Di gracias a la empresa en la que estuve, y a varios de los compañeros y proveedores con los que pude tener el gusto de trabajar. Atención, aquí me pondré un poco cósmica y astrológica: para mí, agradecer es enviar buenos deseos y lo que das regresa a ti. Fin del momento cósmico.

2. Hacer una lista de mis características

¡Ojo! digo características. No he dicho virtudes y defectos. Nombrarlas como virtudes y defectos, puede categorizarlas en connotaciones positivas y negativas respectivamente. Mientras que al decir características, las neutralizo. Así puedo verlas como una cajita de recursos personales a la que puedo recurrir y aplicar de una manera adecuada y según el contexto que se presente. Por ejemplo: ser detallista en un contexto de procesos de calidad puede ser favorable. Mientras que ser detallista, al liderar un equipo podría disminuir mi capacidad para delegar y para confiar en el equipo.

3. Pensar en ¨para qué me sucede¨, en vez de ¨por qué me sucede¨

Buscar las razones de por qué me ocurrió, podría llevarme hacia una posición victimista. Algo similar a un ¿por qué a mí? y no quiero adoptar esa mirada. El universo no ha conspirado contra mí. Mirar una situación desde el para qué, me ayuda a abrir puertas al aprendizaje y al descubrimiento personal: ¿para qué estoy en esta situación? ¿para fortalecer mi capacidad de resiliencia? ¿para replantear mi carrera? ¿para encontrar nuevas formas de gestionar la incertidumbre? ¿para revalorar algo que dejé de lado?

4. Decir lo que quiero y necesito

Me apoyo en las comunidades en las que participo, en los amigos, ex clientes y conocidos para comunicar que estoy en busca de un trabajo. Si no digo lo que necesito, ¿cómo alguien podría saberlo?. Nada es obvio. Algunos podrían querer tomarse un tiempo sin trabajo y otros, encontrar uno rápidamente. Por otro lado, vi publicaciones en redes donde comunican que buscan trabajo y creo que es genial. Sin embargo, inician con una frase similar a: ¨dejo a un lado la vergüenza, para contarles esto¨. Mi opinión es que no sintamos vergüenza por decir lo que necesitamos, tampoco porque nos despidieron. Sintamos vergüenza el día que actuemos de manera injusta, desconsiderada o sin ética. De todos modos, cada uno es libre de expresarse como se sienta más cómodo.

5. Ser amable conmigo

Si bien invierto tiempo, ganas y esfuerzo en encontrar un trabajo pronto; también me doy espacios para disfrutar de un libro, dibujar, salir con amigos o simplemente no hacer nada. Lo confieso: hay días tranquilos y también momentos de ansiedad. Pero es parte del proceso y este balance, entre la búsqueda y el disfrute de pasatiempos, está siendo útil para mi salud emocional y física. Además, preocuparme no acelera ningún proceso de reclutamiento, ni asegura una llamada de las empresas a las que postulé. El tiempo y las decisiones de los demás, están fuera de mi alcance.

6. Actualizar las ¨evidencias¨ de mi trabajo

Revisé mi portafolio y faltaba colocar mis nuevos proyectos. Elegí 2. Estructuré el contenido, busqué imágenes adecuadas y las añadí. También hice cambios en el curriculum. Incorporé la información de la última empresa, las labores que venía realizando en ella y revisé la información pasada. Busqué redactarlo de tal modo que las competencias que he logrado desarrollar en estos años, se leen de manera concreta y clara.

Lo descrito arriba no es una receta, no son tips infalibles y tampoco no es un paso a paso (la finalidad de la numeración es ayudar a la comprensión del texto). Pero sí son ideas que puedes tomar como referencia para construir las tuyas, de acuerdo a tu contexto e intereses profesionales.

Apuntes sobre autonomía

No intento romantizar una situación de despido hablando sobre agradecimiento y aprendizajes. Ser despedido es incómodo y frustrante. Lo sé, es abrumador y genera ansiedad.

Tampoco quiero sonar irrespetuosa ante el contexto familiar de otras personas. Reconozco que mi situación es la de una persona sin hijos y sin dependientes; y por ello, muy distinta a la de alguien que mantiene una carga familiar. Comprendo la diferencia y respeto las decisiones de cada uno. Sin embargo, pienso que coincidimos en que podemos tomar decisiones sobre cómo queremos afrontar una situación.

Estamos tomando decisiones constantemente. Incluso tomar un tiempo para leer este artículo, es una decisión.

Perder un trabajo es una situación compleja y felizmente hay numerosa información que podemos encontrar sobre cómo afrontarla. Sin embargo, no existen respuestas correctas o incorrectas, nadie nos puede dar el atajo o la solución para cambiarla. Nos podemos inspirar en otras historias pero la decisión de cómo continuar, será solo nuestra.

Hagamos nuestra propia ruta, el sentido lo definimos nosotros.

Soy Luciana Rengifo, Experience & Service Designer.

Si estás interesada(o) en estar en contacto, este es mi Linkedin y mi correo luciana.rengifo@gmail.com. Será un gusto conocerte.

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Luciana Rengifo
Mas Mujeres en UX Chile

Me dedico al diseño de experiencias y servicios a través de investigación, metodologías ágiles y uso de tecnología