Los daños colaterales de la despoblación rural

Las consecuencias de la despoblación van más allá de la pérdida de población: El envejecimiento, la masculinización de estas áreas y falta de recursos, son tres factores vinculados a la crisis demográfica rural.

Ruth Cordero Delgado
Periodismo Local Lab
15 min readJan 13, 2020

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Los pueblos que sufren este fenómeno se enfrentan día a día a las consecuencias que acarrea la pérdida de habitantes. Una vez más, Castilla y León es la comunidad española más perjudicada en este ámbito. Las bajas tasas de natalidad y mortalidad de las zonas rurales, añadidas a la constante emigración de sus pobladores hacia los centros urbanos, han provocado un desajuste demográfico que trae consigo muchos otros problemas. Las carencias de servicios e infraestructuras hacen que la vida en el pueblo sea cada vez más complicada.

“ Hermita del Cristo” del municipio La Torre del Valle ( Zamora)

La silueta que ofrece la pirámide de población de Castilla y León muestra sus principales problemas demográficos. La comunidad cuenta con un 19.8% de población mayor de 65 años y más de dos tercios de esta, habita en las áreas rurales de la comunidad (solo el 20% de los municipios tiene más de 1000 habitantes). Además, la población en estas zonas está muy masculinizada debido a la desigualdad de oportunidades laborales para las mujeres. Todo ello se ve afectado por una tasa de natalidad muy baja, y casi imperceptible en los pequeños municipios.

Evolución de la pirámide de población de Castilla y León
Evolución de la pirámide de población de Castilla y León. (Fuente: Datosmacro.com)

Envejecimiento y masculinización del entorno

En el 72% de los municipios de Castilla y León hay el triple de mayores de 65 años que menores de 15

Como no podría ser de otra manera, el envejecimiento de determinados lugares es la causa directa de la despoblación, ya que los adultos y jóvenes abandonan los pueblos en busca de trabajo y facilidades, quedándose en ellos una población mayoritariamente anciana o adulta superior a los 50 años. En 630 municipios de Castilla y León, casi un tercio del total, ya no queda ningún menor de 5 años, lo que significa que más de la mitad de los municipios carece de reemplazo generacional en el último lustro.

En el 72% de los municipios de Castilla y León hay el triple de mayores de 65 años que menores de 15. Esta proporción sube hasta el 94% en la provincia de Zamora y supera el 80% en las de León, Ávila o Soria. En Valladolid es donde menos significativa es esta situación ya que, a pesar de que los pueblos de la provincia presentan una situación delicada, es bastante mejor que las ocho restantes.

Según los expertos, hoy en día, se está produciendo una “repoblación” de algunos entornos rurales. Las personas que regresan a estos territorios, son gente jubilada, que hace años emigró del pueblo a la ciudad en busca de trabajo y , una vez finalizado, retornan a la que era su residencia. Aunque esto favorece en número la población, a su vez vuelve a dejar el entorno envejecido y sin posibilidades de generaciones venideras.

El índice de envejecimiento español, actualmente en 122.97 revela que es un país que tiene al envejecimiento en todo su conjunto.

Rosario Sampredro, doctora en sociología y Luis Antonio Sáez Pérez, doctor en economía y experto en despoblación rural, señalan que, aunque, los saldos migratorios sean positivos, existen muchos más problemas en el medio rural. Esto hace que sólo puedan volver a él personas jubiladas o inmigrantes y no toda la población activa que quisiera vivir allí. En ocasiones, como apunta Sáez, incluso territorios rurales, en este caso la Comunidad Valenciana, crecen debido a las facilidades y las oportunidades de trabajo al ser una comunidad mucho más desarrollada en todos los ámbitos.

España es un país que tiende al envejecimiento en su conjunto, como demuestra el saldo vegetativo y su índice de envejecimiento medio , actualmente 122.97 (2019) ya que en general cuenta con una tasa de natalidad muy reducida. El índice de envejecimiento, que relaciona la población mayor de 65 años con la menor de 15 y permite analizar el margen de reemplazo generacional, supera el valor de 2 en buena parte de nuestro territorio. Sin embargo no son excepcionales los municipios en los que ya hay cuatro mayores de 65 años o incluso ocho,por cada menor de 15.

Como se aprecia en el mapa inferior, el noroeste español es la zona donde más población envejecida habita. A estos territorios se les suma otro índice, el índice de sobreenvejecimiento, que indica la proporción de mayores de 80 años dentro de las cohortes de edad de mayores de 65 años. Este umbral no es aleatorio, sino que viene marcado por ser el valor en el que una parte importante de la población, muestra algún tipo de dependencia, por lo que su atención es muy distinta a la de los mayores de 65 años.

A los territorios que presentan más población envejecida, se les añade el Índice de sobreenvejecimiento.

La mayor parte del territorio envejecido tiene elevados niveles de sobreenvejecimiento, hasta el punto de que más de la mitad de su población mayor ya ha superado los 80 años. “Este hecho, unido a la baja densidad de población de estos territorios y al tamaño reducido de los municipios, supone un factor de complejidad añadida en la prestación de servicios básicos y en la garantía de la igualdad de derechos” como indica Ignacio Molina de La torre en su estudio.

Rosario Sampedro : “ A las mujeres les resulta mucho más difícil llevar una vida laboral en el medio rural, ya que los mercados laborales están muy masculinizados”

Una de las calles del municipio Villardeciervos (Zamora)

Otro de los problemas que más llama la atención de los pueblos castellanoleoneses es la masculinización de la población en las zonas rurales, síntoma de la falta de igualdad de oportunidades de las mujeres en el medio rural. Esto ha causado una emigración predominantemente femenina hacia los núcleos urbanos, poniendo el índice de masculinización rural en 103,42%, seis puntos por encima del genérico en el resto del país.

La pirámide de población de la comunidad indica que hay una mayor población de mujeres que de hombres en las edades de 65 a 85 años. Sin embargo, si se analiza los municipios rurales de 100 a 500 habitantes, encontramos que en total, hay 35.700 hombres más que mujeres y que el 84% de estos son personas entre 60 y 85 años.

Como indica Rosario Sampedro, a las mujeres les resulta mucho más difícil llevar una vida laboral o un proyecto profesional en el medio rural, ya que los mercados laborales están muy masculinizados y no proliferan los empleos en los que las mujeres suelen ocuparse.

Además, añade que “las mujeres tienden a alargar más sus estudios que los hombres y en las áreas rurales no hay mucho empleo con un nivel de calificación elevado”. Los hombres, sin embargo, suelen heredar los empleos agrícolas o ganaderos de sus progenitores, por lo que es mucho más probable que se queden en el pueblo.

La movilidad también supone otro gran problema para las mujeres que habitan en los pueblos. Hay mucha gente que vive en el medio rural y trabaja en las capitales de provincias o en las cabeceras comarcales. A las mujeres, en cuanto tienen responsabilidades familiares, como niños o personas mayores a su cargo, les resulta mucho más complicado tener esa movilidad laboral. Por ello, “la tendencia al desarraigo es mucho mayor, ya que muchas mujeres quieren tener una vida laboral autónoma y son conscientes de que en el medio rural es muy difícil”, apunta Sampedro.

El problema de la escasez de empleo para las mujeres en el medio rural, sumado al de la movilidad, hace que el traslado a la urbe sea inminente, llevándose consigo a toda una familia. La presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR), Teresa López, explica de forma concisa este hándicap femenino:Cuando se cierran escuelas, cuando se dejan de abrir los consultorios médicos, cuando se eliminan líneas de transporte público sin más alternativas… Cuando eso ocurre, algo que aparentemente afecta a toda la población, se convierte en un trabajo-obligación, por supuesto no remunerado, que recae sobre las mujeres”.

Infraestructuras y servicios

La pérdida de población en este siglo está directamente relacionada con el tamaño del municipio. Mientras cerca del 80% de los municipios menores de 1.000 habitantes pierden población, el porcentaje de los municipios con mas de 20.000 habitantes que también la pierden, es escasamente significativo. Esto se debe principalmente a que cuantas menos personas residen en una población, menores servicios se le ofrecen, ya que las diputaciones provinciales y las CC.AA destinan gran parte de sus recursos a las grandes ciudades, provocando el aislamiento de muchos pueblos y comarcas.

A priori, tener un consultorio médico, un colegio de primaria, un banco o una tienda pueden parecer servicios al alcance de todas las personas, pero no es así. En muchos muchos pueblos de Castilla y León y sobre todo en las provincias más despobladas y envejecidas como Zamora o Salamanca, pocos son los pueblos que cuentan con estos servicios básicos.

Uno de los servicios que debería garantizar toda legislación es la enseñanza, sobre todo en los ciclos obligatorios. Resulta muy alarmante la situación de 28 colegios de Castilla y León, repartidos en cuatro provincias. Se encuentran en situación de riesgo, ya que solamente cuentan con cuatro alumnos cada uno y, si pierden uno tendrán que cerrar, lo que acabará con el traslado de toda una familia a la ciudad más cercana.

Actualmente, según la Consejería de Educación, el número mínimo de alumnos para que un colegio permanezca abierto es de cuatro, pero podría subsistir con tres bajo ciertas condiciones, como explicó el consejero de Educación de la Junta, Fernando Rey, al diario El Mundo. “Tiene que haber voluntad social y política para que estos centros se mantengan el curso que viene”.

Lo peor que le puede pasar a un pueblo y a una familia con hijos menores es que se cierre el colegio rural, como ha apuntado el representante de los padres de alumnos de escuelas rurales. De esta forma se mantiene la escuela rural, porque si se cierra una escuela, se cierra el pueblo, o queda destinado a cerrar”.

Falta de oportunidades

Teresa López, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) resalta las carencias que hay en los pueblos para los estudiantes : “La juventud necesita colectividad y acceso al ocio, como toda la población. Pero además, una parte importante quiere seguir estudiando, y eso supone vivir fuera”.

Achaca la marcha de las familias de los territorios rurales a “un sistema diseñado con mentalidad urbana, que se ha de rediseñar”. A López le resulta inconcebible que el sistema de becas no solo no priorice a quienes viven en el mundo rural, sino que en muchos casos penaliza: por ejemplo, los medios de producción de la agricultura familiar juegan en contra al solicitar una beca.

Los jóvenes son los principales en abandonar el entorno rural para iniciar los estudios en la gran ciudad. Una vez finalizados, el 75% se queda en la urbe, bien para continuar estudios superiores o bien para estar más cerca del amplio mercado laboral que les ofrece la ciudad y que sería imposible encontrar en un pueblo.

Tal y como apunta Sáez, hoy en día las personas elegimos las cosas más por nuestra mentalidad que por necesidad: “hay cantidad de personas que tienen un negocio familiar, que es viable y aunque los hijos hayan estudiado para ello no quieren verse trabajando en el pueblo”. Esto se debe a que la gente joven que ha estudiado y quiere capitalizar esa inversión en educación valora más otro tipo de dinámicas que no se dan en los pueblos pequeños, explica Sáez.

Es extraño que suceda, pero también se dan casos de jóvenes que saben aprovechar las oportunidades de trabajo y deciden apostar por un negocio en el mundo rural. Este es el caso de Carlos García Prieto, un veinteañero natural de Santa Croya de Tera (Zamora) que tras dos años estudiando Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Valladolid, decidió volver al pueblo para reabrir el pequeño comercio que había cerrado su tío tras su jubilación.

Exterior de la tienda

Cuenta cómo fue para él la decisión de regresar a su pueblo y de apostar la vida en el entorno rural. Desde pequeño se interesó por el negocio familiar y tenía claro que no quería desvincularse de sus raíces rurales.

Carlos estuvo dos veranos seguidos ayudando a su tío en el pequeño establecimiento, hasta que en febrero de 2018 este tuvo que jubilarse y cerrar la tienda. En ese momento le propuso a Carlos reabrirla en verano si él se hacía cargo de todos los gastos. Aceptó, pero al llegar septiembre se le abrían dos caminos: seguir con el negocio o volver a Valladolid. “No tenía recursos económicos para tener un empleado por lo que tenía que cerrar”. “Entonces fue cuando mis padres me propusieron estudiar a distancia por la UNED. Al principio no me lo quise ni plantear, pero después de darle muchas vueltas accedí, en realidad estaba trabajando de lo que estaba estudiando y eso pasa muy pocas veces”.

Interior de la tienda de Carlos García

Para Carlos, las oportunidades de trabajo en los pueblos sí que existen, pero se debe tener muy definida la idea de negocio que se quiere poner y adaptarse a las circunstancias. “No se puede montar cualquier negocio en un pueblo, tienes que atender muy bien a las necesidades de los vecinos. Si en una ciudad una familia deja de ir a un supermercado, no pasa nada, pero en el pequeño comercio de un pueblo esa familia es muy importante”.

Mucho por hacer…

España es el país más despoblado del sur de Europa, en el 53% del territorio solo vive el 5% de la población.

Un estudio realizado recientemente ha dado a conocer el mapa de las ‘Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa’ (SESPAs), que separa las zonas muy escasamente pobladas, con menos de ocho habitantes por kilómetro cuadrado, de aquellas con menos de 12,5. Este mapa nos indica que España es el país más despoblado de todo el Sur de Europa: en el 53% del territorio solo vive el 5% de la población.

Enlace al cartel

Para intentar frenar esta acuciante despoblación se deben llevar a cabo una serie de políticas y soluciones que permitan a las personas que quieren vivir en estas áreas lo hagan fácilmente, sin verse obligarlas a trasladarse a una ciudad. En palabras de Luis Antonio Saéz-Pérez, “ Si hay una comunidad de gente que quiere vivir en un pueblo, tenemos que facilitarle las cosas”.

El turismo de interior y el turismo rural han ayudado a mitigar las consecuencias de la pérdida de habitantes en la comunidad pero resulta insuficiente, ya que este turismo suele darse en temporadas muy reducidas. La proyección de la industria agroalimentaria también está contribuyendo a la fijación de población en el medio rural, pero esto no es suficiente, ya que una gran parte de la población no puede satisfacer sus necesidades básicas.

En general, todas las mejoras y las posibles soluciones para intentar frenar la despoblación rural parten de la misma medida : que los gobiernos, tanto nacionales como autonómicos destinen e inviertan más dinero en estos territorios y lleven a cabo una doble estrategia. En primer lugar, conseguir que la gente que actualmente reside en los pueblos no se vea obligada a abandonarlo y, en segundo, que estos lugares atraigan a personas que les gustaría vivir en un entorno mucho más relajado que una ciudad, pero que por determinadas circunstancias no pueden.

Para ello es esencial mejorar sus servicios públicos básicos como la sanidad, la educación o el transporte. En las zonas rurales la educación está en declive desde hace diez años, ya que numerosas escuelas han cerrado por déficit de alumnos. La educación es fundamental para que los jóvenes de los medios rurales puedan recibir una formación de calidad y completa sin tener que trasladarse obligatoriamente a los núcleos urbanos.

En febrero de 2019, tuvo lugar un Foro Autonómico de Educación organizado en León. El actual presidente de la Comunidad, Alfonso Fernández Mañueco, defendió un plan educativo pionero para el medio rural que flexibilizará el número mínimo de alumnos para mantener abiertas las escuelas en los pueblos, que hasta el momento era de cuatro , y que busca extender el derecho al transporte gratuito a alumnos de Bachillerato y FP. Además se favorecerá el bilingüismo en las escuelas rurales, y se trabajará por la implementación y conectividad digital para que todas las escuelas tengan acceso a internet.

En el caso del transporte, cabe destacar la necesidad de mejorar las infraestructuras para facilitar la comunicación y reducir la brecha entre los territorios rurales y las ciudades. En muchos pueblos la única manera de trasladarse es teniendo vehículo propio, ya que no existe una red de trasporte público funcional. Esto repercute una vez mas en los niños, jóvenes y personas mayores que tienen menos posibilidad de movilidad individual.

El transporte debe convertirse en un servicio público básico dentro del medio rural, como así lo es en las zonas urbanas. Ello supondría mayor accesibilidad y mejor calidad de vida a la población rural. La revisión de los modelos de transporte público debe garantizar no sólo una estructura económicamente viable sino, sobre todo, una prestación de calidad para evitar los desequilibrios territoriales.

La Comisión de Despoblación de la FEMP, recoge en su “Listado de medidas para luchar contra la despoblación en España” once pautas para mejorar el trasporte y las infraestructuras en las áreas rurales. Entre ellas, la que mas destaca es la segunda : “Se debe llevar a cabo un mapa de distancias -espacial y temporal- de acceso a los servicios básicos (sanidad, educación, servicios sociales y comerciales) y a las grandes infraestructuras (autopistas, autovías y ferrocarriles) para establecer un plan de prioridades en la ejecución de nuevas infraestructuras de acceso”.

Calle El Puente del municipio Villabrázaro (Zamora)

Como indica Luis Antonio Sáez Pérez, las nuevas tecnologías, en contra de lo que pueda parecer, están mejorando las condiciones de vida en los pueblos ya que dotan a la gente de mucha más autonomía. “Hay que pensar en las infraestructuras pero sobre todo en los proyectos que les dan vida, para ello tiene que haber gestores, ese eslabón que es decisivo y apenas se plantea en las estrategia de los gobiernos o las comunidades”.

Sáez también hace hincapié n la vivienda como medida esencial para garantizar la vida en los territorios rurales a la gente que sí quiere vivir allí pero no puede por cuestiones laborales o familiares. “El núcleo duro de la estrategia a plantear sería centrarse en la vivienda residencial con los elementos de conciliación necesarios para el cuidado de los hijos o los mayores dependientes”.

Pese a que queda mucho camino por recorrer para mejorar las condiciones de vida de las areas despobladas e intentar frenar este fenómeno, España ya está llevando a cabo algunas medidas exitosas. Sáez destaca sobre todo las referentes al sector agricultor, donde el Ministerio de Agricultura está trabajando en territorio digital haciendo cosas muy interesantes como, por ejemplo, los grupos líderes del Smart Grow.

Finalmente, Sáez añade que en España también se podrían implantar las medidas que han llevado cabo otros países como Japón o Australia, donde también existe mucho territorio despoblado. Por ejemplo el país asiático ha trabajado mucho en gobierno electrónico y Autralia en el campo de la educación a distancia, que sería una medida muy interesante para implantar en determinadas zonas de Castilla y León donde los niños no pueden acudir al colegio durante temporadas largas , debido a las inclemencias meteorológicas o el mal estado de las infraestructuras, como las propias escuelas o las carreteras, cuyo tránsito supone un peligro añadido.

Enlace al quiz

METODOLOGÍA

He elegido este enfoque para realizar el segundo reportaje porque me parecía una buena idea presentar el problema en el primero y después, en un segundo continuar con las consecuencias que supone y las soluciones que hoy en día se están barajando.

Para su elaboración, he utilizado mayoritariamente como fuente documental el INE consultando nuevas tablas estadísticas e indices de población, así como algunos datos que ya había recabado para el primer reportaje. Otras fuentes documentales han sido el estudio demográfico de Ignacio Molina de la Torre, y la página web de la Junta de Castilla y León.

Otros artículos consultados:

Quería llevar a cabo un balance de los colegios rurales que se han cerrado en los últimos diez años y como han ido aumentado proporcionalmente en las ciudades más pobladas, pero me fue imposible encontrar los datos exactos del numero de centros escolares por año y finalmente no pude hacerlo. ( Páginas que consulté: estadisticas.mecd.gob.es , www.educacionyfp.gob.es directorio.educa.jcyl.es, datosabiertos.jcyl.es )

El contacto con las fuentes expertas ha sido algo mas difícil que en el caso anterior, debido a la proximidad con las vacaciones de navidad. En total escribí a tres profesores de distintas universidades y solo me contestó Rosario Sampedro de la universidad de Valladolid. A los pocos días realizamos la entrevista por llamada telefónica.

En esta ocasión he vuelto a contar de nuevo con , el profesor Luis Antonio Sáez Pérez de la universidad de Zaragoza. (Fuente experta que ya utilicé en el anterior reportaje).

Herramientas.

Las aplicaciones utilizadas para hacer los contenidos audiovisuales son :

Datawrapper: mapa interactivo sobre la población envejecida. (Tuve un problema debido a la diferencia entre el formato en el que estaban los datos y el que pedía la página pero logré solucionarlo)

Ezgif : Gif de gráficos a partir de fotos ( datos )

Canva : Carteles

Powtoon: vídeo basado en el Mothion Graphic.

Flourish studio: Quiz

Soundcloud : Declaraciones

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Ruth Cordero Delgado
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Periodista (Universidad de Valladolid). Estudios en locución, presentación y doblaje.