ESCÁNER 3D: DIGITALIZACIÓN EN LA INDUSTRIA

Maklabi
MAKLA ON DESIGN
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3 min readOct 28, 2019

Cuando se trabaja en fabricación aditiva, es inevitable conocer y usar otras herramientas que complementan el proceso de fabricar. Podríamos hablar del diseño, tanto mecánico como orgánico, de modelos; o de los postprocesados que se pueden aplicar a las piezas para cambiar su aspecto y resistencia. En este caso, empezaremos por hablar de la digitalización de modelos o, lo que es lo mismo, del escáner 3D.

Cuando usamos un escáner 3D capturamos la geometría, volumen y, en algunas ocasiones, textura del objeto. Esta captura se convierte en un formato apto para los softwares de diseño. Para ello existen muchos tipos de escáneres, cada uno con sus virtudes y problemas pero tres de ellos son los más habituales en industria. Los escáneres de contacto son conocidos por ofrecer una exactitud extrema de centésimas de milímetro. Los de tiempo de vuelo son de uso habitual en arquitectura y obra civil debido a que digitalizan grandes superficies en muy poco tiempo. Por último, los escáneres de luz estructurada, más económicos que los anteriores, tienen capacidad para escanear objetos de pequeño y de gran tamaño con décimas de milímetro de tolerancia. Esta última opción es la más abundante por su precio y versatilidad.

El uso de los escáneres en manufactura está enfocado a dos fines principalmente: Control de calidad e ingeniería inversa.

El índice de errores en la fabricación de piezas cada vez está más medido y en muchos casos la digitalización juega un papel crucial en esta fase. El escáner genera una copia exacta de la pieza fabricada (o una muestra de un lote de piezas) y esta captura se compara con el CAD original para detectar posibles defectos o desajustes. Muchos de los escáneres ya tienen incorporada la opción de comparar e incluso los softwares de diseño como Solid Edge y SolidWorks ya ofrecen estas opciones.

Por otra parte la generación de diseños CAD mediante la digitalización está al orden del día en las empresas. Se parte de un escaneo de una pieza existente, se digitaliza para tener una malla en 3D y, por último, se procesa para convertirlo en un formato editable en CAD/CAM. Para este último paso suele utilizarse softwares de ingeniería inversa como Geomagic. El objetivo en estos casos puede ser diverso. Están las empresas que quieren replicar un diseño para rediseñar y mejorar sus características, ahorrando tiempo de diseño. En cambio, los departamentos de mantenimiento o las empresas que ofrecen servicio de reparaciones hacen uso del escáner para conseguir replicar y poder fabricar piezas descatalogadas.

Al margen de la industria, muchas empresas de sectores diferentes hacen uso de la digitalización para mejorar sus procesos. Profesionales de la gestión del patrimonio (museos, restauración, arte, arqueología…) digitalizan obras para poder guardar un historial de su estado, estudiar el artefacto sin dañarlo o poder divulgar el conocimiento de forma más visual y atractiva. En el sector dental se utilizan medios digitales para evitar las réplicas de yeso. Y sectores tan atractivos como el cine y el del videojuego digitalizan entornos y personajes para integrarlos en la fantasía de la historia.

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