Diseño centrado en las personas

Fede Codino
MELI UX
Published in
4 min readApr 28, 2016

Quiero contarles por qué creo es tan importante conocer a los usuarios, o cómo el diseño juega un papel fundamental a la hora de desarrollar software.

Un caso emblemático. Segway

Segway. 2001

Se proclamó como el futuro revolucionario del transporte personal, en el 2001. Los referentes de la industria y los medios especializados se vieron muy entusiasmados con la idea. Se dijo que iba a ser un negocio más importante que las PCs, más revolucionario que internet, que las ciudades se iban a desarrollar en función del dispositivo. Se predijeron ventas por 50.000 unidades al año.

Solo se vendieron 6.000 en dos años. Una decepción para todos.

¿Por qué? Porque tal vez pensaron que iban a resolver un problema que, al final de cuenta, no era tan relevante para las personas. (Puedo elegir una bicicleta. Gastar menos de una décima parte, no tengo que cargarla, la puedo dejar en la calle, puedo ir más rápido, etc, etc.)

Si conocemos a nuestros usuarios, sus necesidades y tratamos de entender sus realidades vamos a estar disminuyendo la brecha entre realidad y suposiciones, ahorrando tiempo y dinero y por sobre todo vamos a estar dando soluciones más eficientes a problemas más relevantes.

DCU (Diseño centrado en los usuarios)

Una de las tantas metodologías de diseño que pone esta problemática sobre la mesa es la de Diseño Centrado en Usuarios (DCU). La metodología se puede simplificar diciendo que:

Ante una problemática dada, se debe analizar en profundidad el problema, entendiendo perfectamente las necesidades de los usuarios, el contexto de uso, comportamiento y cualquier indicador que pueda servir para entender los puntos de conflicto.

Luego de tener bien en claro que resolver, se pasa a la etapa de ideación, donde se proyectan una o más soluciones, tratando de entender los trade-off de cada una. Para esta etapa es bueno trabajar sobre la divergencia y convergencia de ideas para obtener una solución candidata. Dependiendo de los objetivos se llega a un prototipo funcional y usable o se implementa en producción.

Con la solución andando se trata de validarla de manera cuantitativa o cualitativa. Se miran métricas que me indiquen el éxito de la solución o se hacen pruebas con usuarios reales. Se trata de entender la eficiencia de la solución y ante el descubrimiento de problemas, se inicia el ciclo nuevamente.

Esquema simplificado de la metodología

Desarrollo Ágil

En el contexto de proyectos de desarrollo de software, especialmente en contextos de desarrollo ágil es muy importante adelantarse al menos un sprint con las definiciones del problema para ensamblarse bien a las futuras corridas.

Es de fundamental importancia en esta relación con las metodologías ágiles definir un buen MVP (Minimum Viable Product) que sirva de base para las futuras iteraciones.

El objetivo del MVP es poner lo antes posible a disposición de los usuarios funcionalidades de mínima (pero completas) de una pieza de software para entender rápidamente la utilidad y en algunos casos la eficiencia de la solución planteada para que, en caso que falle, cambiar el rumbo y disminuir gastos y riesgo.

El mayor de los errores en la definición de los MVP tiene que ver con dejar funcionalidades a medias o experiencias cortadas o incompletas.

Ejemplo

Supongamos que estamos proponiendo una solución de un flujo de pago, donde el usuario debe poder:

  1. Seleccionar la forma de envío,
  2. Definir un medio de pago,
  3. Confirmar la transacción una vez revisado todo.

Tomemos sólo la parte de envíos (1.) para simplificar la explicación. Para el MVP serviría que el usuario ponga en un campo su código postal y el sistema responda con los costos del envío, esta sería una experiencia de mínima que permitiría entender si para los usuarios es natural usar el código postal. Si las pruebas lo confirman, estaremos listos para iterar.

Podríamos invertir más tiempo del equipo para desarrollar alguna funcionalidad que me automatice la tarea, por ejemplo a través de Geolocalización, evitando que el usuario ingrese el dato.

Pero si no hubiéramos probado el MVP, y resultaba que los usuarios no conocen su código postal, habríamos invertido tiempo y dinero en una solución que no es de utilidad y estaríamos lejos de resolver el problema de manera eficiente.

Este es un claro ejemplo, de cómo, poniendo al usuario en el centro de la escena, pensado en el desarrollo ágil y en un buen MVP, se pueden disminuir los costos y los riesgos de desarrollo, innovar y sobre todo resolver problemas relevantes con soluciones eficientes.

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