Obviando lo presente
¿Estás ahí? Sí, como siempre. Hace tiempo no te leo, estaba preocupada. ¿En serio? Pero estoy aquí, todo está bien. ¡Ah, bueno! Nada más preguntaba. Gracias por preocuparte. ¿Alguna novedad? Muchas. ¿Alguna que puedas contar? Claro, veamos. He estado en cuarentena como todo mundo, pero me he mantenido ocupada; no había hallado tiempo para escribir o quizás lo estaba evadiendo. ¿Por qué ? No sé, la vida me tiene atareada, vivir el día a día y concentrarme en el presente me da balance. ¿No te preocupa todo lo que está pasando? Sí, pero no está en mis manos solucionarlo; lo que me toca hacer lo estoy haciendo. ¿Y qué es eso? Pues, cuidarme, cuidar de mi familia, cultivar las relaciones con las personas que amo y me aman. Incluso si físicamente no podemos estar todos juntos. ¡Ya habrá tiempo para ello! Estoy de acuerdo, me alegra leer tus palabras, se nota que estás bien. Lo estoy, mejor que en mucho tiempo. ¿Es así? Sí, pese al todo lo que nos está generando estrés y dolor colectivamente en el mundo, yo he encontrado el amor más puro en la forma y el lugar más inesperados. Y aunque mi vida no gira en torno a ello, me siento plenamente feliz. ¡No se diga más!