La Costa Blanca se tatúa de negocios

El territorio español acoge cerca de 3.000 nuevos estudios de tatuajes en los últimos veinte años, 70 en Alicante

Thais
Periodismo Local Lab
4 min readMay 31, 2016

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El exótico mostrador de la clínica de tatuajes Black Tattoo / THAIS PEÑALVER

Galerías de arte que exponen sus obras en la piel de avatares vivos. Antebrazos que se convierten en lienzos y agujas que simbolizan pinceles. Este tipo de arte alternativo hubiese conseguido que, incluso, Velázquez se especializase en el diseño de tatuajes, camino que ha decidido seguir Álvaro Rico, uno de los freelance alicantinos mejor valorados por la comunidad de clientes en el dibujo de tatuajes realistas.

La moda de los tatuajes ha desembocado en un negocio cada vez más creciente. Tanto que la apertura de locales dedicados a este arte ha aumentado a un total de 3.000 estudios en el años 2015, de lo 1.500 estudios con los que partía España en 2008. Del total de los 3.000, unos 70 centros se encuentran en la ciudad de Alicante, según un informe del periodista Paco Ramos.

En los pueblos y ciudades de la provincia -tales como Castalla, Ibi o Elda- se ha producido un incremento en la apertura de estos locales. El tatuador Armando Francés, jefe de la clínica de realización y eliminación de tatuajes Black Tattoo, explica que el motivo de este auge se debe a que “con la crisis, la gente ha visto en este negocio una fuente extra de ingresos”. Pero también advierte que “existe un peligro en este crecimiento, y es que cuando surgen como las setas no todos son artistas y resulta difícil distinguir al tatuador profesional del aficionado”.

Álvaro Rico, tatuador: “En los últimos 20 años se ha incrementado en un 60% el número de personas tatuadas”

Esta expresión corporal parte de un arte ancestral, por lo que el hecho de tatuarse no supone una moda, aunque sí es cierto que, en los últimos 20 años, se ha producido un incremento de personas tatuadas de hasta el 60%. Así lo explica Álvaro Rico, un freelance que regenta su pequeño negocio bautizado como Piva Tattoo Art: “Yo pienso que tatuarse no es una moda porque, al fin y al cabo, es algo que vas a tener para toda la vida en tu cuerpo”. Además, añade que “el aumento de la gente que se tatúa se ha dado, en su mayoría, gracias a los ídolos en que se fijan las personas, sobre todo, por los futbolistas.

Un nómada del tatuaje

“Dejé mi puesto estable en el que trabajé durante trece años para dedicarme a mi pasión”. Álvaro Rico, el nómada del tatuaje, sostiene que prefiere no tener un lugar fijo en el que trabajar para poder gozar de una mayor libertad a la hora de viajar. El motivo que expone es simple: “Cuando te estancas en un sitio siempre piden que les tatúe los mismos diseños y eso me impide crecer como profesional”.

En cuestiones de limpieza, el artista asegura que él invierte un “dinero extra en las barreras que facilitan la higiene, como fundas para las máquinas y para la camilla, guantes de látex, etc.”. Esta afirmación la secunda con datos el estudio realizado por Eroski-Consumer, en el que se analizaron ocho centros alicantinos de un total de 160 clínicas española y se sustrajo la conclusión de que Alicante es una de las provincias que más sobresale en limpieza e higiene en el arte de tatuar.

“El láser no provoca heridas aunque se aplique en la piel no tatuada”, Armando Francés, tatuador

La eliminación de la moda

La clínica del eldense Armando Francés ofrece, no solo la opción de realizar tatuajes, sino también la de eliminarlos. “Existen muchas personas que tienen en sus cuerpos tatuajes antiguos o mal dibujados, por lo que se plantean la posibilidad de eliminarlos permanentemente o reducir la saturación del color para tatuarse encima”. Esta es la razón por la que el artista decidió incluir ambas caras de la moneda en un mismo negocio.

“Para eliminar tatuajes utilizamos la pistola de láser, cuyos rayos penetran dentro de la piel para detectar pigmentos de color, cargarlos de energía y trozearlos”, explica el tatuador. Y añade que “al hacer el tatuaje más pequeño, el cuerpo puede ir eliminando las moléculas mediante los glóbulos blancos y depurando los restos a través del sistema linfático”.

Además, asegura que “el láser no provoca herida alguna. Incluso si se aplican los rayos sobre un trozo de piel que no está tatuada, no se produce ninguna cicatriz”.

El atraso español

No es un secreto que España llega con retraso en cuestiones de arte, educación, política y demás ámbitos en comparación con el resto de Europa.

La discriminación en el mundo del tatuaje es también un tanto tabú en el territorio español. Álvaro Rico se atreve a comentar al respecto que “España todavía se encuentra en evolución, ya que en países como Inglaterra o Estados Unidos la discriminación laboral y social no es motivo de preocupación”.

Sin embargo, Armando Francés matiza que Portugal todavía se encuentra en un nivel de inferioridad con respecto a España en cuanto a la aceptación social de dicho arte. Y se envalentona a esbozar la idea de una ley que penalice la marginación por llevar tatuajes, al más puro estilo mexicano.

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