Reunión 22: “Si Gestalt tuviese ovarios”
Una reunión especial y enriquecedora fue la que nos dio Ana María Montero Barrantes, con ella pudimos aprender de una manera didáctica y a través de la experiencia, las distintas leyes de Gestalt que son tan usadas en el diseño, pero que pocas veces relacionamos con nuestra vida cotidiana.
La reunión de este mes fue especial para muchas de las asistentes. Sin duda, notamos en el aire una mezcla de diferentes sensaciones, que generaron un impacto en cada una de las participantes.
Pero comencemos con un poco de contexto para los que han escuchado sobre Gestalt, pero no conocen bien de qué va. La Gestalt es una corriente de la psicología que surgió en Alemania en el siglo XX. En ella se señala que los humano vemos las cosas como un todo, en el que ese todo es más que la suma de cada una de las partes. Es decir, esta teoría se preocupa de estudiar cómo organizamos las formas o estructuras mentales.
Teniendo esto como base, Ana María Montero Barrantes nos explicó cada una de las leyes que conforman esta teoría. Ejemplificando con experiencias personales cada una ellas. De hecho, fue esta apropiación reflejada en diferentes situaciones de la vida, la que hizo que la charla de junio fuera emotiva para las asistentes
Leyes o principios de la Gestalt
Ahora revisaremos cada uno de los principios de la Gestalt, junto a la explicación y ejemplos que Ana María Montero nos compartió como aprendizaje de vida.
Simplicidad: este principio nos indica que organizamos los campos perceptuales de forma simple y regular, tendiendo a buenas formas. Es relativo a la técnica visual que impone el carácter directo y simple de la forma elemental, liberada de complicaciones
Figura Fondo: analiza la tendencia de separar la figura de una imagen y el fondo. Estos no son estáticos, pueden intercambiar sus papeles:
El fondo puede convertirse en la figura y la figura en el fondo, pero nunca los podremos ver los dos a la vez.
Ana María Montero Barrantes nos comenta qué mientras más básicas sean las figuras que estamos viendo en cuanto a este principio, más simple es el intercambio
Proximidad: Agrupamos la información según la distribución espacial de ésta, creamos una imagen mental según la distancia que existe entre estos. Sobre esta ley, Ana María Montero Barrantes, explica que todas las cosas las debemos recibir para entregarlas de forma equitativa; recibiendo y dando con armonía, para así poder ayudar a todas las personas.
Similitud: esta ley hace alusión a la forma en que la mente agrupa los elementos que comparten características visuales. Para ello, dependeremos de la forma, el tamaño y el color de cada objeto. Lo que se traduce en que los elementos similares serán percibidos como parte de un mismo conjunto.
Como ejemplo de esta regla, Ana María Montero Barrantes nos contó que hace 4 años comenzó a trabajar en el área de la geografía, y se dio cuenta de que la experiencia de usuario es multi-industria, por lo que se puede aplicar a cualquier campo.
“Esto fue un cambio radical en mi área profesional, porque en esta área (la geografía) también se trabaja centrado en el usuario”.
“Mi jefe o manager, me explicó que todo lo que pasa entre la geografía y el diseño está está relacionado, a lo que sumó que detrás de cada dato o información que queremos mostrar hay un historia, siempre hay un contexto en lo que está pasando. Si los colores cambian, por ejemplo, el de plantas o flores, se debe a un proceso cambiante en la tierra.”
Agregó como ejemplo el libro de Cartographics, diseñando mapas modernos, en el que cada uno representa problemáticas. Si lo llevamos a la actualidad, perfectamente pueden mostrarnos lo que está sucediendo con el Covid-19 en cada país del mundo, a través de la visualización de datos. Reflejando, por el ejemplo, el ascenso o disminución de casos activos.
Destino Común: es casi uno de los últimos principios. Quiere decir que los elementos se mueven en la misma dirección, o cuando ésta cambia, lo hace de forma uniforme y se percibe todo como una unidad.
La expositora nos relata esta ley con una experiencia que tuvo en la enseñanza básica (primaria), cuando tuvo una fractura bastante grave en su brazo izquierdo, luego de caerse cabalgando. Al contarnos de esta situación Ana nos revela que con el correr de los días, su brazo cada día se ponía peor, pero su papás insistían en que pasaría sólo.
“Mi papá decía que no debía ir al doctor — Él es bien feminista- Mientras que mi mamá era todo lo contrario. Él siempre nos fomentó que aprendiéramos a conducir y a arreglar nuestras cosas, porque así no necesitaríamos de otros para poder arreglárnosla”.
Esta situación fue bastante reveladora en su vida. Porque pudo notar que todo va en un hilo conductor, en el que existen formas repetitivas (o acciones repetitivas) que van a cierto ritmo en nuestra vida y tienen el mismo destino.
“Cuando fuimos al médico, mi mamá lo único que hizo fue protegernos como grupo familiar. Diciendo que no sabían que era algo grave, cuando en realidad sí lo sabían. Al menos ella lo sabía. Esto me demostró que cuando somos grandes debemos romper con ciertas figuras que vienen de nuestra familia y de nuestra infancia para armar las nuestras”.
“Debemos terminar con los comportamientos predeterminados que teníamos de base y armar nuestra propia vida”.
Simetría: esta regla establece que percibimos las imágenes simétricas como iguales . Como un solo elemento. También se denomina Ley de cierre porque nuestra mente tiende a completar los elementos que faltan para cerrar una figura que se encuentra incompleta.
Ana agrega que los alemanes asumían la Simetría como un canon que forma parte de la belleza y hacía la perfección simétrica.
“La simetría es fácil llevarla, si nosotros partiéramos todo por la mitad debería estar compuesto de lo mismo”.
Ante esto Ana María Montero Barrantes nos entrega una recomendación de vida:
Nunca debemos dejar de hacer lo que nos gusta, sea lo que sea que nos pase en la vida. Aunque sea un evento que para nosotras fuera muy catastrófico. Debemos usarlo como un motor, a pesar del medio que nos produzca, debemos hacer lo que más nos gusta en la vida. De no hacerlo, nos sentiremos frustrados.
“Todo lo que he vivido lo he visto como ventaja, desde el hecho de ser madre joven a lo que ahora soy. Si bien, las cosas al inicio cuestan una puede salir adelante gracias a la experiencia, a esa simetría”.
Continuidad: este es la última regla de Gestalt. Aquí se explica que mantenemos un patrón o dirección en la que se agrupan diferentes elementos como parte de un modelo. Esto quiere decir que podemos percibir elementos de forma continua a pesar de que estos estén interrumpidos.
Ana nos comenta algunos ejemplos de marcas que usan esta ley, por ejemplo, el logo de Amazon que va de la “A hasta la Z”. Esto lo relaciona con que ella tuvo que ver el principio de la Gestalt de primera mano, durante su juventud.
Cuando me enteré de que estaba embarazada, mi papá cumplía 9 días de haber fallecido. Hoy Samuel tiene 9 años y mi papá también lleva 9 años muerto. Durante mucho tiempo no entendí la relación, pero luego pensando, llegué a la conclusión de que las formas bien llevadas nos portan a un camino que es fácil leer. “Una buena, una mala, para que algo favorezca”, esa es una de mis frases favoritas y que mi padre siempre decía. Con eso me quedo.
Región Común: los elementos comparten un destino común, se mueven en la misma dirección o cambian uniformemente, es decir, los vemos como una unidad. En palabras simples de Ana María Montero Barrantes sería:
“Siempre, por más alejados que estén dos objetos, siempre podemos encontrarles un sentido”.
Ana nos cuenta que lleva cerca de 4 años realizando clases y muchas veces se cuestiono si la experiencia la estaba llevando a nuevas formas de aprender.
“Creo que por excelencia la mejor manera de seguir aprendiendo es enseñando. Compartiendo todo lo que sabemos con los demás. La región común que hay entre el aprendizaje y la enseñanza es abismal. Insisto en que no hay mejor manera de aprender que enseñando. Porque así reforzamos conceptos y también, aprendemos del resto. Eso es mucho más valioso que cualquier experiencia laboral”.
Conectividad: Para esta ley, Ana nos cuenta sobre sus hobbies más preciados.
“Yo amo hacer algunos tragos y me gusta tener las cosas juntas los frascos con las hierbas. Y una vez, haciendo uno, me pregunté ¿De dónde viene este licor?
Para mi el principio de la conectividad, es tener siempre la curiosidad por saber del lugar del cual provienen las cosas.
Siempre como diseñadoras debemos preguntarnos los por qué de algo, u ocupar la técnicas de los 5w. Con todo lo anterior e investigando me di cuenta que el Gin tonic se usaba como una técnica milenaria en la india para tratamientos dermatológicos y después de eso, comenzaron a venderlo como un destilado”.
Con esta frase de Neil Gaiman, Ana María termina su charla. No pierde oportunidad de recordarnos que independiente de las cosas que pasen, de la percepción o cosas difíciles que tengamos, siempre podemos hacer algo (aunque sea un acto pequeño) para salvarnos y ayudar a los demás.
“Las historias tienen varias versiones. Todo depende de quién la cuente. Como diseñadoras, uno de los principales principios que debemos seguir es no sesgarnos e ir más allá”.
Una charla motivadora
A medida que la charla avanzaba, los comentarios de las asistentes reflejaron una gran emoción respecto a la conexión de conceptos que Ana hizo.
Uno de estos comentarios fue el de la diseñadora UX, Laura Palazuelos, quien comentó:
“Lo que me gustó fue que mostró los conceptos de la Gestalt de una forma humana. Al contar sus historias y compararla con cada ley, lo hacía muy didáctico y te hacía ver de otra manera las leyes de la Gestalt. Como leyes aplicables a todo ámbito. Cuando uno las aprende no tiende a aplicarlas a lo cotidiano, sino más bien al arte o diseño. Es una buena forma de recordarlas ya que el ser humano es más emocional, entonces, el hecho de que la ley tenga una experiencia que evoque un sentimiento se recuerda mucho más que solo una ley”
En tanto, Sandy Cadín agregó “La comparativa que hace con el diario vivir me pareció increíble. Nunca me había detenido a pensar que todo lo que hacemos tiene alguna técnica de base. A veces estas cosas las pasamos por alto, andamos todo el día corriendo. Y gracias a esto, me di un espacio para mi, para escucharme y para entrar a comparar algunas de estas cosas con mi diario vivir”.
“Yo ingresé solo por el titulo de la charla, sin expectativas. Pensé que era una charla más de las leyes de Gestalt (cosa que me encanta), Pero al ver que era algo tan privado, tan íntimo, te hace sentir segura en ese espacio solo de mujeres. Me sentí muy cómoda”.
