RÁPIDOS Y CON COJONES
Para cambiar y vivir y marketear en el 2017 y no como si viviéramos en el 2018, revisa estos consejos, un resumen del primer JellyShot, podcast lanzado por Jelly, que puedes escuchar en el sitio o en Mixcloud o ver el resumen en este video:
Este mundo es de los que conquistan, pero muchas marcas aún no se atreven a coquetear con sus consumidores, porque para hacerlo deben estar donde están los ojos de su enamorado…
Por alguna de esas misteriosas razones que sustentan un amor, son varias las marcas que se han encandilado y aferrado a una misma manera de relacionarse con sus clientes y, al parecer, pareciera que quieren quedarse con ella hasta que la muerte los separe. O morir con las botas puestas (ojo, incluso Apple prefirió, para lanzar el iPhone X, hacer reviews con Youtubers antes que con la prensa tradicional). Para cambiar y vivir y marketear en el 2017 y no como si viviéramos en el 2018, revisa estos consejos.
1. ¿A dónde va nuestro amor?
En marketing, lo único constante es que las ideas siempre vienen detrás de lo que engancha a la gente. Una marca que insiste hoy en el blog como la estrategia de creación de contenido aún no entiende que eso funciona tanto como pretender calmar a un niño encendiéndole la tele un domingo por la tarde. La estrategia de los blogs –cuyos posteos apenas lo lee con detención el 29% de quienes lo visitan- es sólo un complemento entre muchas otras plataformas. Esto mientras más del 60% de los marketeros sigue apostando a los blogs… La gente NO está ahí, porque los niveles de atención cambiaron y están sumergidos en RRSS o Netflix (más del 80% de los chilenos consume series de esa plataforma fuera de sus casas). Entonces, ante este panorama, la única forma de mantener el amor con el cliente es renunciar a una sola manera de entregarle contenido. Cuando el mensaje lo convierto para distintas plataformas, entonces la opción de enamorarlo es mayor. Y para eso se necesitan cojones y rapidez.
2. Ámame ahora, no mañana
La receta del amor es testear. No esperes cinco años para ver cómo le va a tu contenido en una sola plataforma, porque si tienes miedo a experimentar, te vas a quedar afuera. Muévelo, en distintas plataformas, pero sobre todo actúa primero, porque ya dijimos que las marcas están siempre desfasadas. La gente va más rápido, porque no tiene que convencer a equipos, jefaturas y un directorio sobre una estrategia de contenido. No necesita aprobaciones. El rol de una marca exitosa es escuchar en qué están las personas y entrar con la mayor rapidez posible. No esperes, tampoco, que tu competencia dé el paso antes que tú, como si fuera la única razón válida para meterse en una nueva plataforma. Llegar primero es importante. Y si te va mal, corriges. Y sigues.
3. El amor es cool
Las marcas buscan ser cool con un frenesí descontrolado. Para ello, la fórmula va por asociarse con gente que hace contenido consistente y auténtico y que tiene ese aura especial. O sea, cool. Cool es, por ejemplo, la relación entre el contenido patrocinado por Nike y Vice sobre Michael B. Jordan. Cool es lo que BuzzFeed provoca al compartir sus temas con etiquetas de deporte o comida. Pero cuidado, porque ser cool no se puede forzar. La unión entre la marca con el branded content debe tener algún tipo de match entre lo que esa marca representa y la estética del medio que lo difunde. Si no pega, no funciona. La gente no sólo va más rápido sino que es astuta. Y sabe diferenciar contenido y publicidad. Y de cuando te intentan embutir un aviso por la garganta.
4. ¿Quién salvará a los más chicos?
Las marcas pequeñas están aún en mayores problemas. Facebook, por ejemplo, las está matando al cambiar frecuentemente el algoritmo que les permite aparecer en el timeline. Lo nuevo: el experimento de Zuckerberg y compañía para modificar el timeline de las personas y esconder los posteos de marcas en una pestaña, donde solo aparecen las marcas en TU timeline siempre que estén pagando. Es un test. Pero si vamos hacia allá, es el fin de la pyme que usa Facebook orgánicamente para dar a conocer su negocio. Entonces, la pregunta es hacia dónde mirarán cuando necesiten contar su historia. ¿La tele? Impensable, no hay presupuesto. El camino es el mismo: ser inquieto, tomar decisiones con rapidez y atrevimiento y no depender ni de una sola red social ni de una plataforma única. Cada marca debe aparecer en distintos lados, contando sus historias donde la gente está. Hoy, no ayer. Y si falla, ya saben: enmendar, no detenerse y probar de nuevo de otra manera. Porque éste es el mundo de los infieles.
