Voluntarios contra la soledad del cáncer

La Asociación Española Contra el Cáncer de Elche incorpora
nuevos programas en función de las necesidades del paciente

lara.callejas
Periodismo Local Lab
4 min readJun 1, 2016

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Afectada de cáncer recibe información de la AECC para superar la enfermedad / LARA CALLEJAS

Si la historia de los sentimientos hubiera precedido a todo lo demás, la primera gran catástrofe de la humanidad hubiera sido la expresión de la soledad, la ausencia de algo de lo que todo dependía, como el sentimiento de pertenencia a un grupo. Enfrentarse a un diagnóstico de cáncer no es tarea sencilla. A veces resulta difícil encontrar fuerzas para seguir adelante y hacer frente a la incertidumbre y la soledad. Pero gracias a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) enfermos y familiares nunca más volverán a sentirse solos. En el cáncer la amistad es buena y la AECC es un buen amigo.

“Tras un estudio previo del Comité científico de AECC Madrid se han detectado tres tipos de necesidades básicas en el paciente oncológico y lo que pretenden desde la capital es crear una intervención centralizada para todos los profesionales donde también se impliquen voluntarios”, asegura Gemma Peñalver, psicóloga de la AECC en el Hospital General de Elche. De los más de 60.000 afectados que acuden cada año a la asociación, la mayoría presentan necesidades de asesoramiento e información médica, psicológicas o sociales.

Casi todos los afectados presentan alteraciones médicas y sanitarias, sociales o psicológicas

La psicóloga afirma que lo que más se da en pacientes con necesidades médicas y sanitarias es el problema del linfedema, la astenia o agotamiento físico del paciente, el dolor oncológico y la infertilidad a causa de los tratamientos. Por otro lado, los pacientes que acuden a la asociación con necesidades psicológicas padecen de trastornos del estado de ánimo, alteraciones en la sexualidad y deterioro de la función cognitiva.

“Es necesario tener un protocolo de actuación con el paciente y lo que han hecho ha sido jerarquizar esos tres tipos de necesidades. Lo que proponen es que hagamos una primera intervención basada en la acogida y triaje”, comenta Peñalver. Se trata de una entrevista estructurada que selecciona y clasifica a los pacientes basándose en las prioridades de atención y que detecta las necesidades de cada uno de ellos. “Según el problema que el paciente presente se le deriva a uno u otro de los programas de Apoyo y Acompañamiento, ese ha sido el principal cambio del sistema”. Y añade: “Además desde Sede Central proponen que esta acogida y este triaje lo puedan hacer voluntarios”.

En el Hospital General de Elche, son las voluntarias en prácticas las que se encargan de realizar esta acogida tanto a pacientes como a futuros voluntarios: “Lo que hacemos es recibir a esa persona y le realizamos una entrevista, es muy importante saber cómo se encuentra el sujeto emocionalmente”, comenta Inmaculada Pascual, voluntaria en prácticas de la AECC de Elche. Ella, junto con Marina Moreno, estudiante de Psicología de la Universidad Miguel Hernández, se encargan del contacto inicial, elaboran perfiles y realizan las entrevistas.

Las voluntarias en prácticas las que se encargan de realizar esta acogida tanto a pacientes como a futuros voluntarios

El grupo como terapia

Otra de las novedades que incorporan estos programas es la implantación de una metodología grupal con la que poder tratar a los enfermos de cáncer. Desde Madrid se han decantado por que todas las asociaciones de provincia empiecen a trabajar con grupos que se puedan desarrollar y sean útiles para el paciente: sexualidad, autoestima, alimentación y cáncer, resilencia, imagen Corporal, Cansancio… son algunos de los programas en los que trabajan profesionales y voluntarios para que se puedan materializar lo antes posible.
“Tanto en Elche como en Alicante no se han podido implantar estos programas porque los grupos tienen que estar muy bien estructurados, en los pacientes con cáncer hay mucha variable emocional que hay que saber controlar”, explica Peñalver.

María Belén Ortiz, gerente de la Junta Provincial de la AECC Alicante, asegura que se está trabajando en ello y que en Elche ya se ha implantado un programa de intervención psicológica grupal denominado Afrontando el cáncer.

La importancia de un euro

“Gracias a los donativos, la sede de Alicante acaba de obtener un mamógrafo muy novedoso, que no hace ningún daño en la mama”, afirma Marina Moreno. La mayor parte de la asociación se sustenta de la caridad y los donativos de los ciudadanos y, para ello, los voluntarios de AECC Elche organizan la Cena del Mantón, galas para recaudar fondos, carreras solidarias, campeonatos de chinchón y contactan con muchas empresas de la localidad para que colaboren.

La asociación funciona como una cadena de solidaridad cuyos engranajes son los voluntarios, unas personas raras, en peligro de extinción, que no saben lo que es rendirse.

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