¡Tú marcas la diferencia!

En tiempos complejos y llenos de incertidumbre como los que vivimos actualmente, qué importante se torna mantener nuestro foco.

Son muchos los elementos distractores que pueden hacernos ver nuestra meta como inalcanzable. Sin embargo, es allí donde nuestro liderazgo debe hacerse presente.

En algún momento de tu vida, habrás sentido esa sensación de ser como una hoja al viento; de que la corriente de agua en la cual nadas, te golpea contra las piedras del camino.

Y lo sé, no es nada fácil tratar de respirar y levantar tu cabeza para alcanzar una bocanada de aire.

Pero cuando te has conocido bien, sabes quien eres, a dónde quieres dirigirte, has descubierto cuál es tu propósito de vida, entenderás que muy posiblemente estás atravesando una temporada borrascosa, un ciclo que debes enfrentar para salir fortalecido.

Entonces, te permites ser, fluir con la corriente. Te perdonas y perdonas. Asumes tus debilidades como oportunidades para aprender y evolucionar.

¡Y descubres tu verdadera fortaleza!!

Sabes que no estás solo. Has caminado un largo trayecto donde las amenazas del entorno son vistas ahora como oportunidades.

Si, porque cuando pasas revista puedes agradecer cada uno de los sinsabores, de las diferencias, de los desencuentros.

Propuesta de valor

Y cuando verbalizas y accionas tu propósito de vida, te das cuenta de que tu para qué es mucho más grande e importante que tu propia existencia.

Empiezas a dirigir tus esfuerzos en ayudar a otros que pueden estar más confundidos que tú. Te das cuenta que puedes hacer mucho con pequeñas acciones.

Un saludo por redes sociales, puede marcar la diferencia para alguna persona que se encontraba triste.

Un consejo, una sugerencia, un artículo, pueden servir de inspiración y ayudar a otros a dar ese primer paso para cambiar en positivo sus vidas.

Y si das un abrazo apretado, una sonrisa de oreja a oreja a alguien que está solo, a algún abuelo huérfano de afecto, seguro que llenas de calor su corazón.

Y si preparas un alimento y lo ofreces a quien no ha comido sino de los restos de un basurero, le miras a los ojos y ofreces compañía, te aseguro que esa sensación de paz en tu corazón, no tiene precio.

Porque nosotros somos más que nuestras circunstancias, podemos levantarnos de las cenizas, podemos ser fuertes y dar esperanza.

Porque la mejor forma de ayudarnos es ayudando a otros.

¡Esta es la verdadera esencia de tu marca personal!

Son tus valores los que hacen la diferencia.

Tu propuesta de valor para el mundo está representada por cada una de tus acciones dirigidas a hacer mejor el espacio que te rodea.

Ocúpate en dejar huellas positivas que impacten la vida de otros seres humanos.

Desarrolla estrategias de personal branding que den visibilidad a tu valor diferencial, para que te posiciones como buena persona y buen profesional; aquél que se merezca todas las oportunidades.

¿Tú que piensas?

¿Estás de acuerdo conmigo?

¡Me encantaría saber tu opinión!

¡Recibe un abrazo!