Tips para destacarte trabajando en equipo

Gloria Reyes
MELI UX
Published in
5 min readJun 6, 2022

¿Cómo puedo destacarme y crecer trabajando en equipo? Es una pregunta que seguramente te hiciste más de una vez.
Lo cierto, es que no hay fórmulas mágicas. Cada contexto tiene su complejidad y toda persona es única, con sus habilidades y oportunidades pero, seguramente, vas a tener muchas más posibilidades de desarrollarte si avanzás en determinado camino. También, cada disciplina tiene sus propios desafíos y aprendizajes específicos aunque a la hora de trabajar en equipo hay cualidades universales para poder destacarte en tu rol sin importar a qué te dediques. Para eso, voy a guiarte con algunos tips.

Sé la persona que porta el megáfono
Contar lo que estás haciendo es indispensable para poder ganar autonomía, jerarquía y confianza dentro del equipo. No dar visibilidad sobre las tareas que ya hicimos, las que estamos haciendo y las que vamos a hacer después puede generar, entre otros problemas, retrabajo a otras personas involucradas en el proyecto. También, podría dar la sensación de que no te estás ocupando de lo que tenías asignado y aún peor, podría pasar que estés avanzando sin pedir sugerencias a tus pares o líder. Al no pedir visiones distintas te vas a estar perdiendo la gran oportunidad de poder hacer sinergia con tu equipo. Durante el proceso, dar visibilidad y sumar a las personas necesarias a la mesa de trabajo va a enriquecerte a vos y al proyecto.

Transformate de pan duro a budín de pan
No enamorarte de las ideas a primera vista va a abrirte una abanico de oportunidades.
La apertura a múltiples caminos, a nuevos enfoques y saber cambiar de rumbo si hace falta es la única forma de avanzar, de crecer, de evolucionar en tu rol. La resiliencia y los desafíos son pequeñas crisis por las que tenés que pasar para crecer. La flexibilidad y reinvención son cualidades muy valoradas. Si sos una persona estructurada podés enfocar esa cualidad a los procesos que son más metódicos, al orden de tu agenda por ejemplo, que ahí va a ser muy útil, pero nunca lo apliques a tus ideas.

Redactá con claridad
Expresarse con calidad implica múltiples acciones:

  • dar contexto
  • utilizar palabras conocidas para tu audiencia
  • predisponerte a responder dudas
  • generar empatía con tu audiencia escuchando con atención
  • organizar tus reuniones con antelación y teniendo claro el objetivo
  • saber el rol de cada persona y darles espacio a que todos participen
  • ajustarte a los tiempos pautados para el encuentro y concluir con los resultados y próximos pasos
  • describir el objetivo y adjuntar documentos a las invitaciones de las reuniones
  • hacer minuta, redactar mails breves y claros destacando fechas claves y necesidades a cumplir por cada participante ¡no te olvides de chequear que todos hayan recibido el mensaje! Si no han respondido, cantactate por chat porque un mail no es una comunicación en sí misma, es solo un mensaje. La comunicación no existe hasta que no te hayas asegurado de que ha sido recibida y comprendida por la otra persona.

Saber pedir ayuda, ¡a tiempo!
Comunicar status de las tareas: avisar si hay retrasos, hablar cuando surjan problemas o dificultades, mostrar los impactos, avisar si habrá fechas incumplidas o si tenemos bloqueos. Levantá la mano cada vez que haya un alerta que comunicar (no escondas nunca los problemas), mostráselos a todos y, ¡lo antes posible! así podrá resolverse a tiempo. Todos van a agradecerte eso y generarás confianza en el equipo.

Compartí tus ideas
¿Hay algo mejor que llevar nuevas ideas al equipo? Investigar, hacer benchmark, inspirarse, ser creativos, originales, innovadores. Eso trae frescura, renovación y puede hacer que te destaques, que generes iniciativas propias y se te abran caminos.

Pedí que te regalen críticas
Todo buen profesional debe estar abierto al feedback, tener autocrítica y ser receptivo a escuchar oportunidades de mejora. Pedí sugerencias, preguntá cómo estuviste, cómo podés mejorar o qué cosas nuevas podrías incluir. Hacelo después de una presentación o luego de una entrega. No hay mayor satisfacción que descubrir un error o una mejora y repararlo y evolucionar. Te invito también, a que seas vos quien proactivamente pongas en palabras esas oportunidades de mejora que detectes en las personas que trabajan con vos para ayudarlas a crecer.

Remá para que no te lleve la corriente
No esperes a que te digan qué hacer. Proponer, avisar, alertar, revisar, chequear, idear, son acciones que siempre van a ser bienvenidas. Y cada vez que detectes que algo está mal, tal vez no es solo avisar, podría ser la oportunidad de que te luzcas buscando una solución al problema.

Todo es ecosistémico
Para trabajar con excelencia hay que conocer en profundidad el contexto, conexión de los productos y el ecosistema donde habitan. Cuanto menos sepas, más vas a depender de otras personas que sí sepan y menos efectivo vas a poder ser para tu equipo. También es importante que mapées tu trabajo para detectar hasta donde se conecta con el ecosistema y dónde podría haber algo crítico a resolver o que te genere una dependencia con otro equipo.

No te duermas en los laureles
Todas las disciplinas están vivas, se transforman y cambian con cada nueva teoría, nuevo contexto y necesidades, por eso, hay que mantenerse en pleno aprendizaje. Podemos aprender de nuestros pares, de referentes dentro del propio ambiente laboral y en medios de comunicación del nicho al que te dediques. Hacé shadowing, buscá inspiración, tené tus referentes. Nunca creas que ya sabés todo lo que tenés que saber.

Y, ¿qué lugar ocupa tu líder en tu crecimiento?

Tu líder debe guiarte, ayudarte a definir los objetivos de tu carrera alineados al negocio y a tu especialidad.
Debe dar seguimiento, escuchar tus necesidades, involucrarse en los objetivos del equipo, de cada proyecto y de tu carrera; motivarte asignándote iniciativas desafiantes y acordes a la experiencia que tengas; celebrar cada mejora, impulsarte a crecer, darte feedback constante, valorar tu perspectiva. Tiene que asegurarse de tener un vínculo sano y de retroalimentación, es decir, que vos también puedas llevar tus ideas y que sean valoradas e incorporadas. Y sobre todo, debe estar atento a tu bienestar laboral.
Pero no te olvides, que no es tu líder quien te va a hacer crecer sino vos mismo, vos misma superándote todos los días.

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