Perfil del independentismo catalán

Yanebi Blanco Bayona — @yblanco_

En los últimos días, los sucesos en Catalunya abren todas las noticias nacionales, incluso se hacen eco en medios internacionales. Pero… ¿cuál es el origen de este movimiento? ¿qué rasgos comunes tienen las personas que apoyan el independentismo catalán?

En tiempos tan agitados se hace muy difícil, pero a veces para comprender una realidad actual es necesario pararse a reflexionar sobre sus orígenes. Por eso, a partir de los datos públicos del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), hemos intentado actualizar el excelente gráfico original de Ànnia Monreal y Laura Aragó publicado en La Vanguardia en 2016.

Comparando los principales hitos de la política española y catalana con la evolución del porcentaje de ciudadanía catalana que cree que Catalunya debería ser un estado independiente se pueden extraer varias claves.

Entre 10 y 14 años atrás, en tiempos del gobierno de Zapatero y el Govern ‘tripartito’, los defensores de un estado independiente se situaban por debajo del 15%. Mientras que la opción favorita era continuar siendo una comunidad autónoma dentro de España.

El apoyo a la independencia comenzó a subir después de la llegada de la crisis económica. Y se dispara a partir de 2011, con las protestas masivas demandando más democracia, pero especialmente después de la victoria con mayoría absoluta del PP en las elecciones generales.

De hecho, consiguió su punto máximo (48,5%) en octubre de 2013, tras una de las manifestaciones de la Diada más multitudinarias. La llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa y sus intentos de acercamiento tampoco han reducido significativamente el porcentaje independentista.

Aunque es cierto que, incluso tras el referéndum del 1 de octubre de 2017, el número de defensores de la independencia ha ido decreciendo paulatinamente hasta llegar a su punto más bajo (34,5%) en el último barómetro publicado por el CEO en julio de 2019.

No obstante, aunque el independentismo no haya superado nunca a el umbral del 50%, es cierto que hay una amplia mayoría de catalanes que lleva tiempo considerando necesario un cambio en el encaje de Catalunya y España: o bien un estado independiente o mayor federalismo.

Como se muestra en el siguiente gráfico, a pesar de cierta tendencia convergente de los últimos resultados, los datos apuntan a que el conflicto está fuertemente enquistado desde hace años:

Por tanto, parece claro que hay un porcentaje nada despreciable de ciudadanía catalana que cree que debería ser un estado independiente. Ahora bien… ¿qué rasgos comunes hay entre quienes apoyan la independencia? ¿Y cómo han evolucionado con el tiempo?

SPOILER: Según los datos, simplificando mucho, si una persona cree que Catalunya debería ser un estado independiente, hay gran probabilidad que sea: un hombre joven, que viva en entorno rural, posiblemente en Girona o Lleida.

Tal y como estamos viendo estos últimos días, el movimiento independentista está fuertemente apoyado por las personas más jóvenes. Y además, es muy interesante que esto ha sido así desde que existen datos. Particularmente las personas entre 18 y 34 años reportan siempre un porcentaje de apoyo a un estado independiente muy por encima de la media. Mientras que aquellas personas con 65 y más años se encuentran muy por debajo, especialmente a partir de 2012, coincidiendo con el comienzo de apoyo masivo a la independencia. No obstante, a partir del último año se observa una evidente tendencia convergente entre los distintos grupos de edad.

Todo esto es consistente con las teorías sobre el efecto de ciclo vital, que consideran que una de las razones por la que los jóvenes se implican en mayor medida en la protesta es su disponibilidad de tiempo libre, como indican Schlozman, Verba, Brady y Erkulwater. Por el contrario, las personas más mayores, aunque tengan tiempo libre tras la jubilación, suelen tener mayores impedimentos físicos (Milbrath, 1965).

Sin embargo, es relevante que las personas de 35–49 años y más tarde las personas entre 50–64, comienzan situándose por debajo de la media y paulatinamente van reduciendo la diferencia, hasta llegar a apoyar la independencia por encima del total de la ciudadanía catalana. Este hecho puede deberse a que sucedieran ciertos hitos importantes, como las manifestaciones multitudinarias a partir de 2012 o la campaña para el referéndum del 1 de octubre de 2017. Aunque tampoco pueden descartarse efectos generacionales, debido a la amplitud del periodo estudiado.

En lo relativo al género, se ve claramente cómo, desde que hay datos, el principal apoyo a la independencia viene de parte de los hombres, llegando a reportar casi cuatro puntos por encima de la media a comienzos de 2013 y finales de 2016. Sin embargo, de forma muy interesante, a partir de 2018, las mujeres se llegan a situar más de un punto por encima de la media del total de respuestas.

Cada vez con más diferencia, el apoyo a la independencia viene desde los entornos más rurales. Las personas que viven en un hábitat de menos de 2.000 habitantes llegan a reportar apoyo al independentismo incluso 20 puntos por encima de la media, seguidos por aquellos pueblos de hasta 10.000 habitantes.

Por el contrario, los habitantes de las ciudades más urbanas, entre 50.001 y un millón de habitantes, son quienes reportan un apoyo a la independencia significativamente menor a la media de Catalunya. Esta brecha entre los entornos rurales y urbanos además ha ido creciendo a partir de 2011.

La ciudad de Barcelona (único hábitat con más de 1 millón de habitantes en Catalunya), por su parte, generalmente se ha situado algo por debajo del total, aunque se va acercando a la media a partir de 2018.

Finalmente, relacionando con el gráfico anterior, hay que tener en cuenta que la gran mayoría de las ciudades urbanas de más de 50.000 habitantes se encuentran en los alrededores de la ciudad de Barcelona. Por lo tanto, no es de extrañar que la provincia de Barcelona tenga un apoyo a la independencia mucho menor que la media. Mientras que en Girona y Lleida se encuentran las tasas más elevadas de apoyo al movimiento independentista.

De momento no hay datos públicos sobre cómo ha podido influir la sentencia del Tribunal Supremo y los últimos acontecimientos, pero continuaremos actualizando según el Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) vaya publicando.