Nerea Úbeda Segura
Mediaciones culturales en las artes
3 min readDec 23, 2018

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El camerino de los artistas clásicos

Si tuviéramos en nuestras manos cada uno de los personajes que forman parte del cuadro Los fusilamientos del 3 de mayo (Francisco de Goya, 1814), separados del fondo, como si de piezas recortables se tratara y pudiéramos reubicarlos a nuestro gusto rehaciendo la composición, seguramente, el significado que obtendríamos sería uno totalmente distinto al original. Esta es la potencia que tiene la iconología y es de lo que hablaremos hoy.

Mucho tiene que ver la sensación o impresión que nos transmite una pintura cuando la vemos a simple vista. Es el análisis posterior de está misma, la que nos lleva al entendimiento de que, dependiendo de la posición, altura y forma en la que se encuentren unos elementos sobre otros, obtendremos un significado concreto. Por tanto, podemos afirmar que la iconología es una disciplina que nos ayuda a comprender y estudiar los símbolos y conjuntos de imágenes. Pero aún podemos ir un paso más allá. La iconología tiene un efecto tan fuerte que permite que, cuando vemos una pieza que ha sido realizada como imitación o que se ha modificado de la inicial para transmitir un mensaje concreto, pensemos inmediatamente en la original. Utilizando los cuadros como símil del cine, podemos decir, que el marco es el set de rodaje, y una vez los personajes cambian, cambia toda la narrativa a pesar de que sigue siendo el mismo escenario.

Pero, ¿por qué recrear imágenes pictóricas que ya conocemos?, ¿por qué no innovar en vez de decidir escoger obras de arte como medio de comunicación? En mi opinión, cuando alguien decide recrear una obra de arte, y transportarla a la era actual, lo que quiere es reivindicar algo. Al hacerlo de esta forma, el mensaje va dirigido a un público concreto y el trabajo radica en un mensaje con mucha más fuerza que si se elaborara algo acorde a la época en la que se decide crear el mensaje. El juego de integrar elementos modernos en lo que está considerado un marco clásico, el cual reconocemos con facilidad debido a la iconología, nos resulta chocante. Este hecho, hace que nos detengamos y analicemos la nueva obra que se nos presenta, para intentar encontrarle un sentido. «La pregunta que hay que hacerles a las imágenes en el tiempo no es qué quieren decir o qué hacen, sino qué quieren» (W. J. T. Mitchell).

En definitiva, si hay algo que podemos sacar en claro de todo esto, es que siempre hay una intención tras lo que se muestra y que el arte sigue siendo un potente medio comunicativo de reivindicación. «Quería tomar una pintura significativa, una obra ampliamente reconocida que subconsciente o conscientemente nos condiciona a ver a las figuras masculinas blancas como poderosas y autoritativas, y voltear el guion, establecer una contra narrativa» (Harmonia Rosales)

La creación de Adán, Miguel Ángel.
La creación de Dios, Harmonía Rosales.

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