Cynthia Alavés | Concejala de Medio Ambiente en El Campello
“El vertedero es como un queso gruyer, hay agujeros por todas partes”
La edil de Compromís asume el problema de los malos olores de la planta de residuos de Les Canyades
L a concejala de Medio Ambiente y presidenta del Consorcio de residuos de la Marina, Cynthia Alavés Cañada (Alicante, 1977), afronta uno de los mayores problemas de El Campello. La planta de residuos perteneciente al Consorcio, que abarca las Marinas y el municipio, desprende fuertes olores que afectan a la salud de los vecinos próximos a la zona, según los mismos. Alavés asegura que están teniendo muchas dificultades para solucionar aquello que se hizo mal desde el principio, en la anterior legislatura.
Pregunta: ¿El Ayuntamiento está tomando o ha tomado medidas para subsanar el malestar de los vecinos afectados por los malos olores del vertedero?
Respuesta: La planta está puesta en El Campello, pero a nivel municipal nosotros no tenemos competencia sobre ella porque no es nuestra, las competencias son del Consorcio y la Consellería, nosotros desde el Ayuntamiento colaboramos con ellos en todo lo que nos puede ayudar a solucionar el tema de los olores. Lo único que hemos podido hacer es enviar a la policía municipal, que sigue una ruta diaria hasta la planta, van normalmente dos veces al día. Además, atienden todas las llamadas; cuando llama algún vecino diciendo que huele, la policía va y escribe una alerta.
P. ¿Cómo están reaccionando los vecinos próximos a la zona?
R. Los vecinos lo que reclamaban es un estudio de químicos porque dicen que de ahí salen productos tóxicos que llegan a sus viviendas y que por eso hay personas que están enfermas y que tienen alergias. A petición de los vecinos hicimos un estudio a cargo de la Consellería, pero no sale nada, todo lo que llega a la zona urbana es en cantidades muy inferiores al mínimo. Lo que sí se va a hacer a raíz de ese informe es un protocolo de vigilancia ambiental con el fin de tenerlo controlado y que los vecinos estén tranquilos.
P. Recientemente se ha aprobado en pleno la implantación de ecoparques, ¿en qué consisten?
R. Se trata de ecoparques móviles. Estos parques se irán moviendo por diferentes zonas del municipio: dos días en la Plaza de la Iglesia, tres días en la zona norte, tres días en Muchavista… Irán recogiendo residuos y se llevarán a un ecoparque fijo donde se abocarán.
P. ¿De qué manera va a beneficiar la construcción de estos parques a los vecinos de la zona próxima al vertedero? ¿Eso combatirá los malos olores y el impacto tóxico?
R. Se está intentando cambiar el modelo de economía lineal a un modelo de economía circular, eso significa que todo lo que se puede reutilizar se debe depositar en el sitio adecuado para que vaya al gestor adecuado. Mediante este método se reducen los olores y es medioambientalmente sostenible. Esto actualmente no se está haciendo, porque con la economía lineal que tenemos; cogemos un vaso de plástico, lo usamos una vez y lo tiramos. Todas las acciones que estamos haciendo van encaminadas a dos objetivos: arreglar la planta para evitar olores, porque no sólo es el tema de los ecoparques, es que se van a invertir alrededor de 20 millones de euros para arreglar la planta; y por otro lado los ecoparques, evidentemente.
P. ¿Hay alguna posibilidad de trasladar o cerrar la planta de residuos?
R. No. La planta tiene un contrato de 20 años. Ellos, nos guste o no nos guste, sí que cumplen con la normativa y con la legalidad, nosotros no podemos rescindir un contrato así porque sí.
P. ¿Se ha intentado llegar a un acuerdo con la empresa responsable con el fin de atenuar los malos olores?
R. Con ellos se habla todos los días. Hace cuatro años la actitud de la empresa era negar que olía, y ahora han pasado a reconocer que huele, que no lo están gestionando bien y que hay que arreglar la planta. Ha habido un cambio de actitud por su parte fruto de muchas reuniones, ahora estamos todo el día encima de ellos tanto la Consellería como el Consorcio. No les estamos pasando ni una y estamos todo el día pendientes de lo que hacen, hasta les hemos puesto cámaras dentro de la planta para ver si hacen las cosas bien.
“No les estamos pasando ni una y estamos todo el día pendientes de lo que hacen, hasta les hemos puesto cámaras dentro de la planta”
P. ¿Entonces se trata de un problema de la infraestructura de la planta?
R. El problema es que la planta es como un queso gruyer, hay agujeros por todas partes. A través de la Autorización Medioambiental Integrada se les ha obligado a hacer algunas cosas, se les ha cerrado algunas naves, se ha hecho alguna reforma y ahora, con la inversión que tenemos que hacer, esperamos solucionarlo. Pero evidentemente, ahí hay muchas deficiencias.
P. ¿A cargo de quién corren esos gastos?
R. A cargo del Consorcio. La planta la construyeron ellos, pero es nuestra y la estamos pagando nosotros, por eso cada vez que hay que hacer alguna modificación o una mejora, la respuesta de la empresa es “que lo pague el Consorcio”. Ahora nos tenemos que sentar a negociar para ver qué parte les corresponde pagar a ellos y qué parte nos corresponde a nosotros, pero yo tengo claro que gran parte de esa inversión la vamos a tener que pagar nosotros.
P. ¿Qué ha cambiado con respecto al anterior gobierno en relación al problema del vertedero?
R. Cuando el alcalde del anterior gobierno iba al Consorcio nunca decía nada. Nunca preguntaba si se iba a hacer algo en la planta ni mostraba interés. Hicieron una modificación de la Autorización Ambiental Integrada en 2014 y poco más, lo único que preguntaban era cuándo se iba a pagar la liquidación. La actitud de la empresa y del anterior gobierno era decir que aquí no huele y que no pasa nada.
“La actitud de la empresa y del anterior gobierno era decir que aquí no huele y que no pasa nada”
P. ¿Cree que este problema puede afectar negativamente a Compromís de cara a las próximas elecciones municipales?
R. Yo creo que no. Desde Compromís estamos haciendo todo lo posible por solucionar el problema, hemos dado los pasos adecuados y el trabajo se está haciendo bien. No tendremos las obras terminadas cuando acabe la legislatura, pero al menos habrán comenzado. Este problema requiere mucho tiempo, en tres años y medio hay que solucionar lo que se hizo mal hace nueve. Los vecinos llevan muchos años sufriendo, pero saben que estamos trabajando.
