No cabe duda de que la blockchain ha recorrido un largo camino. Las primeras ideas que llevaron a la creación de la tecnología del ledger distribuido se remontan a la década de 1970. Lo que realmente introdujo la tecnología blockchain al público fue el meteórico ascenso de Bitcoin. La crisis financiera de 2008 resultó ser el catalizador que inspiró a Satoshi Nakamoto a crear un nuevo tipo de blockchain. Una que eliminara la necesidad de un intermediario y permitiera a los usuarios comunicarse de forma realmente entre iguales (peer-to-peer). La creación de Bitcoin dio forma al concepto de descentralización financiera, una idea posible gracias a la tecnología blockchain.
En 2022, la tecnología blockchain sigue mejorando y adaptándose. Bitcoin sigue siendo la criptomoneda más grande e influyente desde hace más de una década, seguida de cerca por Ethereum. Lamentablemente, la idea original de descentralizar las redes se está dejando de lado a medida que las blockchains se centralizan cada vez más. Y esto ni siquiera es el resultado directo de una regulación más estricta. Aunque las principales propiedades de las blockchains, como las soluciones de ledger distribuido a disposición del público, siguen ahí, el espíritu de descentralización ha ido perdiendo su brillo. La razón principal es la cuestión de la accesibilidad. Más concretamente, la falta de accesibilidad.
La necesidad de accesibilidad
Para impulsar aún más la adopción de la tecnología blockchain, ésta debe ser accesible. No sólo para los particulares, sino también para cualquier otra entidad que desee sacar el máximo partido de esta nueva tecnología. A pesar de la enorme popularidad que han alcanzado durante la última fase alcista, las criptomonedas y la tecnología de blockchain siguen siendo relativamente nuevas. Esto significa que la mayoría de los usuarios aún no están demasiado familiarizados con su funcionamiento. Incluso si ese no fuera el caso, hay otros obstáculos que hacen que muchas de las blockchains populares sean inaccesibles para muchos.
Una gran barrera de entrada son las comisiones por transacción. Tomemos como ejemplo el elefante de la sala, Ethereum. Ethereum es sin duda la mayor plataforma de smart contracts y por una buena razón. Se ha establecido como la fuente de varios modelos de tokens y utiliza un lenguaje de programación que ya es familiar para muchos desarrolladores, por lo que es relativamente fácil construir sobre él.
En el lado negativo, la escalabilidad de Ethereum siempre ha sido un problema y esto ha dado lugar a unas comisiones por transacción desproporcionadamente altas. Con las soluciones de Layer 2 intentando remediarlo, este problema puede resolverse, pero muestra un claro fallo en la mainnet, que podría haberse evitado por completo con una arquitectura mejor. Otra bandera roja para la descentralización de Ethereum fue el reciente cambio de proof-of-work a proof-of-stake. Muchos estarían de acuerdo en que el verdadero espíritu de la descentralización reside en el proof-of-work, un mecanismo de consenso que permite a cualquiera unirse, apoyar la seguridad de la red y ganar recompensas por ello. Esto, sin embargo, tiene el coste de un elevado consumo de energía.
Proof-of-stake soluciona el uso de energía, pero añade otra barrera para los usuarios de Ethereum. Cualquiera que quiera ejecutar un nodo necesita tener al menos 32 ETH en su wallet. Incluso con la actual tendencia a la baja del mercado, no es una suma pequeña de dinero. Esto limita seriamente la descentralización de la red, restringiendo el número de validadores a miles en lugar de millones. Si se quiere lograr una verdadera descentralización a escala, la necesidad urgente de una nueva solución blockchain se está haciendo dolorosamente obvia.
Accesibilidad para todos con Massa
En su esencia, las blockchains públicas defienden la seguridad, la transparencia, el autogobierno y la descentralización. Sin embargo, muy pocas blockchains están realmente a la altura de estos valores. Dado que la naturaleza humana es algo difícil de cambiar incluso con la tecnología, el poder tiende a acumularse en un puñado de individuos a largo plazo. Esas personas pueden influir directamente en el futuro desarrollo y aplicación de las redes blockchains.
Una forma de evitar que esto ocurra es construir con previsión e implicar al mayor número posible de miembros de la comunidad. La forma más eficaz de conseguirlo es rebajando los requisitos para ejecutar un nodo validador en la red, democratizando la gobernanza de la blockchain y esforzándose constantemente por alcanzar el mayor grado de descentralización. Cuanto mayor sea el número de participantes, más segura será la red.
Esto es exactamente lo que el equipo de Massa está haciendo actualmente. Massa es una nueva clase de blockchain pública de Layer 1 construida por el pueblo para el pueblo. Massa resuelve el viejo trilema de la blockchain a través de la innovación tecnológica y se centra en la accesibilidad y la descentralización mediante la reducción de los requisitos para ejecutar un nodo. Los miembros de la comunidad pueden empezar a gestionar su propio nodo validador Massa con sólo unos pocos tokens, lo que incentiva niveles aún más altos de descentralización y abre la puerta a la adopción masiva. Con más de 8.000 nodos validadores funcionando en la testnet, Massa ya ofrece un nivel de descentralización muy superior al de cualquiera de sus competidores Layer 1.
Otro elemento clave que contribuye al alto nivel de seguridad de Massa es su mecanismo de consenso Proof-of-Stake, eficiente energéticamente y Sybil-resistant. De hecho, los usuarios de Massa pueden stakear sus tokens, lo que les da un incentivo adicional para gestionar un nodo validador y apoyar a la red 24 horas al día, 7 días a la semana.
El camino a seguir está claro
Los recientes acontecimientos en el espacio criptográfico han dejado claro que la descentralización es el camino a seguir. Debido a su alto coeficiente Nakamoto, que mide directamente la descentralización, a cualquier parte malintencionada le resultará extremadamente difícil penetrar en la seguridad de Massa. Además de liderar la descentralización real, Massa ofrece a los usuarios ventajas adicionales como miles de transacciones por segundo, bajas comisiones por transacción, escalabilidad ilimitada y tokenómica justa. Dado que ninguna de las populares blockchains Layer 1 ofrece los componentes necesarios para lograr una verdadera descentralización, es hora de buscar una alternativa.
Massa blockchain ya es capaz de responder a la necesidad de descentralización y ofrecer a los usuarios una solución que no compromete la seguridad ni la escalabilidad. Una vez eliminadas estas barreras de entrada, Massa permite a cualquiera empezar a apoyar la red y contribuir a cumplir el objetivo final de la máxima descentralización. Por fin, los desarrolladores y usuarios pueden estar seguros de que la blockchain en la que se basan seguirá siendo independiente y no se verá afectada por un grupo cerrado de individuos.
Para un futuro verdaderamente descentralizado, el único camino claro es Massa.
Traducción del medium de Massa Labs. Para ver el artículo original (english) haz clic aquí.
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