Las mujeres de mi vida

Sukie Capuleto
Maitrenial
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2 min readAug 10, 2018

I

Mi madre hace croché. Siempre hace croché, o borda, o cose, o hace un rompecabezas al que siempre le faltan dos piezas.

La luz del ventilador de techo nos acompaña. Luz que odio porque es muy suave y parpadea con el paso de las aspas. Prefiero la lámpara de mesa que está sobre el mueble del televisor.

No creo que pueda.

Sí, yo creo que puedes.

Pero ya lo intenté antes.

Sí, pero hoy es diferente.

Es imposible contar las veces que ella me ha escuchado y sus respuestas han sido siempre las mismas: respuestas de aliento, de seguridad.

II

Mi mejor amiga pide un vino, vino tinto, vino que odio porque su sabor es muy fuerte y muy seco. Prefiero la ginebra.

Ya no doy.

Te entiendo, pero mucho te clavás.

Pero, ¿cómo hago?

Haz como siempre, podés con eso y más.

Es imposible recordar un evento de mi vida en donde ella no haya estado. En todos mis fracasos muchos, por cierto, siempre me ha sostenido.

III

Mi hermana prepara una sopa, sopa de pollo, sopa que odio porque detesto ver el pollo pálido flotando junto a las verduras y todas las hojas desconocidas que ella le agrega. Prefiero la pasta.

Me siento tan triste, hoy lo vi con otra.

Nunca he comprendido qué le ves.

No sé, lo quiero.

Sos demasiado para él, lo sabés muy bien. Ubícate.

Es imposible para mí definir el amor sin incluirla a ella. Es mi todo, es mi persona favorita.

IV

Todas a la vez platicando, tomando café y comiendo pan dulce, pan dulce que odio porque odio el azúcar y me lleno de migas. Prefiero mil veces la pizza y una Blue Moon.

Todas han creído, no quieren cambiarme, ni ajustarme, ni siquiera transformarme en alguien mejor. Cosa que sería muy fácil porque soy amargada y de lo peor.

Todas me han marcado para bien. Ninguna ha esperado nada a cambio.

Es imposible la vida para mí sin ellas. Les amo.

No creo que pueda.

Sí, yo creo que puedes.

Pero ya lo intenté antes.

Sí, pero hoy es diferente, hoy sabés quién eres y si lo olvidás para eso estoy yo.

Sandra me animó hoy, sin querer, a revisar y publicar esto que tenía meses de estar guardado. Aquí te dejo, nena.

“These women, they get you, like great friends destined to meet”.

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