Neuronas espejo en diseño de producto
Encantada de compartir mi primer artículo. ¿Qué me ha movido a escribirlo? Las ganas de comunicar, de conectar y compartir.
Después de leer algunos libros de psicología y diseño me cuestioné sobre la importancia en el día a día de entender por qué hacemos las cosas de cierta manera. En nuestra naturaleza está observar el mundo que nos rodea. Ahora bien lo que ocurre según los expertos es que tanto al relacionarnos como al observar a los demás se activan un tipo de neuronas conocidas como “neuronas espejo”. Para entender más el tema comencemos con un ejemplo cotidiano: ¿alguna vez te has preguntado por qué se contagian los bostezos?
El 60% de los humanos es sensible a la repetición de este acto cuando lo realiza alguien cerca. Teorías explican que al bostezar se activan circuitos cerebrales propios de la empatía, aquí es donde intervienen las neuronas espejo, que actúan como un reflejo interno de los movimientos que se observan en los demás. En este caso se trataría de nuestra capacidad para interpretar cómo se sienten otras personas.
“Imitarnos nos ayuda a relacionarnos entre nosotros lo que demuestra somos seres sociales y empáticos.”
Brenda Contreras
Este reflejo interno desde la prehistoria ha contribuido a nuestra supervivencia, para entender las acciones, intenciones, emociones de los demás y poder actuar en estas situaciones.
Antes de comenzar a hablar sobre cómo las neuronas espejo pueden mejorar el diseño de un producto, necesitamos conocer sobre cómo funciona el cerebro al tomar decisiones.
¿Cómo funciona el cerebro al tomar decisiones? 🤓
A lo largo del tiempo se han identificado 2 sistemas de pensamiento:
Pensamiento rápido: es la manera en que entendemos al mundo de forma rápida utilizando las neuronas espejo para interpretar las emociones de una persona. Este sistema de pensamiento es conocido como automático, asociativo y además es inconsciente, por lo tanto usa poca energía.
Pensamiento lento: a diferencia del pensamiento rápido, es lógico y gasta mucha energía. Lo empleamos cuando estamos haciendo cálculos matemáticos, en la toma de decisiones o al estudiar.
Ahora que hemos empleado el pensamiento lento para aprender algo nuevo, estamos listos para hablar de las neuronas espejo en el diseño emocional de productos.
Neuronas espejo en el diseño emocional de productos
Todo lo que nos rodea ha sido diseñado y produce una emoción debido a las expectativas que nos genera. Las emociones de las personas pueden ser buenas o malas, agradables o frustrantes. Existen herramientas que permiten a los usuarios expresar sus emociones un ejemplo claro son los emoticones de Facebook.
Cuando hablamos de diseño emocional, estamos hablando de cómo el diseño de un producto o una interacción afecta al usuario. Las emociones cambian la forma en que funciona el cerebro humano. Las experiencias negativas enfocan al cerebro en lo que está mal. Cuando un producto no cumple las expectativas, genera confusión.
Un ejemplo clásico del libro “La psicología de los objetos cotidianos” de Don Norman es cuando vamos a abrir una puerta que tiene una manija y pensamos que hay que tirar, pero en realidad tenemos que empujar.
Lo sorprendente es que podemos estar en un error, pero si alguien más estaba cerca, abrirá la puerta de la misma manera. ¿Por qué? Las neuronas espejo en compañía del pensamiento rápido se habrán activado y seguramente sentirás vergüenza por no poder abrir la puerta y la experiencia será negativa. Pero no te preocupes, TODOS hemos pasado por malas experiencias.
Don Norman explica: que un principio psicológico elemental es la compatibilidad estímulo-respuesta.
Estímulo → Respuesta = Emoción
Esperamos que la señal que recibimos (el estímulo) sea coherente con la acción que vamos a realizar (respuesta).
Ahora que identificamos las neuronas espejo en el diseño emocional de productos, hablemos de cómo podemos usarlas a nuestro favor.
¿Cómo mejorar un diseño emocional de un producto y cómo intervienen las neuronas espejo? ❤️
Para crear un producto exitoso, un diseño debe funcionar extremadamente bien en los siguientes tres niveles estipulados en el libro Diseño emocional por Don Norman:
Diseño visceral: se refiere a los estímulos inconscientes y a los instintos básicos que tenemos como seres humanos. En palabras más simples es “la primera impresión”. Esta es una reacción instintiva a un producto, por lo que mueve de manera emocional. Aquí la activación de neuronas espejo y del pensamiento rápido es cuando decimos “Lo quiero se ve increíble, al igual que yo.”
Es importante tener un producto que desde el inicio genere una buena experiencia o de lo contrario perderás al usuario.
Un ejemplo visceral es cuando tenemos grandes expectativas de algo y nos dejamos ir por “la primera impresión” sin analizar el contexto. (Tinder juega de alguna manera con este nivel de diseño, que es usado bajo la responsabilidad del usuario.)
Diseño de comportamiento: se refiere al cómo hay que hacer las cosas para que funcionen, por lo que tiene que sentirse bien, verse bien y tener un buen desempeño. Aquí las neuronas espejo se ven representadas cuando vamos y buscamos comentarios para validar un producto, es decir que buscamos hacer una copia de la acción de alguien más.
Pensemos en la sección de comentarios de Mercado Libre donde los usuarios realizan comentarios sobre su experiencia del producto para que otros usuarios puedan tener mayor contexto. Definitivamente, ahora sabes que este nivel de diseño va acompañado del pensamiento lento y que la evaluación de otros usuarios influirá en la compra de un producto.
Diseño reflexivo: se trata del análisis de lo racional, los recuerdos, reflejando la experiencia. Un ejemplo claro de esto es cuando, compras un producto, pero previo hacer un análisis. Pensemos en que rentarás un Airbnb. Antes de hacer la reserva evaluarás:
“¿Es limpio? ¿Es buena la comunicación con el anfitrión? ¿Se me facilitará la llegada? ¿La ubicación es buena? ¿La precisión de la descripción es real? ¿La calidad corresponde al precio?” Aquí de nuevo estamos emitiendo un juicio con nuestras neuronas espejo y una vez que vivas la experiencia del producto o servicio estarás creando un pensamiento reflexivo en base a la experiencia.
Lo más importante que quiero compartirte es que la emoción de otra persona se contagia y genera una conexión por las “neuronas espejo”, esta es la razón de que empatía y la replicación trabajan siempre de la mano. Al entender estos factores, podemos generar un producto eficiente que pueda ayudar a las personas a sentir placer y una sensación de seguridad al usar un producto o incluso un servicio.
Referencias
