Tere y Consu, nuevas embajadoras: colaborar nos permite avanzar e ir más allá de nuestra área

Han pasado cuatro años desde que +Mujeres en UX partió en Chile y, desde ese entonces, ha estado liderada por dos duplas que continuaron los planes trazados desde el primer día y crearon nuevos caminos que han permitido visibilizar el desempeño de otras mujeres en Latinoamérica trabajando en experiencia de usuario: Carolina Sepúlveda / Mariana Valenzuela y Daniela Riquelme / Fran Arévalo.

Ahora, M. Teresa Jara Benavides y M. Consuelo Correa Barros nos cuentan la historia de cómo llegaron a ser parte de +Mujeres y cuáles son sus planes como tercera generación de embajadoras.

Una dupla creada en Mentorías

Partamos por el principio. Tal vez no nos conoces, pero si tienes que saber algo de nosotras es que somos madres, señoras ágiles y grandes amigas. Nos conocimos en el segundo ciclo de Mentorías de + Mujeres en UX y fue amor a primera vista. En la pandemia, nuestra relación se fortaleció. Nos hemos impulsado a atrevernos más y a explotar potenciales profesionales que no conocíamos.

Le debemos mucho a esta comunidad. Así que cuando nos llegó la invitación a ser las nuevas embajadoras sabíamos que era algo que había que hacer y, además, tenía que ser ahora o nunca porque envejecemos a la velocidad de la luz.

+Mujeres en UX, como otras comunidades que han surgido en el tiempo, es un espacio donde podemos ser nosotras, expresarnos sin miedo, encontrar a mujeres que no compiten entre ellas, sino que se ayudan para crecer juntas y lograr un mundo mejor o al menos un entorno mejor. Aquí la frase “la que puede, puede y la que no, aplaude” la convertimos en “la que puede, puede y la que no, la ayudamos” (Denis Rosental en un programa radial lo dijo y lo encontramos genial).

Las comunidades hoy nos permiten entender mejor que el feminismo busca la equidad para mujeres y hombres, “no somos mejores que los hombres, somos igual de humanas que ellos” (Chimamanda Ngozi).

Colaborar para transformar

Nuestro objetivo es seguir potenciando a +Mujeres y seguir el camino que trazaron Nela y Fran. Ahora, queremos también colaborar con otras comunidades feministas impulsadas por mujeres con las que tengamos temas comunes, y potenciarnos mutuamente para ampliar el alcance.

Nuestra hipótesis es que si colaboramos con otras comunidades, lograremos una transformación profunda y colectiva; no solo en nuestros entornos de trabajo, también en la sociedad. Y eso lo sabremos cuando veamos más mujeres en roles de liderazgo, cuando desaparezca la brecha en los sueldos y, en definitiva, cuando seamos vistas como iguales.

Además de esta colaboración, a nosotras nos gusta pilotear nuevos espacios y sentimos que existe la oportunidad de probarlo todo. Una vez que funcione el piloto, afiatar, ceder y soltar. Parte de la pega de liderar es entrenar a nuevas líderes para que tomen espacios y los hagan propios. Estamos convencidas de que así nuestra comunidad escalará y crecerá con una base sólida de recambio. ¿Conocen el Community Canvas? Es un framework para comunidades, donde el recambio es una de las secciones. Las comunidades también deben mirar hacia el futuro, así es que es algo que tendremos en mente.

¿Cómo llegamos a ser feministas?

Para mí, Tere, ser mujer siempre ha sido un orgullo. Encuentro que tenemos tantas cosas lindas, como el poder tener un ser en nuestro vientre, eso es algo tan potente, o la capacidad que tenemos de resiliencia con el fin de lograr un bien común. En definitiva me siento poderosa. Mis papás desde la infancia nunca me hicieron sentir diferente a un niño, pero a medida que fui creciendo me di cuenta de que el entorno no era igual a mis papás, por ende tuve que aprender a adaptarme a este mundo. Hoy pienso que no debemos adaptarnos sino que debemos aprender a vivir en conjunto con los mismos derechos. La tecnología llegó como un regalo a mi vida y en un principio me sentía distinta, fuera de lo normal, porque elegí la carrera en una sociedad que aún no validaba que una mujer pudiera tener opinión sobre temas duros y eso me motivó aún más para hacerle ver al mundo que los sesgos culturales no escriben mi historia, sino que yo soy la dueña de ella y soy la que tiene el poder de escribir las líneas de mi futuro.

Para mí, Consu, la historia ha sido diferente. Siendo niña siempre me pareció injusto (ser mujer). Veía por ejemplo que mis hermanos podían jugar y ensuciarse, mientras yo tenía que estar de punta en blanco. Si tenía hambre, no podía pedir más porque las señoritas comen como un pajarito, mientras mis hermanos podían comer lo que quisieran porque estaban creciendo. ¡Yo también estaba creciendo! Ellos podían llegar a la hora que quisieran y no les decían nada, pero si yo llegaba tarde era una suelta. Así es que nunca me gustó demasiado. Para mí no hay nada que mis hermanos o amigos puedan hacer y yo no. Y supongo que con el tiempo lo natural era declararme abiertamente feminista. Cuando ingresé a TI, éramos pocas mujeres en la empresa, la secretaria fue despedida después de ser acosada por el gerente, ¡ella era la víctima! Hoy las cosas han cambiado, y pueden seguir cambiando. Quiero ser parte de eso y a futuro que ninguna niña se cuestione las desventajas de nacer mujer. Quiero que mi hijo pueda llorar sin que le digan que es niñita. Quiero poder pedirle matrimonio a mi pareja de 20 años y que nadie me diga que invirtieron los roles. Quiero invitar a un amigo a comer y que no se sienta menoscabado. Y también quiero poder liderar algún día a un equipo y que nadie cuestione mis competencias o que me diga que soy demasiado emocional.

Con la mirada hacia adelante

Tenemos dos años para lograr algo y la pandemia no nos hará las cosas fáciles. Aún así, nos tenemos fe. Amamos a nuestra comunidad, amamos lo que hacemos, amamos al equipo y nos amamos entre nosotras. ¿Qué puede salir mal?

Heredamos una comunidad bacana, la parte difícil ya está hecha. Nos toca tomarla y llevarla tan lejos como sea posible; manteniendo los principios por los que nació y sin desviarse del objetivo. Fuera de eso, todo es cancha chiquillas.

Todos nuestros caminos conducen a +Mujeres en UX.

¿Quiénes somos?

M. Teresa Jara Benavides, ingeniera Informática, diplomada en Gestión de Proyectos Informáticos Especialización Web (UI/UX). Con veinte años de experiencia he liderado desarrollos de sistemas y proyectos digitales, siempre con foco en mejorar la experiencia del cliente final. En este momento soy Product Owner Senior en Walmart Chile y una mujer interesada por el desarrollo de otras mujeres en Tecnología.

M. Consuelo Correa Barros, diseñadora Gráfica con 5 diplomados del área (hablemos del síndrome del impostor). En 15 años en el rubro he pasado por diversos roles abarcando casi todas las etapas de un producto. He sido Web UI Developer, UX, desarrolladora de contenidos, diseñadora de productos, líder de producto, líder UX y ahora Researcher en Sodimac, además de líder de la Comunidad Cuídame y docente.