El Diseño desde la Administración Pública

Mauricio Valerio
Yo tengo un Blog
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7 min readApr 13, 2021

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Mientras en el 2021 en Costa Rica las agencias y los estrategas en comunicación política se preocupan por resolver cuál debería ser el verde que diferencia a un precandidato del PLN del otro, en la España de 1992 el diseño gráfico y el Sector Público — todos sus poderes, instituciones y Partidos Políticos — se encontraban, decidían y recordaban que el diseño gráfico era una técnica muy valiosa para informar o transmitir un mensaje.

Hace 29 años las Olimpiadas de Barcelona saturaba de diseño a la prensa y a la televisión. Un evento que, para Oriol Pibernat; historiador y diseñador catalán, fue muy significativo.

“Fue una operación de diseño muy intensa de todo lo relativo a los Juegos y a la ciudad que los acogía. Se apeló a los diseñadores del momento, algunos ya despuntaban en el ámbito internacional (…) este boom también condujo a cierta inflación de la palabra “diseño”. La prensa, los medios y el lenguaje común se saturaba de diseño”, Pibernat.

Era así como un país acostumbrado al arte enmarcado y a la arquitectura, conocía otro significado de “diseño”.

Las empresas públicas y privadas, las marcas nacionales y las invitadas, las instituciones y los Poderes del Estado se planteaban un cambio en su imagen, en sus logos, fuentes y colores…y lo hicieron.

En esa misma España de 1992, llegaba la Expo Sevilla y la envidiable “Primavera del Diseño” donde para muchos nace aquello de pensar las cosas antes de hacerlas o el “Design Thinking”: un concepto que apenas nos daba indicios o bases de la arquitectura de la información, del diseño gráfico en la comunicación, de la experiencia de usuario (UX) y de la nueva “propaganda” post Franco.

Cinco años antes — en 1987 — , nacían los Premios Nacionales de Diseño, los cuales premiaban a lo privado, pero que supusieron “un primer haz de luz sobre los oscuros años de desidia protagonizados por la Administración”, menciona la Revista Graffica.

Costa Rica: casi 30 años sin intentarlo…

El diseño es caro: mentira. El diseño es secundario, lo que importa es cumplir con informar: error.

Intentos ha habido. Los conozco de cerca porque conocidos en diversas instituciones me cuentan el calvario — en forma, fondo y significado — que sufren con cada propuesta de mejoramiento gráfico que plantean desde sus distintas oficinas en el sector público. Sufren con sus logos, con los editables, con sus web, con los libros de marca y con la burocracia.

En 2011, cuando trabajé en la Presidencia de la República, propuse a mi jefe — quien creía en esta idea — crear un sitio web en el que, mediante un mapa interactivo, el Gobierno geoubicara cada nueva escuela, calle, Delegación de la Fuerza Pública, etc.

Cada inversión pública sería un punto en un mapa.

Imaginemos un nuevo Centro de Salud en su comunidad. Ese Ebais estaría fijado en un mapa y, al darle click, se desplegaba la información propagandística más importante, como por ejemplo: el monto de inversión, personas beneficiadas, alcance cuantitativo y cualitativo del proyecto, método y cantidad de financiamiento, enlaces de interés, noticias relacionadas, discursos en audio, texto y video del día de su inauguración, seguimiento y claro, enlaces que permitieran a sus usuarios acceder a información de utilidad (dirección, teléfonos, servicios, horarios… para aquel momento).

Este proyecto marcaría un antes y un después en aquel lejano año en el que descubrimos los mapas como herramienta de ubicación e información, como lo hacía Foursquare al permitirnos ver reseñas propias y ajenas de los restaurantes, hoteles, cines o establecimientos que visitabamos.

El sitió tendría un diseño único, amigable, responsivo y contendría toda una estrategia de comunicación que no permitiría errores en cuanto al discurso que se quería transmitir.

La plataforma, alojada en un servidor y con su dominio correspondiente, sumado a la mano de obra que suponía diseñar, además de su constante mantenimiento (una persona inhouse dedicada a esa tarea), no superaba los $4.000 más un salario mensual de un técnico, quien bien podría llevar a cabo otras tareas. Han pasado 7 años y no existe un espacio parecido en el sector público.

Es ridículo imaginar que un proyecto de confianza tenga que salir a concurso público cuando sabemos quiénes son los mejores para desarrollarlo. No hay espacio para la corrupción cuando el presupuesto es mínimo y las exigencias y dedicación requeridas son exageradas.

En Gobierno podemos pautar millones en Teletica, Repretel y Nación, pero no tenemos vía legal para pagar publicaciones en Facebook, Instagram, Youtube o Twitter.

Lo anterior da espacio a la vía informal y a la ilegalidad. Da vida a los trolls y a los medios “alternativos” temáticos y coyunturales. Abre espacios para errores de comunicación y exposición innecesaria.

Estas decisiones alimentan las Fake News y lo peor: dan pie al traspapeleo de partidas (o pago) a “asesores” que cobran por colocar mensajes en las Redes Sociales.

El discurso populista de la austeridad que en este país nos vendieron quienes hoy gobiernan y; que para su propio bien ellos están experimentando, ha salido caro para muchas personas que hemos querido innovar a la hora de comunicar desde el sector público.

El uso de Internet incrementa la actividad política a través de prácticas que involucran menos tiempo para su ejecución. Además, la información obtenida en Internet redunda en una mayor práctica cívica, un aumento en el capital social y un incremento en el debate político. Comunicación Política: Debates, Estrategias y Modelos Emergentes, 2020.

Por otro lado, las búsquedas de información política en Internet tienden a reforzar creencias o posiciones preexistentes y son llevadas a cabo por sujetos interesados previamente en política.

graffica.info es una revista especializada en diseño gráfico que tituló y dedicó su octava edición al “El Diseño en el Sector Público”. Se enfocaron en la importancia que tiene difundir, desde la Administración, mensajes con carácter. Su escuela es mucha, si tomamos en cuenta que en Costa Rica nos limitamos a tener una web con información y herramientas básicas en cada Institución pública.

Han pasado tres décadas y nos toma por sorpresa imaginarnos una área del diseño que, en este país, no ha tenido espacio para la discusión y, mucho menos, para su ejecución.

Si ya antes mencioné la telaraña que supone, desde; por ejemplo, el Gobierno, difundir un mensaje con estética, ¿qué podemos esperar de la época electoral?.

Esta publicación nos da una pequeña lección de cómo dos partidos políticos españoles — el PP y Podemos — tan diferentes entre sí, tienen algo en común: su tipografía; la Gotham.

Un candidato que no tenga web o manual de identidad, no quiere ocupar ningún puesto. Es imperativo, punto.

Un Partido Político, el que sea, sin línea gráfica, sin tipografías, usos y variaciones de sus logos, no merece representar a nadie.

Me puedo leer exagerado, pero desde la Segunda Guerra mundial el diseño tiene un papel primordial a la hora de comunicar en la política.

La solución es fácil y barata: anticiparse a los hechos, establecer protocolos, unificar estilos, generar plantillas editables (mínimo) y claro: poner un escritorio más en el Ministerio de Comunicación.

El Enlace Institucional debe responder, entre muchas tareas, a identificar y llenar vacíos en la forma en la que se comunica el Gobierno hacia afuera, pero aún más importante, cómo se comunica entre sí; hacia adentro.

Las campañas políticas exitosas son el resultado de la suma de muchos factores; como por ejemplo la maquinaria electoral, el mensaje atinado del candidato, la buena o mala gestión del Gobierno de turno, el debate oportuno y claro, quizá lo más importante, la innovación y claridad de su propaganda. Esto último no tiene porque significar millones.

Con respecto a lo anterior, es difícil de entender cómo justo después de que un candidato concluya victorioso su campaña electoral y, posteriormente se convierta en Presidente, éste asume y olvida la importancia de lo visual, lo gráfico y lo digital a la hora de comunicar. Es una tarea que, al día siguiente de anunciados los resultados electorales, se tiene que comenzar a planificar.

Es típico encontrar en la oficina de prensa de Casa Presidencial, Ministerios e Instituciones Públicas a varios periodistas, camarógrafos y fotógrafos, pero pocas veces hay espacio para los diseñadores gráficos o diseñadores web.

Es hora de aprender, capacitarse, escuchar a los que saben y de cambiar.

Extra:

El Logo de Correos: si no me lo explicás, no lo entiendo.

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