Nasha Cuello Cuvelier Embajadora de la UNESCO en la Cumbre del Clima de París

La argentina de 25 años, estudiante de Ciencias Ambientales, fue la voz de los jóvenes ante las delegaciones de los países del mundo.

“Somos los últimos que podemos lograr un cambio en el planeta”

Que la juventud puede cambiar el mundo no es un mensaje que, por repetido, debería perder vigencia. Más aun cuando se trata de enfrentar las consecuencias del impacto ambiental que los jóvenes actuales conocen desde que nacieron. Esta razón y muchas otras más son las que Nasha Cuello Cuvelier,argentina de 25 años, les expuso a los distintos líderes políticos en la Cumbre del Clima (COP 21), donde participa junto con el filipino Nicolás Aquino como embajadora de la UNESCO y representante de los jóvenes del mundo. “Estoy muy contenta y orgullosa de poder estar acá”, le cuenta Nasha a Tiempo desde París. Si bien el evento que reúne a 195 países con el fin de cerrar un protocolo mundial contra el calentamiento del planeta concluye el próximo viernes, esta estudiante de Ciencias Ambientales espera que la conciencia que se logró convocar continúe y, en efecto, ella misma se reunirá hoy con autoridades de la UNESCO para avanzar en el proyecto que presentaron en la Cumbre: la creación de una plataforma global donde líderes juveniles de todo el mundo aporten sus ideas para intentar frenar el cambio climático.

–Llegaste a la Cumbre para transmitir el mensaje de la juventud ante las delegaciones oficiales, ¿cómo viviste ese discurso?

–Nuestro discurso tuvo tres ejes principales, entre los cuales fue prioritario destacar el rol de la juventud para generar un cambio, organizándonos, creando aplicaciones para los celulares y haciendo tantas otras cosas… No somos el futuro, somos el presente. El otro punto que desarrollamos fue la importancia de la protección de la biodiversidad, explicando el rol fundamental que juega y la necesidad de mitigar y prevenir las consecuencias del cambio climático. Por último, llevamos nuestra propuesta concreta de una plataforma global que estamos viendo si podemos crear dentro del marco de la UNESCO: la idea es que reúna a líderes jóvenes de distintas partes del mundo, cada uno con sus propuestas, y también invitar al sector privado para que ayude financieramente a desarrollar los diferentes proyectos.

–¿Por qué es tan importante la juventud para enfrentar el cambio climático?
–Por varias razones. Para empezar, nosotros ya nacimos viviendo los impactos de un modelo de desarrollo y de un consumo desenfrenado que le trajo muchas consecuencias al medio ambiente: el hecho de haber nacido con esta visión global y con nuestra posibilidad de actuar localmente, nos hace actores fundamentales. También es importante nuestra relación con la tecnología y esta habilidad que tenemos para programar, diseñar o usar un smarthphone inteligentemente, considerando que puede usarse tanto para salvar una vida como para jugar a un juego… Y, por último, creo que la energía que tiene la juventud es un motivo en sí mismo: nosotros creemos que las cosas son posibles. No tenemos esa visión negativa que tienen algunos adultos cuando dicen que “ya está todo hecho” sino la energía de querer hacer y actuar ante las cosas que nos molestan.

–La juventud actual, ¿tiene esa conciencia de la que hablás?

–Hay una conciencia colectiva que está presente pero que en algunos jóvenes es muy fuerte, como en los estudiantes de Ciencias Ambientales o quienes participan o crean proyectos para proteger el ambiente. De todos modos, hay mucha inacción; muchos te dicen que es un gran problema pero aún no toman cartas en el asunto. Y además, hace falta voluntad política y también una actitud de los adultos de apoyar a estos emprendedores. Cuando un grupo de jóvenes con ideas toca 25 puertas y en ninguna les abren, terminan por abandonar su proyecto. Se trata de eso. No siempre falta plata, lo importante es que existan canales de apoyo.

–Ante la aprobación de un borrador del posible acuerdo y desde tu experiencia en París, ¿cómo ves el desarrollo de la Cumbre?

–Personalmente, estoy un poco confundida. Veo muchas expectativas de que esta Cumbre sea histórica, de que se logre lo que no logró el Protocolo de Kioto y de que se llegue a un acuerdo vinculante que establezca obligaciones tanto para los países desarrollados como para aquellos en vías de desarrollo, pero que también determine líneas de financiamiento para estos últimos. Ojalá la COP21 de París sea todo eso. Espero que eso se traduzca en las acciones del plan de desarrollo que entra en vigor en 2020, pero ojalá también sirva para que las personas que se pusieron en contacto en esta Cumbre, que fueron más de 40 mil, continúen con esta conciencia más allá del acuerdo que se firme aquí.

–Y en relación con ese acuerdo, ¿sos optimista?

–Soy optimista porque no me queda otra (risas). Retomando las palabras del presidente Barack Obama durante la inauguración de la Cumbre, nosotros, los jóvenes, somos la última generación que puede lograr un cambio para que el planeta no siga aumentando otros dos grados de temperatura. Si esto no sucede así, no quiero pensar en el mundo que se viene. Por eso, decido ser optimista y seguir trabajando para que se produzca este cambio.

http://tiempo.infonews.com/nota/197949/somos-los-ultimos-que-podemos-lograr-un-cambio-en-el-planeta