Método Wolfe

Miguel Carvajal
Periodismo Local Lab
2 min readMar 2, 2015

No se puede hablar de Wolfe sin llamar después a Gay Talese o a Truman Capote o sin debatir sobre los límites de la narrativa periodística. Wolfe es uno de esos periodistas que descubren o apuntalan su vocación literaria gracias al periodismo. No sería aventurado decir que en su estela se encuentra también gente como David Simon, creador de la serie The Wire y antiguo reportero en el Baltimore Sun. Entre todos, en unos minutos, podríamos reunir dos docenas de grandes novelistas que en su día fueron reporteros.

El texto más recomendable para conocer el método Wolfe es, sin duda, El Nuevo Periodismo, aquel librito con sus mejores reportajes y con el ensayo fundacional de la disciplina. Ese libro dialoga muy bien con La banda que escribía torcido de Marc Weingarten, publicado por unos forofos de la narrativa periodística de sofá y whisky, Libros del KO. Desde Crónicas de Anagrama, nadie se ha tomado tanto interés por recuperar el periodismo literario como Emilio Sánchez Mediavilla y Álvaro Llorca.

Más allá de esas referencias, se pueden encontrar decenas de entrevistas a Tom Wolfe en la prensa española. Si uno es hábil con el inglés, recomiendo navegar en los archivos de la revista New York para recuperar algunos de sus reportajes.

Proponemos esta síntesis del método Wolfe:

  • Adivinar las nuevas tendencias (no los trending topics), descubrir temas que otros no consideran relevantes y ser capaz de apostar por ellos
  • Emplear un lenguaje fresco, atrevido y fuera de lo común
  • Jugar con recursos narrativos de otras disciplinas, como la novela, para que la historia sea más atractiva: el diálogo, el comienzo desenfocado, el punto de vista, el uso de la primera persona, la estructura episódica
  • Introducirse en las vidas de los protagonistas, indagar en su hábitat y relatar después como un observador privilegiado
  • Frecuentar múltiples ambientes, conocer grupos humanos diversos con verdadera curiosidad y estudiar cómo viven y por qué se comportan de ese modo
  • Prestar atención a los detalles minúsculos para apoyarse en ellos en la narración o para encontrar lecturas ocultas
  • Divertirse con la tarea de la escritura, aunque costosa y ardua, es una droga más fuerte que cualquier ácido y, creedme, de eso Tom Wolfe sabe mucho.

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Miguel Carvajal
Periodismo Local Lab

Periodista, profesor de redacción periodística en @periodismoumh y director del @mipumh. En #periodismo y en la #vida, cada palabra cuenta.