Empresas buenas, empresas geniales

Luis Cruz
MejorIndustriaTI
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2 min readNov 13, 2017

Todos los días mantengo apasionadas conversaciones con mis compañeros de trabajo acerca de las acciones que debemos tomar para construir la empresa que queremos. En una de estas conversaciones, caigo en cuenta que si lograremos los objetivos que nos planteamos, seremos una muy buena empresa; pero a la vez, estamos lejos y quizás nunca lleguemos a ser una empresa genial. Y es que para ser una empresa genial, necesitas un coraje excepcional, necesitas ser obsesivo.

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En nuestras interacciones diarias tratamos con empresas mediocres, otras promedio y algunas empresas buenas o muy buenas. Si te toca seleccionar proveedores al interior de tu organización, te contactas con aquellas 3 ó 4 empresas que crees que pueden brindar un buen servicio; empresa buenas, según tú, para ofrecer el servicio.

Las empresas geniales son otro tipo de empresa: son líderes en la categoría que representan, ocupando un espacio privilegiado en la mente de las personas. Son aquellas empresas que al nombrarlas son sinónimos de su categorías. Por ejemplo, ¿qué se te viene a la mente cuando piensas en un buscador para la web, una red social, una cámara de acción o una tablet?

Es difícil pensar en más de una empresa compartiendo la misma categoría cuando se trata de empresas geniales. Y es que la diferencia entre una empresa genial y su competidor más cercano suele ser abismal. Es así como las primeras se llevan la mayor parte del market share (por no decir todo).

La mayoría de los líderes se conforman con construir una empresa muy buena, dejando para otros pocos las empresas geniales. No es que ellos no quieran ser una empresa genial, de hecho, jamás verás a uno de ellos decir “yo sólo me conformo con ser una empresa muy buena”, jamás verás una declaración o un documento al respecto. Y es que todos queremos tener una empresa genial pero muy pocos estamos dispuestos a pagar el precio.

¿Qué hacer entonces? Tener una empresa genial implica ser obsesivo, no permitir las ventanas rotas, no dar espacio al conformismo y no desviarnos de nuestro objetivo por conseguir una venta. Es aquí donde todos fallamos, y es que es mucho más cómodo dejar pasar que enfrentar, mantener el status quoque cambiar, aceptar una venta para llegar al número que ser selectivo.

Escribir esto me hace ser consciente de la búsqueda de esa genialidad organizacional y me acerca un paso más a ella. Te invito a pensar en la empresa que quieres ser ¿estás creando una buena empresa o una empresa genial?

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Luis Cruz
MejorIndustriaTI

Socio y ex CEO/CTO en 2Brains, CEO y socio en Contable.app. Amante del aprendizaje, el desarrollo de software, la gestión de equipos y las ventas.