La fidelidad a los partidos

¿Cómo votarán aquellos que ya votaron en 2016? ¿Hacia dónde se desangran los partidos políticos?

Javier Alberdi
MásQueDATA
5 min readApr 9, 2019

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Una de las claves en las campañas electorales es la de movilizar el voto de tus fieles y conseguir convertir a antiguos votantes del rival. Por eso, vamos a analizar la evolución en la tasa de fidelidad de los partidos políticos españoles desde las elecciones generales de 2016:

Partido Popular:

Las tensiones en Cataluña y la pérdida del gobierno han ido haciendo mella a lo largo de los últimos dos años en los votantes del Partido Popular, siendo el principal beneficiado Ciudadanos. Sin embargo, tras la elección de Pablo Casado como presidente del PP, esta fuga empezó a detenerse y supuso un revulsivo para el votante popular. Paradójicamente, conseguir el gobierno en Andalucía supuso un cierto desgaste, pero desde entonces permanece bastante estable, aunque apenas conserve a la mitad de sus votantes de 2016. Además, el principal beneficiado ya no es solo Ciudadanos. Actualmente, las fugas hacia Ciudadanos y VOX son prácticamente similares, en torno al 12–13% hacia cada formación.

Partido Socialista Obrero Español:

El PSOE es sin duda el partido que más contentos mantiene a sus antiguos votantes. Si bien tras la defenestración de Pedro Sánchez una parte muy importante de sus votantes se mostró indeciso sobre a quien iba a votar, no llegaron a abandonar el barco hacia otro partido. Y, tras la elección de Sánchez como Secretario General volvieron a la bancada socialista. Las tensiones en Cataluña, el 1 de Octubre, y el apoyo al 155 hicieron cierta mella en sus votantes, pero de nuevo se refugiaron en la indecisión, y tras la moción de censura se reactivaron. Desde ese momento el PSOE se ha mantenido bastante estable en cuanto a fidelidad de voto se refiere, aunque tenga pequeñas fugas hacia Ciudadanos y aún menores hacia Unidas Podemos.

Unidas Podemos:

Como es sabido, en las elecciones del 26J la coalición perdió algo más de 1 millón de votos respecto a lo que sumaban ambas fuerzas por separado. En los meses posteriores, UP sufrió un cierto desgaste durante Vistalegre 2, pero supo recomponerse bastante bien y logró acercar de nuevo a sus votantes indecisos. Sin embargo el 1 de Octubre, la compra del chalet en Galapagar, y la gestión de sus crisis internas han supuesto un distanciamiento de sus votantes, la mayoría de los cuales se refugiaron en la indecisión. Tras la elección de Pablo Casado como Secretario general y los resultados en Andalucía, parecía que habían sabido recomponer sus filas y lograron la vuelta desde la indecisión de buena parte de sus votantes. Sin embargo, al tiempo del desmembramiento de sus confluencias en Galicia y Valencia, la salida de Iñigo Errejón creando la plataforma de Más Madrid y las renuncias de caras conocidas como Manolo Monereo, Ramón Espinar o Pablo Bustinduy, parece que han pesado más que la vuelta de Pablo Iglesias a la vida pública (aunque por las fechas del CIS, solo se recoge parte de este hecho). A las puertas de elecciones generales, la formación morada se encuentra en mínimos históricos de fidelidad de sus antiguos votantes. Sin duda alguna, el gran beneficiado de esto es el PSOE, que según el último estudio del CIS, recoge a más del 23% de los votantes de Unidas Podemos.

Ciudadanos:

El partido de Albert Rivera se encuentra también al borde de un precipicio, ya que de forma similar que Unidas Podemos, según el último CIS, llega a las elecciones en el mínimo histórico en cuanto a fidelidad del voto, un 55%. Cifra similar a la de Unidas Podemos a esto habría que sumar los votantes que le vienen desde el PP. Si bien hasta hace unos pocos meses parecía que todos los vientos favorecían a Ciudadanos: pocas fugas hacia otras opciones, una recuperación de su fidelidad de voto gracias a su posición sobre Cataluña y un gran trasvase de votos desde antiguos votantes del PP. Sin embargo, la moción de censura, el auge de VOX, y el pacto en Andalucía han resultado ser fatales para la formación, aunque aún así es el partido que más indecisos mantiene. Según los datos, Ciudadanos pierde votantes a izquierdas y derechas, un 8% de sus votantes apoyarían ahora al PSOE, previsiblemente tras el pacto andaluz y su política de vetos. Mientras que más del 7% de sus antiguos votantes declaran ahora que van a elegir la papeleta de VOX en estas futuras elecciones. El discurso de la veleta naranja y la derechita cobarde parece haberle funcionado a este partido.

En conclusión podemos señalar que, en cuanto a la tasa de fidelidad, el PSOE, es sin duda el partido que mejor encara estas elecciones generales. Sin embargo, el gran desgaste de su principal aliado, Unidas Podemos, podría suponer que no se lograra la ansiada mayoría absoluta ni siquiera con el apoyo de los partidos independentistas. La elección de Pablo Casado parece haber frenado temporalmente la fuga de votos del PP, pero el reciente aumento de los apoyos de VOX hacen que por vez primera tengan un partido fuerte colocado a su derecha, al que pueden mirar muchos de sus votantes. Por su parte, Ciudadanos se encuentra en una encrucijada: si se acerca al PSOE pierde votos por la derecha, pero si se coloca cerca del entente PP-VOX pierde votos por su izquierda, y si no hace nada pierde votos por ambos lados. Por último Unidas Podemos parece abocado a un gran batacazo electoral a no ser que logren realizar una campaña potente que haga volver a sus votantes. De momento su desmembramiento en Madrid, Cataluña, Valencia, Galicia y Baleares parece estar indicar hacia el lado contrario.

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