La voz de la gran minoría
El PACMA ya es la primera fuerza política extraparlamentaria y se presentará en todas las circunscripciones el próximo 26-J
En 2008 eran 44.795, en 2011 crecieron hasta 102.144 y en 2015 llegaron a 220.369. Todos ellos son la voz de los que no tienen voz y dan vida al Partido Animalista Contra el Maltrato Animal. Hace 15 años ni siquiera existían y esta semana han conseguido que se prohíba matar al Toro de la Vega, la indefensa víctima de una “celebración” que empezó en el año 1534.
El PACMA afronta con optimismo y con indignación el próximo 26-J: “No estamos de acuerdo en que estas elecciones se hayan tenido que repetir porque cuatro personas adultas no se hayan puesto de acuerdo y también por el gasto que supone, pero somos optimistas a la hora de pensar que igual sí sacamos más votos”, relata Marina Ferrándiz, coordinadora del PACMA en Alicante.
Con tan solo 15.000€ de presupuesto, el partido consiguió duplicar sus votos de 2011 a 2015, pero no fue suficiente para entrar al Congreso. Ahora cuentan con 20.000€ para obrar el milagro el 26-J. Si finalmente lograsen el ansiado escaño, se comprometen a luchar por cambiar las leyes desde dentro. Su principal objetivo es endurecer las penas por maltrato animal y acabar con todos los festejos con animales.
El 84% de españoles entre 16 y 24 años se avergüenzan de vivir en un país donde se apoya la tauromaquia
Sin embargo, el PACMA tiene muchas más expectativas: “La gente piensa que solo nos centramos en los animales porque es lo único que nos diferencia del resto de partidos, pero nuestros ejes son tres: los animales, el medio ambiente y la justicia social”, defiende Ferrándiz.
Gran parte de los votos del PACMA provienen de los jóvenes, cada vez son más los que se identifican con este partido y muestran su rechazo a la tauromaquia. Así lo ha demostrado una encuesta realizada por World Animal Protection que revela que el 84% de los jóvenes españoles entre 16 y 24 años se avergüenza de vivir en un país donde los toros están considerados como “tradición cultural”.
Ferrándiz reconoce que el PACMA no está preparado para gobernar y asegura que su única intención es tener representación en el Congreso para dar voz a los animales y luchar por un mundo más justo: “¿Por qué no se va a conseguir? Yo animo a toda esa gente que es sensible con los animales y que está harta de la corrupción y de los robos a darle una oportunidad a la gente a la que realmente nos mueve el corazón más que el dinero”.
Una ley electoral polémica
El PACMA obtuvo más de 220.000 votos al Congreso durante el 20-D, pero no logró representación. Sin embargo, partidos como EH Bildu o Coalición Canaria, que acabaron con menos votos, sí obtuvieron representación gracias a la ley electoral que se aplica en nuestro país: la Ley d’Hont.
Enrique Conejero, doctor en Ciencias Políticas, cree que el gran dilema de la ley electoral española está en los distritos: “Hay muchos distritos electorales donde hay muy pocos escaños en juego y por tanto, partidos como el PACMA se ven perjudicados. A pesar de que cuenta con representación en toda España, esa participación no se ve traducida después en escaños”.
El PACMA lleva años luchando para suprimir la Ley d’Hont e implantar la Cuota Hare, tal y como se refleja en su programa electoral: “No me parece democrático que partidos que hayan tenido menos votos que nosotros sí tengan representación y nosotros no la tengamos. Si se nos llena la boca hablando de democracia, seamos demócratas todos y tengamos las mismas oportunidades”, defiende Marina Ferrándiz.
El PACMA no logró ningún escaño el 20-D con 220.369 votos. EH Bildu consiguió 2 con 218.467 votos
Conejero cree que sería interesante implantar este modelo, ya que facilitaría a los partidos minoritarios obtener la representación: “La ley electoral nunca va a ser 100% justa porque no hay un sistema electoral que lo sea, pero tenemos que intentar que se asemeje lo máximo posible. Que no haya partidos como el PACMA que tengan más de 200.000 votos y que, por los distritos pequeños o medianos, esos votos no tengan representación ni validez”, explica el experto.
El voto de la ilusión
Falta menos de un mes para volver a las urnas y muchos españoles todavía no saben a qué partido votarán. Sin embargo, Irene Cerdá tiene claro que su voto volverá a ir para el PACMA: “Mientras siga viendo que apuestan por los animales y por sus derechos tendrán mi voto. Es algo que no puedo ver en los otros partidos políticos. Me da igual si no somos suficientes los que votamos al PACMA. Cada vez la gente es más consciente del maltrato y creo que es un partido que hará grandes cosas y que con el tiempo ganará muchos votos”, argumenta esta estudiante valenciana.
Decía el antropólogo Paul Farmer: “La idea de que algunas vidas importan menos es la raíz de todo lo que está mal en el mundo”. ¿Y si tuviera razón?
