¿Cómo se ve y se vive el desarrollo de carrera?

Claudia Cerda
MACHticables
Published in
12 min readJan 19, 2024

Hace un tiempo, escribí un post sobre cómo el growth mindset aportaba a en el desarrollo de carrera, en esa misma línea y conectando conversaciones y puntos, me di cuenta que escuchando algunas historias de personas que se han ido desarrollando -inclusive la mía- uno puede ir entendiendo ciertos conceptos, incluyendo un fixed mindset y cómo quienes, logran pensar de forma diferente o abrir su mente, se desarrollan de forma ágil y buscan constantemente el aprendizaje.

Es por esto, que hoy vengo a contarles algunos “caminos” de personas, que pasaron en tiempos diferentes y lugares similares, y que comparten algunos componentes en los que coinciden. Al final buscaré reflexionar al respecto y también dejaré abierta la conversación para quienes quieran aportar por este medio o bien contactarme a mi o a algún MACHer, por medio de LinkedIn u otros, para conversar más del tema

TODO PARTE CON LA ACTITUD 🚀

Desde que comencé trabajando en el mundo de tecnología el desafío de hacer las cosas de forma ágil, de tener una mirada que nos permita avanzar e iterar rápidamente y aprendiendo de forma continua, ha sido un desafío, o al menos eso pensaba yo. Pero conversando con Felipe, una persona que lleva ya unos años trabajando en Gestión de Personas, me di cuenta de que esto de probar temas, atreverse y buscar soluciones, tener un mindset o una visión distinta a los temas, estaba probablemente más relacionado a las “personas” y los espacios que buscaban o conseguían muchas veces, más que a la “industria tecnológica” exclusivamente. Eso vino a romper mi fantasía de que este mindset sólo correspondía a la Industria tecnológica.

Sobre mi conversación con Felipe, partió contándome que en su vida profesional, al igual que muchos, comenzó estudiando algo con una “fantasía” de cómo sería su vida estudiando eso “ partí con ganas de tener una consulta para ayudar a las personas, luego cambié de foco a ser psicólogo deportivo para apoyar a los equipos a alcanzar su máximo rendimiento, finalmente me decidí por ser psicólogo laboral y trabajar en empresas”, de seguro más de alguno le ha pasado que comenzó en A cuando estudiaba y ahora está en otro punto no sé si Z aún jajaj pero podrían llegar ahí ¿verdad?

Bueno y de ahí vienen las temidas prácticas o pasantías, que ahí es donde en general las historias se ponen interesantes. Se ponen en juego creencias que traemos desde pequeños y que nos enseñaron de cómo debemos ser profesionales, de la relevancia que es esto en nuestras vidas y la disciplina, además de otras cosas que pueden andar por ahí dando vueltas como el temido síndrome del impostor. Y es aquí, donde se unen un par de historias de hecho, por un lado Felipe me contaba “pajarito nuevo, no conocía a nadie, no sabía que hacían y tampoco me sentía muy preparado técnicamente…mi familia me había dado un consejo que al principio, no lo tomé muy al pie de la letra, más bien esperaba que me dijeran qué hacer, cómo hacerlo, cuándo hacerlo. Todo cambió cuando mi tutor de práctica, al mes de haber partido trabajando (mi práctica duraba 6 meses), me dijo que se le había “olvidado” contarme que se casaba en 1 mes más y que estaría fuera entre preparativos, matrimonio, luna de miel, cerca de mes y medio, y que durante ese tiempo yo sería su reemplazo oficial. ¡Me quedé loco! 1 mes y medio sólo, con el trabajo de esta persona. Yo no quería hacerlo, pero nada cambió. Luego de una semana muy nervioso donde me llegaban pedidos, el jefe de mi tutor me pescaba menos, me sentía pérdido y lo único que quería era arrancar por la ventana, y como me gusta decir a mí, respiré y “puse la pelota al piso” (jerga futbolística) y decidí afrontar este desafío de otra manera. Miré la situación desde otro punto de vista. Estaba muy parado en el “me jodieron”, “se están aprovechando de mí”, “Yo practicante haciendo pega de profesional”… “Por último, que me paguen como profesional”. Pero decidí ver esto como una oportunidad, como un espacio de crecimiento que pocos de mis compañeros de universidad estaban teniendo en sus lugares de práctica. Mi práctica tenía la oportunidad de ser una tremenda práctica y espacio de crecimiento si yo decidía tomarlo así. Y justamente lo tomé desde este punto de vista, me comprometí conmigo mismo y con el equipo con el que trabajaba, y empecé a funcionar más autónomo, empecé a tomar riesgos, decisiones. No fue todo feliz, me equivoqué, me dieron feedback al respecto, pero no me quedé en el piso. Seguí, seguí y seguí.Y me fue bien. En ese mes y medio propuse ideas, me las compraron, las implementamos, me empecé a posicionar. Cuando volvió mi tutor fue como que le hubiesen cambiado al practicante. Estaba y me sentía distinto. Y así seguí durante los 4 meses restantes que me quedaban.”, ¿qué cambio? dejen esto por ahí en sus mentes con un pin.

Mientras que conversando con Nicolas Lecaros, de esta misma instancia, conversábamos que si bien estudió ingeniería con especialidad industrial y mención en Tecnologías de Información, no pensaba hacer su práctica en una empresa de tecnología. De hecho, me comentaba que su primer pensamiento cuando se lo plantearon fue “están locos, no tengo los conocimientos”, ya que en su visión MACH era considerada una de las grandes empresas del “Silicon Valley chileno”, y pese a que era el foco de lo que estudió, no sentía que lo dejara al nivel de ellos. Sin embargo, lo más conocido como “peer pressure” lo llevó a postular con amigos de la universidad y fue el único que terminó entrando, ingresando en Enero a hacer su práctica pensando continuamente “van a darse cuenta de que no sé nada” y “no voy a ser capaz de terminar la práctica”, claro signo del síndrome del impostor, término que desconocía tanto Nicolás cómo yo probablemente antes de ingresar a este mundo, pero muy reconocido y “sentido” por los profesionales en los primeros trabajos o nuevos desafíos. En su primer día, me destacaba cuando conversábamos de su experiencia, que le tocó reunirse con el CTO de MACH, uno de los 6 que empujó el proyecto desde sus inicios, “esperaba que se diera cuenta altiro que no debía estar ahí, pero lo que me dijo fue algo que no me esperaba: “buena compadre, que bueno tenerte acá. Quiero que lo pases bien, que donde quieras aportar y dar tus ideas lo hagas. Lo más importante es que lo pases bien, aprendas y si algún día quieras trabajar con nosotros, lo hagas. Cuenta conmigo para lo que necesites”Acto seguido en mi cabeza debe ser una forma de enganchar al practicante” sin embargo, relata que fue algo que se mantuvo a lo largo de las reuniones. En los siguientes días a su ingreso, al igual que Felipe, se sentía tímido, pero su entorno confiaba y le pedían que se atrevieran, no sólo dándole su apoyo es cómo si algo que ellos no vieran pasará también ¿les ha pasado? Y a medida de que iba avanzando en su práctica, Nicolás sintió que era hora de cambiar la mentalidad: “voy a terminar la práctica, dar lo mejor de mí y que se queden con una buena imagen mía. Fueron pasando las semanas y cada vez sentía más conocidos los conceptos que eran necesarios para los desarrollos que me tocaban hacer. Ya no sólo empecé a hacer lo que me pedían, sino que también a escoger lo que más me gustaba”. Al acercarse el cierre de práctica, si bien el feedback de su “desempeño” como practicante era positivo no habían ofertas, y terminó preguntando cómo podía ser parte del equipo y quedarse, la respuesta fue “depende de ti, si quieres quedarte tienes que postular, no va a venir “en bandeja”.

Si bien, les dejé un par de preguntas, quizás la invitación no es sólo a reflexionar sobre ellas ¿qué creen o qué aprendieron uds de sus prácticas? y si no han ingresado aún y lo harán ahora, ¿qué les gustaría realmente aprender? Conversando con Nicolás, su pensamiento fue “salir de esa actitud de “víctima”, de cuestionarse ¿por qué yo? y tomar más una actitud o posición que “me permitió ver que si partía algo, había que terminarlo y dar lo mejor, y si me equivocaba, estaba todo bien, pero lo había intentado dando lo mejor de mí”. Con Felipe al conversar fue bastante similar “cada uno decide cómo quiere ver y afrontar las situaciones que depara el trabajo y la vida en general, podemos elegir (y eso es bueno porque depende de nosotros, no de otros) si queremos ser víctimas o protagonistas de nuestra historia. ¡Eso cambia todo! Ser protagonista abre posibilidades, genera aprendizajes, nos lleva a sobrepasar y romper nuestros propios límites. Además, nos permite ver las situaciones de manera positiva y sentir que tenemos control de lo que pasa. No es factor suerte o azar, es realmente uno el que hace la diferencia”.

No sé si recuerdan nuestro machticable anterior, pero desde el modelo SCARF, esto sería probablemente la capacidad de tener autonomía -quizás podríamos no tener todas las certezas de nuestro desempeño, podemos muchas veces preguntar o pedir feedback y no recibirlo-, querer ser dueños y tomar decisiones que nos lleven hacia donde queremos, preparar nuestro camino, nuestro desarrollo personal y profesional.

¿CÓMO AVANZAMOS DESPUÉS DE LA PRÁCTICA PROFESIONAL? 🌠

Pero por supuesto, que el desarrollo profesional, va más allá de sólo las prácticas profesionales. En ambos casos al preguntar cómo fueron desarrollando diferentes habilidades y conocimientos, hay harto de “inquietud”, de buscar activamente oportunidades. En el caso de Felipe, me contaba “me fue bien en la práctica y me ofrecieron seguir en el Banco, después de un tiempo en Atracción del Talento, me ofrecieron un cargo que estaba más cerca del negocio conocido como HRBP que en palabras simples, es la persona de RRHH. Tenía un negocio particular al cual apoyar que era la Gerencia de Inversiones y Finanzas, como ya estaba con el chip de “sé protagonista, construye tu propio camino”, me acerqué a mi Jefe, meses después de empezar el cargo, y le dije que dentro de este negocio en el que estábamos apoyando, había un área que no pescabamos mucho: el área internacional, Bci Miami -funcionaba en ese minuto como una sucursal que era parte del Banco pero estaba bien aislado, no “llegaban” los productos y servicios de RRHH para allá- así que le pregunté si podía meterme a trabajar con Miami, y la respuesta de mi Jefe fue “sí pero no es parte de tu foco”. Como soy porfiado, lo tomé. Era algo que quería hacer, que me motivaba e interesaba. Trabajé con ellos, los apoyé en temas de RRHH, los conecté mucho más con el Banco, haber tomado esta decisión y decidir hacerla, me abrió muchísimas puertas. En términos de negocio facilitó que los temas de RRHH en Miami ya no fueran “paleteada” sino que tuvieran más foco, siendo una nueva responsabilidad oficial para mi cargo. Además, dado que estaba haciendo algo nuevo y agregando valor más allá de lo que incluso se esperaba y recomendaba, llegaron los reconocimientos, premios y más exposición dentro de la empresa. Años después, cuando el Banco compró City National Bank, pensaron en mí para pedirme que me hiciera cargo del plan de integración cultural con Bci. ¿Por qué? Porque sabían que tenía experiencia con temas laborales allá, conocía a la gente, tenía experiencia”. En el caso de Nicolás, también hablamos de cómo construir los desafíos desde lo que nos gusta y lo que queremos aprender “…cuando pasé a full time me plantee el desafío de cómo empezar a desarrollar lo necesario para ser parte, influir y liderar, desde el área técnica uno de los proyectos estratégicos que tenía MACH en ese minuto, pero también aplicar una habilidad y conocimiento que me encanta: planificar. Nuevamente empezaron a salir las ideas de que no lo iba a poder hacer; ya no sólo desarrollar, era liderar y movilizar a otros, y poder tener una visión de proyectos completos con distintos stakeholders…sin embargo, pese a mis creencias, lo hice”.

Nuevamente ¿ven cosas en común? Muchas veces crecer y desarrollarnos, implica tener que soltar algo que vemos “seguro” o ir más allá, incluso a veces tomando tiempos “personales”, cuando tenemos claro el rumbo, las recompensas profesionales sin duda se transforman en recompensas personales también, como por ejemplo, el reconocimiento y nuevos roles, la oportunidad de ir tomando desafíos y cargos diferentes a lo largo de la organización, entre otros. Ir desarrollándose y tomando espacios, no significa “más poder”, sino con tomar oportunidades, capacidad de influencia en otros, la motivación, curiosidad y poder movilizar proyectos, iniciativas que nos desafían a lograr propósitos o metas profesionales y personales. Felipe de hecho, me habló explícitamente de esto “el desarrollo profesional requiere a veces, sacrificios, esfuerzos más allá de lo habitual, muchas veces las personas lo ven como malo y salen comentarios del tipo “por qué estás trabajando tanto”. A mi parecer, no lo veo así, ya que es una decisión personal. Tal como cuando las personas eligen estudiar mientras trabajan, se esfuerzan y hacen sacrificios temporalmente por un objetivo. Desde mi visión, cuando la decisión es pensada y estás en paz con esta, está perfecto. ¿Quiero decir con esto que para crecer hay que sacrificarse y “vivir para trabajar”? No, para nada. Pero si quieres destacar, probablemente hay que hacer esfuerzos e ir más allá. Hay personas que son unos genios y que les sale todo fácil. Yo no soy así. Para los futbolistas, y llevándolo a un ejemplo nacional, Alexis Sanchez es el primero y el último en irse de los entrenamientos. Sus hábitos desde su preocupación por la práctica, ejercitarse, alimentarse bien, entre otros, van alineados a su objetivo de ser el mejor, de destacar. Por eso cuando personas a su edad están en las últimas de su carrera, él sigue en Europa y la está rompiendo. Por lo tanto, mi aprendizaje es que el desarrollo de carrera es una decisión y elección. Y al ser una decisión y al mismo tiempo un objetivo, nuestras conductas deben ser coherentes”. Con Nico, hablábamos más de cómo aparecen un poco estas “oportunidades”, y su visión es “desde que comencé he tenido desafíos, muchos yo mismo los he buscado. Hoy en día he participado en 6 proyectos, he podido liderar informalmente acciones y temas técnicos en 2 de ellos y ahora formalmente lidero, gestiono y habilito 11 personas, participo en conversaciones de 6 productos, haciendo lo que me gusta hacer y además utilizando herramientas de lo que estudié… Claro que lo que he logrado no ha sido fácil; muchas horas de mi tiempo personal buscando nuevos conocimientos y reforzando habilidades, malos ratos por los errores que me mandaba y continuamente la incomodidad de salir de mi zona de confort. ¿Sabes lo que fue lo más difícil? Entender que “nada llega en bandeja”, uno tiene que “creerse el cuento”, ser protagonista, buscar lo que uno quiere y empujar a que salga. Lo demás ya llegará. Incontables personas me han apoyado, guiado, dado su confianza y estoy muy agradecido”.

APRENDAMOS DE ESTAS EXPERIENCIAS

Para ir cerrando, en verdad me gustaría que tomen las experiencias de Felipe y Nicolás. Ambos tuvieron una ruta similar pese a algunas diferencias — tiempos, rapidez, tipos de desarrollos, etc: comenzaron con una práctica, y desde entonces fueron reforzando sus habilidades, seguridad, posicionándose y buscando oportunidades y desafíos. En paralelo, se estaban conociendo a sí mismos, viendo cómo y dónde querían impactar quienes podrían ser facilitadores, habilitadores e “hinchas” en este camino.

Con Felipe de hecho, concluimos: “tener un propósito profesional, que en mi caso es “generar impacto y una huella con quienes y dónde trabajo” es lo que me mantiene motivado, es lo que me hace siempre ir por más, es lo que me ayuda a que al primer “no”, no quiera darme por vencido, es lo que me ayuda a ver la vida con positivismo y con la sensación de control de mi futuro. La vida no es perfecta y no se imaginen que siempre estoy a tope. Hay veces que veo las cosas mal, que me desespero, que fallo, y es justamente este propósito el que me levanta y me empuja a seguir, es el que me da energías cuando ya no me quedan muchas. En resumen, creo que el desarrollo de carrera está en uno. En mi experiencia, hay un porcentaje de suerte, otro de azar, pero mayoritariamente está el porcentaje en uno. Las oportunidades no llegan, se buscan, se toman y se ejecuta. Hay oportunidades como el feedback, ¡que es gratis! y es otra manera de aprender y crecer. Lo puedes pedir tantas veces como quieras, y a quien quieras. Y eso también ayuda a crecer. Esta forma es la que me tiene dónde estoy y cómo estoy hoy día. ¿Me servirá para el futuro? Yo creo que sí porque no sólo me está sirviendo para mi trabajo, sino que también para mi vida, mi rol de papá, amigo, etc”. Con Nico, haciendo el recap de la conversación, cerramos con una mirada desde el inicio de su carrera “Lo que me dijo cuando llegué el CTO no fue sólo un PITCH para “atrapar” al practicante, sino que es algo que hasta el día de hoy veo que cada compañero -par, líder, otras áreas- empuja y busco ser parte de ese empuje. Las oportunidades y apoyos están, pero uno las tiene que buscar y accionar, para llegar donde quiere llegar. Gracias MACH y vamos por MACH”.

Y TÚ, CUANDO HABLAS DE TU DESARROLLO PROFESIONAL …

  • ¿Hablas sólo de tu cargo o de todo tu proceso, aprendizaje, caídas y también momentos altos?
  • ¿Cuántas veces pides feedback? ¿es sólo por que hay que hacerlo o por qué quieres ser un mejor profesional integrando estas perspectivas?
  • ¿Has pensado en tu ruta o camino profesional y cómo quieres llegar a ser esa persona? ¿Qué necesitas profesional y personalmente? ¿tienes el apoyo para llegar ahí o cómo quieres conseguirlo?

Te invito a hacerte estas preguntas y partir el 2024 con un plan de carrera profesional que te lleve a ser la persona que quieres.

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Claudia Cerda
MACHticables

I’m a psychologist that loves working with people, innovation, creating and trying new stuff!