Trekking al Cerro Plataforma
(Parte 3)
Esta es la tercera y última parte del relato que describe la caminata al Cerro Plataforma. Si quieren conocer cómo comienza la historia y qué fue lo que nos motivó a escribirla pueden ver las Parte 1 y Parte 2 de la caminata.
Recapitulando: llegamos a orillas del río Guillermo, lugar donde decidimos acampar. A pocos metros del río se encuentra un Puesto Ganadero.
Importante: El relato cuenta el recorrido que hicimos nosotros, no significa que sea el más fácil o el más corto. Fue el camino que encontramos. Si hay alguien que conoce un camino mejor, por favor hágalo saber.
Día 3: Puesto ganadero — Laguna
Desde el río se debe tomar un camino que llega a un puesto ganadero. El sendero atraviesa el corral del puesto por el medio cruzando dos tranqueras. Allí comienza una subida larga y pronunciada que atraviesa un cañaveral y un bosque quemado. Luego se inicia una bajada que nos deposita en un arroyo (buen lugar para acampar). Cruzando la zona de acampe, se atraviesa un pequeño mallín y se vadea el arroyo por unas piedras. Del otro lado del arroyo hay un árbol con una marca amarilla.
A los cuarenta minutos aproximadamente se llega a la base del plataforma. En dicha zona hay una laguna y un refugio que la nieve lo inutilizó. Por detrás del refugio corre un arroyo de donde se puede sacar agua para tomar. El lugar está muy bueno, hay muchos fogones para elegir.
En total habrán sido 3 horas y media desde el puesto hasta la laguna.
En uno de los lugares de acampe encontramos tendidas las bolsas de dormir de cinco chicos que nos habíamos cruzado el día anterior en el arroyo. Ellos habían hecho de un tirón desde el Turbio hasta aquí.
Como era temprano aprovechamos el día al máximo. Nos bañamos, leímos, jugamos a las cartas y disfrutamos de un clima formidable. Al caer la noche preparamos la cena y notamos que el cielo estaba estrellado, que a nuestro entender, indicaba que el tiempo seguiría bueno
Día 4: Laguna — Cerro Plataforma
Esa mañana el cielo estaba muy cerrado y lloviznaba. Estábamos muy tristes, pero habíamos ido hasta ahí para subir el Plataforma (¡y no se veía por las nubes!), por lo que un poco de mal tiempo no nos iba a frenar. Además, habíamos calculado la comida justa y no podíamos esperar al día siguiente. Preparamos una mochila con abrigo, ropa de lluvia, comida y encaramos la senda, previo desayuno.
La senda comienza detrás del refugio, el cual se debe cruzar. Luego el camino se interna entre unos arbustos y comienza una subida muy corta. Al llegar al final de la subida llegamos a una pampita con sectores mallinosos.
El tiempo para esta altura no era muy prometedor, ya que desde que habíamos salido nos acompañaba una fina capa de lluvia y un colchón de nubes grises y amenazantes. La niebla complicó nuestro andar. Nos costaba encontrar el camino y teníamos que andar y desandar pequeñas “entradas” que se dejaban ver entre la vegetación hasta encontrar el sendero correcto.
A esta altura, por el frío y calor que nos daba, ya nos habíamos cambiado más de ropa que Carmen Yasalde en el desfile de Giordano del 93 en Carlos Paz. Parecíamos menopáusicos.
Los enormes paredones del imponente Plataforma acompañan a la izquierda durante todo el trayecto. El camino sigue bastante tranquilo y empiezan a acercarse las primeras grietas que le hacen a uno pensar “¿se podrá subir por ahí?”. Hay pircas en el camino, pero lamentablemente no está muy claro por dónde se debe seguir. Simplemente se debe avanzar por las sendas que siguen paralelas al cerro.
Se sigue hasta el final de la Plataforma y luego de una curva se ve una grieta no tan empinada. Se debe subir por allí. Hasta aquí, desde la laguna, tardamos una hora y media aproximadamente.
Lo que encontramos al subir era raro y muy distinto a todo lo visto. El efecto causado por la niebla, lluvia y piedras parecía sacado de un libro de Bradbury o de Interestelar. Creo que si alguna vez cualquiera de nosotros se imaginó Marte o la Luna era como lo que teníamos ante nuestros ojos. No se veía ni a 100 metros y estábamos sumergidos en una nube gigante. El panorama no era bueno pero a pesar del frío, el momento se disfrutó. Al correr los minutos y caminar unos metros el disfrute fue aplastado por el frío. Había mucho viento y era difícil encontrar reparo.
Encontramos una pared que nos refugiaba del viento y nos comimos un turrón. Nos reíamos de nuestro aspecto y maldecíamos por el mal clima que se resistía a dejarnos en paz. A los 20 minutos y con los pies congelados, retomamos la caminata para intentar calentarnos. Luego de unos minutos volvimos a parar en una especie de canaleta. Ahí nos calzamos los pantalones de lluvia y sin esperarlo, levantamos la cabeza y vimos un manchón claro en el cielo. ¿Iba a despejar? ¿Podíamos tener tanta suerte de pasar de un cielo gris y cerrado por las nubes cargadas de lluvia a ver un cielo celeste? Y así fue, retomamos la caminata y el manchoncito claro se hacía cada vez más lugar entre tanto cielo gris.
De a poquito empezamos a ver más y más del cerro Plataforma. El paisaje era majestuoso y de a poco nos empezamos a dar cuenta de lo inmenso que era. Hacia los costados se empezaron a ver grandes montañas nevadas y el lago Puelo.
El cerro Plataforma es un antiguo lecho marino de aproximadamente 40 millones de años de antigüedad. Por esta razón en la cima se pueden encontrar miles de fósiles marinos. Por favor no sustraerlos.
La Plataforma es tan grande que es casi imposible recorrerla en un solo día. A continuación les dejo algunas fotos.
Día 5: Regreso ☹
No hay mucho que contar del regreso. Desde la laguna hasta el Turbio lo hicimos en un día solo. Serán unas 8 horas, la mayor parte bajada.
