Nota Urgente: Cease to Being

Por Felipe Castro

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4 min readDec 17, 2020

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Ben Bridwell por José Ángel Nazabal

Octubre me renueva la autoestima. Octubre me pone feliz, completamente. Lo noté en cuanto el clima cambió gradualmente hacia atardeceres de tonos dorados rosas refrescantes. Nunca lo espero, en sí, siempre me sorprende. ¡Mi madre sabe de lo que hablo! En esta época siempre me siento más seguro. Hay algo en el aire que evoca el otoño, en las nubes inmensas, en el fresco que corre. Entonces sonrío. Si tuviese que elegir un equivalente sonoro a octubre sería el disco: Cease to Begin de Bands of Horses (2007).

Para cuando sabía que me encantaba el género indie corrían los tiempos en los que Gotye ya no era nada nuevo y el espectro musical americano era bien extenso, según mi playlist de veinteañero. La mitad de mi afecto lo dedicaba a la música y el resto quedaba equitativamente repartido entre amigos, amores y empeños. Solía decir que podría prescindir de cualquiera de mis sentidos, pero si me quedo sordo moriría. ¡Y puedo decirlo aún!En esta época es que conocí a Bands of Horses. Un conocido, que es hoy un gran amigo, un día me sentó frente a su PC y me dijo ¡asere… escucha esto! Y puso play a «No one’s gonna love you». Un sencillo de 3. 37 minutos que se convertiría en la melodía de esos días. ¡Hectico sabe de lo que hablo! Entonces no me quedó dudas de que Bands of Horses enamoraría mis tímpanos. Corría el 2015.

Cease to Begin (Sub Pop, 2007)

Bands of Horses es una agrupación americana, fundada en Seattle en el 2004 por Ben Bridwell y Mat Brooke, ambos salidos de una ruptura de un proyecto anterior. Bridwell, guitarra, voz y líder contó con la colaboración de muchos que más tarde abandonaron el proyecto, que inicialmente se conoció solo como Horses. Con el tiempo alcanzaría el formato actual de cinco integrantes. El sonido de Bands of Horses no es “nuevo” pero en los empastes de las voces entre guitarras y teclados se devuelve hacia una energía limpia de decadencia creativa.

Hay algo especial en el álbum Cease to Begin. Yo, que no soy muy docto en inglés y mucho menos en el tiempo en que los conocí, logré captar entre coros de tesituras altas y ritmos sobrios, pero sugerentes, sus pretensiones: the world is such a wonderful place… reza «Ode to LRC». «Islands on the Coats», «Cigarettes», «Wedding Bands» son los singles con los que me identifico, ¡se parecen a mí!, me dije en algún momento. No es raro sentir eso cuando te identificas bien con un producto tan fresco como el que sugiero. Con guitarras dirigidas a un rock sureño y melodías noventeras e influencias alternativas folklóricas, resulta ser este el segundo disco de la banda, a la altura de su primer trabajo, en el que Mat Brooke no participó.

Que hayan sido solo diez pistas las que integran este álbum de estudio fue conveniente; confortable. Hablo de que una vez terminado el último sencillo no te sientes defraudado, puedes sentir ganas de seguir escuchándoles, como si esa sensación prometiera que la banda tiene aún cosas para el próximo trabajo, aunque debo admitir, encontré temas que me parecen inigualables tanto en su factura como en su capacidad de generar en mi estado de ánimo un plus ultra emocional semejante.

Un álbum no es solamente el fonograma, pienso yo. Todo material generado a partir de su concepto lo complementa y, en medida, lo enriquece o desvirtúa. Por eso cuando ves una portada te sientes intervenido en tu intención de consumo. En este caso Cease to Begin no gana cartas, pero tampoco pierde el juego. Lo mismo me sucede en relación a sus videoclips, no hay mucho de aporte conceptual ciertamente, sin embargo son altamente disfrutables.

Ha resultado muchas veces que, por esnobismo, he consumido cosas que han terminado gustándome y otras que odié. Cease to Begin llegó casi solito. No hubo una antesala como la que suelo yo mismo plantar a quien me propongo influenciar con maña. Mi amigo y yo le descubrimos juntos, casi al mismo tiempo.

Se acerca el invierno. Uno bien diferente por cierto y si entre tus bandas se integran los sonidos del indie rock, Cease to Begin es un disco generoso a considerar. Aún así, si Bands of Horses no te llena al final de este año, pero descargaste el álbum, entenderás enseguida a qué me refería con que es especial y luego (o puede que de inmediato) verás que se te hace difícil sacarlo de tu lista de reproducción. ¡Créeme! Sé bien de lo que te hablo.

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Piquete cubano de cronistas musicales improvisados…